monte abajo y reboso de la tierra.
He aquí los olmos y éstas son las ranas.
Ya mismo pasaremos bajo el puente.
Yo soy el río, adiós, yo soy el río.
Contempla mis sombrías cañaveras.
Una cierva murió donde ahora estamos
y aquí apagó su sed no sé qué incendio.
¿Te gustan mis cascadas y mis aves?
¿Alguna vez te hirieron mis guijarros?
Yo soy el río, adiós, yo soy el río.
(A merced de los pájaros, de Jesús Cotta)
4 comentarios:
Don Epifanio:
el río siempre está ahí. ¡Y que lo siga estando siempre! ¡No hay nada como un río, aunque lleve un hilillo de agua!
25 neutonios fluviales.
Hola, amigo mío. Veo que sigues activo. Me alegro mucho (Nadia-Rosa)
Nadia-Rosa, más me alegro yo de verte por aquí. Ex corde, COtta
Hola, nos conocimos haciendo yo un soneto réplica al de la calva que quedó muy gracioso. Ahora me ha ocurrido otro tanto, y quiero que lo veas en elguantederita, segunda entrada, titulada Cómo componer un soneto. Creo que te hará sonreír. Un saludo.
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