sábado, 22 de noviembre de 2008
El mal ejemplo en el cine
Como dice mi amigo Felipe, lo nocivo en el cine y la literatura es mostrar malos ejemplos cercanos a la vida de la gente. A un adolescente no le da por imitar a Hércules o a Conan el bárbaro, pero sí a los adolescentes de esas pelis que son insolentes con sus padres o profesores y tratan a las chicas como chulos. Hércules no está a su alcance. Los niñatos guapos de los institutos televisivos, sí. El programa de Gran Hermano, con toda su insolencia y sus pedos y sus habladurías, es mucho más pernicioso para la sociedad que todas las películas de serie B. Pero, claro, lo que sale en la prensa, lo que alarma a la gente, es el caso aislado y sorprendente de un muchacho que descuartiza a un amigo por haber visto tantas películas de vísceras, pero no sale en la prensa la impertinencia niñatil que la tele inocula en los muchachos.
Además frente al descuartizador todavía quedan ciertas reservas morales en la mayoría de los muchachos, pero no frente a la insolencia y la idiocia.
ResponderEliminarSí, me ha faltado esa explicación en la entrada. ¿Cuándo empezaron a perderse esas reservas morales que al menos en nuestra época nos impedían imitar la insolencia? Un abrazo
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