martes, 21 de junio de 2011

Comienza el verano

Amigos, a partir de ahora, hasta septiembre, escribiré poco aquí, porque hoy comienza el verano y ya tengo el plan del TRÉBOL: Ágape, Eros y Musas. En ese orden.

Ágape, porque tengo mucha gente a mi alrededor a la que hacer feliz y a eso me voy a dedicar esos días.

Eros, porque en verano Eros me pone en la espalda unas alas muy grandes que echan a volar sin mi permiso.

Musas, porque me han encargado un libro y quiero terminarlo.

Todos los viernes por la mañana subiré a la cumbre del Jabalcúzar, que se alza detrás de mi casa. Y allí cantaré en griego diez hexámetros de Homero en vuestro honor. Os sentarán de maravilla y no bromeo.

Y todo esto, entre té helado con canela y hierbabuena, chocolate líquido frío con una cucharadita de brandy, sandía roja y fresca.

Y, si gustáis, pasaos por mis sueños para bañarnos en la cascada, escribir versos en farolillos de papel y esculpir adanes y evas de barro como hicieron los ángeles en la noche de los tiempos.

Que tengáis un verano lleno de Amor, Eros y Musas.

lunes, 20 de junio de 2011

Cáritas

Imagina que, de pronto, esta noche, te quedas sin casa, sin sueldo y sin familia. Lo has perdido todo, menos tus necesidades. ¿A quién acudes? ¿A la comisaría? ¿Al ayuntamiento? ¿A la sede de los sindicatos, de las oenegés, de los ministerios, de las consejerías, de las delegaciones? ¿A Hacienda?

Siéntate en esas puertas y solo recibirás los palos de la policía.

Si nada tienes, vete a Cáritas, que te dará ducha, cena y cama. Se financia con el dinero voluntario y generoso de mucha gente a la que mata a impuestos ese Estado que nada va a hacer por ti esta noche.

viernes, 17 de junio de 2011

Lo que vamos a hacer esta noche

Esta noche me encontraréis al fondo de un sendero, bajo las estrellas. Me identificaréis porque llevaré una antorcha en la mano. Nos adentraremos en el bosque y allí seguiremos el vuelo de un ave del paraíso, que de árbol en árbol se irá posando para que no nos quedemos atrás. Es muy importante no perderlo de vista, porque, si uno se pierde entre los árboles, puede ser raptado por los faunos. Se lo pasará bien, pero dejará de ser de los nuestros. Ese bosque no solo lo habitan fieras alimañas, sino también criaturas mitológicas, porque es un bosque prebíblico.

Seguramente la atmósfera será cada vez más asfixiante y las lianas cada vez más peligrosas. Tenéis que seguir adelante. Y cuando tengamos las manos llenas de resina, los pies sucios de barro y la cara llena de polen, pasaremos por la cascada del Salto del Ángel, que nos dejará limpios, puros, incontaminados, preparados para ver lo que hemos venido a ver.

Desnudos seguiremos ahora al ave hasta el corazón del bosque y, entonces, descorreré una cortina de hiedra y allí veremos a Adán y Eva, aún dormidos, recién hechos, con alguna brizna de hierba aún entre la piel y el rocío perlándoles la piel. Tenemos permiso para tocarlos cada uno con la punta de un dedo.

Entonces nos despertaremos sin recordar nada, pero con ganas de comernos el mundo.

Os lo cuento porque, como todo ocurrirá en sueños, es una pena que no sepáis lo que vamos a hacer esta noche.

(A propósito, en los comentarios de la entrada anterior a esta, don Dyhego me ha puesto la nota final de curso para este blog. No os la perdáis)

jueves, 16 de junio de 2011

Inmigrantes en misa

La Iglesia integra a los inmigrantes mucho mejor que cualquier iniciativa estatal. Ya en tiempos del Imperio Romano el cristianismo se mostró como una manera mucho más práctica y sencilla que la ciudadanía romana de integrar en un mismo sentir a todas las personas, procediesen de donde procediesen, porque la religión une más que el origen, el color y la cultura.

Me di cuenta en misa el otro domingo. Entre los feligreses había varios nigerianos y keniatas. En esa parroquia bautizan a sus hijos, allí los llevan a la catequesis y allí se casarán. Mientras que el Estado pone un empeño malsano en aniquilar todo rastro religioso de la navidad en los centros educativos, los inmigrantes celebran en casa esa navidad religiosa.

Y además me conmueve la devoción con que rezan, la solemnidad con que se llevan la mano al corazón o enlazan las manos en actitud orante o dan la paz con una alegría de sonrisas blancas y francas. A su lado, los españoles parecemos secos como palos.

