Los países europeos bien harían en abandonar sus viejas rencillas históricas y empezar a cultivar un amor a su civilización: Grecia, Roma, el legado cristiano y el legado de los pueblos bárbaros. Los niños suecos y los niños españoles deberían estudiar en el colegio a los grandes autores europeos y no a mediocres escritores sólo porque son nacionales. Si los niños no saben quién era Moratín no pasa nada, pero sí pasa si no saben quién era Dante.
¿Dónde hay que firmar, querido Jesús?
ResponderEliminarUn abrazo.
Pero en los pueblos barbaros has incluido el Islam o no?
ResponderEliminarSe empieza por no considerar necesario saber quien es Moratín y en la siguiente te fulminas a Dante.
ResponderEliminarY además habría que enseñar Música, historia de la Música.
La última es que en los libros de texto tiene que haber la máxima paridad hombre-mujer, con lo que hay que sacarse autoras de donde sea (incluso a costa de autores necesarios).
ResponderEliminarPero el problema es que, con la actual ESO, ni se enseña a Moratín ni a Dante: la literatura ha quedado relegada a un plano muy secundaria. De hecho, algunos estamos barajando crear una plataforma para reivindicar la Literatura como asignatura independiente, al menos en Bachillerato...
Querido José María: cuando dije lo de los pueblos bárbaros, me refería a los rubios del norte que invadieron el Imperio Romano. Pero, en fin, supongo que no vendría mal meter ahí a los bárbaros del sur. ¿No significa eso la palabra bereber?
ResponderEliminarEn cuanto a tu observación sobre Moratín, me parece acertada. Es que cuando escribo entradas me pongo muy exagerado.
Querido Juan Antonio: me he quedado a cuadros con lo de la cuota femenina en la literatura. NO puede haber llegado a tanto la estupidez humana. Un abrazo
ResponderEliminarQuerido Jesús: Estoy de acuerdo con el "profe".Me gustaría a mí también, que dieran a la literatura el sitio que se merece.
ResponderEliminarY debo reconocer, que el Islam nos dejó monumentos increíbles,¿no crees?
Por supuesto, aún sigo enamorado de la Alhambra desde que la visité este verano. Un beso
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