sábado, 31 de mayo de 2008

Las palabras son importantes

¿Quién dijo que las palabras no son importantes? No es lo mismo postrarse de hinojos que arrodillarse, aunque en ambos casos uno haga lo mismo con las rodillas. Mirto y arrayán designan a la misma planta, pero el primero cuadra en las Bucólicas y el segundo en El collar de la paloma. Quien tiene un hall en casa es más cursi que quien se limita a tener un zaguán o un recibidor o una sencilla entradita. No es lo mismo hembra que mujer, amada que parienta, acoplarse que echar un polvo, dar a luz que parir, educar que criar, tener aire de entrometido que tener aire dentro metido. Como las palabras se hacen pasar por las cosas, acaban siendo más importantes y reales que las cosas. Si me defino como bajito, calvo y flaco, no tengo nada que ver con otro como yo que se defina como de talla mediana, con entradas y esbelto. Las palabras no son la realidad, pero sí la única manera de comprenderla. Por eso amo las palabras.

jueves, 29 de mayo de 2008

Eurovisión 2008

Confieso mi pecado: desde que tengo memoria, soy forofo del festival de Eurovisión. Del de la OTI me cansé pronto, pero de Eurovisión jamás, ni cuando España quedó última con Remedios Amaya. Pero por primera vez me he enfadado con los países que daban votos a la canción española y aplaudía cada vez que votaban a Israel y Turquía. Gracias a un hijo de sirio y española he encontrado información sobre Mor ve Otesi, el grupo turco, y vale la pena escuchar sus canciones en youtube. El cantante del grupo tiene unos rasgos muy peculiares, entre europeo y huno, y una voz tan viril como él (lo de viril es de agradecer ahora que se lleva lo contrario en los hombres). ¡Y además canta en turco y no en inglés!
Soy europeísta hasta la médula, pero los países que más me gustaron en Eurovisión fueron los menos europeos. A lo mejor resulta que no soy tan europeísta o que la imagen que tengo de Europa no es la Europa real.