
José soñó que velaba
el sueño de una doncella
y, cuando se despertó,
Para la sed de la Virgen
San José salió a buscar
en la negra noche el agua
más fresca del manantial.
José lleva al niño a hombros
por ríos y por senderos
y el niño alza las manos
para tocar los luceros.
En el sueño que envió
el ángel a san José
ya estábamos tú y yo
caminito de Belén.
Por las manos de la Virgen
están tu nombre y el mío
bordados en el embozo
de la sábana del niño.
Felix Nativitas!
Felices Pascuas, don Epifanio.
ResponderEliminarEspero que las pase usted de la mejor manera posible, con todos sus seres queridos.
Cante, baile, coma y beba.
25 neutonios navideños.
Y todo eso a su salud, care amice.
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