Bienvenidos sean.

martes, 14 de junio de 2011

Normas liberticidas en la supuestamente democrática España

La primera en Madrid. Resulta que la amiga de un amigo mío, para sacarse un dinero, pensó convertir en ludoteca el bajo de su casa y pidió para ello permiso en el ayuntamiento. Ah, pero he aquí que el ayuntamiento ha decidido que en esa calle no se puede montar una ludoteca. Él, con su prepotencia, ha elaborado una lista de los negocios que uno puede montar en esa zona y con eso no hace sino coartar la creatividad de la gente, que es lo que hace que los pueblos prosperen. El Estado creando problemas en vez de resolviéndolos. Si dijéramos que esta mujer está pidiendo dinero, pero no. ¡Está pidiendo trabajar! Y a un funcionario gris y apalancado, con sus criterios cuestionables y abstrusos, se le ha ocurrido que esa mujer no puede prestar un servicio que a ella y a muchos les vendría muy bien.

La segunda norma totalitaria es en la Universidad de Sevilla. Se les ha ocurrido a algunos mentecatos una norma que prohíbe votar solo a candidatos o solo a candidatas. Tiene que haber un número proporcionado de varones y de mujeres en el voto de cada cual. Y esto es ya el colmo. Si ya es fasciomarxismo llevar la ley de paridad a las candidaturas, mucho más es llevarla a los votos. El fasciomarxismo de género nos dice ya no solo cómo hemos de votar sino también a quién hemos de votar. No se han enterado de que uno vota a personas, no a sexos. ¿En qué consisten totalitarismos como el fascismo y el marxismo? En que no podemos votar o en que votamos solo lo que nos indican que votemos. Pues eso lo están consiguiendo en la Universidad de Sevilla.

lunes, 13 de junio de 2011

Cosas con que los mayores me asustaban cuando yo era niño

1. ¿Que te has tragado el chicle? ¡Adiós! Ahora se te pega a la tripa y hay que operarte.

2. ¡Ve a que te pongan una tirita en esa herida, que, si no, se te van a salir por ahí las tripas!

3. No des ni una calada a un cigarro. Los niños que fuman no crecen.

4. Si no comes, vendrá el Canco (o el tío mantequero, en otros sitios conocido como hombre del saco).

5. Si no haces los deberes, te salen orejas de burro. Mira, ya empiezan a asomarte por ahí.

6. ¿Por qué le pegas a tu hermano? Te voy a pegar yo a ti, a ver si te gusta.

7. ¡Noooo! ¡No te asomes tanto al pozo, que ahí abajo vive el viejo del pozo! Si te caes ahí dentro, nunca te soltará.

8. ¿Ves esa piedra que sale de la tierra? Es la cabeza del demonio.

9. ¿Conque tú has sido el que ha entrado en mi huerta y se ha hecho pipí? ¡Voy a llamar a la Guardia Civil para que te metan en la cárcel!

10. ¡Tienes que comer! Si no comes, tus amigos Juan Carlitos y Agustinito se convertirán en hombres fuertes y tú serás siempre un niño chico y muy flaco.

viernes, 10 de junio de 2011

Diálogo político amoroso

-Te recomiendo un libro.
-¿Cuál?
-El  Capital, de Marx.
-¿Va de amor?
-No.
-Entonces no me interesa. Debe ser tan divertido como el Ulises de Joyce o el Pentateuco.
-No todo va a ser amor en el mundo. También hay lucha de clases.
-Solo mi interesan las luchas eróticas. ¿Quieres luchar conmigo?
-¡Sí!
-Entonces di:  "Me gusta una chica bien. Marx era gilipollas". A ver, dilo.
-Me gusta una chica bien. Marx era gilipollas.
-Así me gusta, que yo te guste más que Marx. Y nada más que por eso voy a leerme El capital, porque te lo mereces.

miércoles, 8 de junio de 2011

Poetas entre ruedas y alicates

Comentamos mis amigos y yo con frecuencia que entre los poetas hay demasiados profesores. Por eso, cuando me encuentro un poeta ingeniero, como José María Jurado o vigilante nocturno, como Elías Moro, salto de alegría. Hoy quiero hablar de dos poetas que no son profesores.

El primero es mi sobrino, Fernando Cotta, mecánico de coches.

Hay en los Cotta una vena poética muy caudalosa. Mi sobrino es alto y guapetón. Sonríe mucho. Y su poesía es emoción pura a raudales y a chorros tempestuosos, con el grito en el cielo y los pies sobre una alta roca, sin romanticismos ni sensiblerías. Es la voz de un hombre joven que promete y yo lo animo a llenarse de versos la cabeza y esas manos que se manchan de grasa de coches, porque él, con su poesía, podrá matar sus demonios y hacerse más fuerte. Está enamorado hasta las trancas y el amor lo ha metamorfoseado en poeta para siempre.

