1. Un buen amigo del bando contrario me escondería en un altillo de su casa; uno coherente me mandaría al paredón por disidente. Mejor la bondad moral que la coherencia ideológica.
2. "Es un canalla, pero fiel a sus principios". Si ya un canalla es horrible, ¿cómo será uno fiel a sus principios? Si lo intentáramos sobornar, ¡nos denunciaría al Partido!
3. Política, religión, deporte… son como el vino, que a los malos los pone a pelear y a los buenos a confraternizar.
¡Y feliz año!
Me quedo con el primero, don Epifanio.
ResponderEliminarFeliz año nuevo.
Prodíguese usted más por estos lares, por favor.
25 neutonios renova2.
Don Diego, el primero es el nuestro: la amistad nuestra estaría por encima de los bandos. Y retomaré el blog con más fuerzas
ResponderEliminarQuerido Don Jesús:
ResponderEliminarEl primero y el último me parecen magníficos. Quién tuviera amigos así.
Un cordial saludo,
E.