sábado, 20 de febrero de 2016

Un poema de Luis Alberto de Cuenca

Decían los griegos que el amor es un dios, y los cristianos dicen que Dios es Amor. Y este poema dice, según yo lo entiendo, que el amor es lo único que queda cuando nada queda y lo único que salva cuando todo condena. Por eso me gusta tanto y os lo mando en un moisés por el Nilo de Internet, porque, aunque llevo a mis espaldas una buena carga de dudas, de una cosa estoy seguro: si algo es la verdad, es el amor y, si algo es Dios, es Amor.

MOISÉS
Dame la mano. Hay que cruzar el río
para llegar al otro lado, y siento
que las fuerzas me faltan. Cógeme
como si fuera un bulto abandonado
en un cesto de mimbre que se mueve
y que llora a las luces del crepúsculo.
Cruza el río conmigo. Aunque sus aguas
no replieguen su cauce ante nosotros
esta vez. Aunque Dios no nos asista
y una nube de flechas acribille
nuestras espaldas. Aunque no haya río.

(Cuaderno de vacaciones, de Luis Alberto de Cuenca)

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