El segundo es Arturo. Y arregla todo lo que se puede arreglar en un gran edificio donde trabajamos muchos profes. Hoy me ha dicho: "Puede fallarte todo: el dinero, la familia, el trabajo... pero siempre estará ahí la poesía para salvarnos. Ella es la belleza y uno no puede perderla de vista, porque, cuando deja de verla, se le pone el alma negra. Que se hunda el mundo a mis pies, pero que ella no me abandone. Eso es lo que pido".

Eso quería decir yo, pero no me salía. Gracias, Arturo.

A todos los que les rebose el corazón y no sepan qué hacer con él, escriban y canten y así descubrirán qué tesoros tenían dentro sin saberlo.

domingo, 5 de junio de 2011

Mi alumno, el soldado profesional

A mi alumno, el soldado profesional, lo bauticé en clase Héctor de tremolante casco, porque es noble como Héctor.

Muy bien nos iría a los españoles si nuestros soldados profesionales fueran como él: fuertes y buenos.

Un día hablábamos en clase de la muerte y todos teníamos miedo de ella, pero él nos dijo que él no temía su muerte, sino la nuestra. ¡Eso es un soldado!

Otro día le dije que él, como soldado, luchaba para defender al Rey. "¿Por el Rey?", nos dijo, "Qué va. Yo lucho por vosotros". ¡Eso es un hombre!

Y cuando le dije que me había apuntado en el gimnasio y que estaba haciendo pesas, me dijo: "Jesús, las pesas son cosa de presos". Y sentí que tenía más razón que un santo y ya no subo a la sala de musculación, sino solo a  la piscina.

De todas las palabras que se ha inventado me quedo con Gimnoginecocalia: la belleza de la mujer desnuda.

Ayer fuimos todos los alumnos a comer a un restaurante griego y él me trajo un muñeco de un hoplita griego, con su tremolante casco, que voy a colgar en mi coche, junto al rosario de Patricio. Me pregunto de dónde lo habrá sacado.

Héctor y Patricio, dos buenos guías de mi vida.

En fin, Héctor, que consigas hacer muchas dominadas. Y a tu novia, felicidades por ti.

jueves, 2 de junio de 2011

Títulos de películas porno

Yo de esto no sé mucho, pero me han dicho que en las pelis porno el guión es muy pobre y los temas son siempre los mismos. Por lo visto, un clásico es que llegan unas extraterrestres y abducen a unos granjeros que, a pesar de vivir entre vacas, tienen músculos de gimnasio. Las extraterrestres llevan antenas y cosas de esas, pero a los diez segundos de enrollarse con los inocentes granjeros, que, por cierto, tienen unos cacharros de envergadura, se descubre que son totalmente humanas y que incluso se les corre el rimmel.

Propongo, pues, al mercado de pelis porno los siguientes temas y títulos, para enriquecer un poco la gama y la trama:

1. Guerra de guarrillas
2. La Falomaquia (una adaptación del mundo de los gladiadores)
3. El Pajabarata y el Mamasutra (con actores de Bollywood)
4. Conjunción copulativa (una explicación erótica de la gramática)
5. Marineritos musculosos desesperados en alta mar (estudio psicológico de las consecuencias que para los varones tiene el estar mucho tiempo alejados de tierra firme)
6. Murieron con las gomas puestas (pornowestern)
7. Los neunucos (el harén del sultán se lo pasa bomba con los falsos eunucos)
8. Ay pupa (para los amantes del sado)
9. Chicha chachi (cine realizado por actores entrados en carnes)
10. Nabucondonosor (peli de tema histórico)

miércoles, 1 de junio de 2011

Dónde quiero que me entierren

Ni los faraones, con todo su poder, han escapado de los profanadores de tumbas. Así que ¿para qué gastarme dinero en una tumba? Que me entierren desnudo en el campo, con una cruz de palo, y que planten un arbolito para que sus raíces arraiguen en mi pecho. Me gustaría que el árbol sea frutal, pero no quiero obligar a nadie a que se coma mis cerezas. Se las dejaremos a los pajaritos.

Lo malo es que el Estado, siempre tan providente y metomentodo, no nos deja ser enterrados en la propia tierra de uno.

De todas las  intromisiones del Estado ésta es una de las más desconcertantes. Pero como a nadie le gusta pensar en su propia muerte, nadie protesta.

Y, de paso, me encantaría que me dijeseis si vais a dejar dicho o escrito qué deben hacer vuestros deudos con vuestro cuerpo o qué os gustaría que hiciesen con él.