lunes, 25 de junio de 2012

De veranos y memorios

Mi amiga Almudena dice que lo invernal es mucho más elegante que lo veraniego. Ni punto de comparación. ¿Cómo va a ser lo mismo un tipo en bermudas enseñando patorras y michelines y sudando la gota gorda mientras se mete por el gañote una cerveza que Miguel Strogoff con un gorro de piel de zorro conduciendo por la estepa rusa un carro tirado por perros siberianos para salvar a Anna Karenina que, envuelta en pieles y toda rubia, soporta con la elegancia de una valquiria los copos de nieve? Donde esté el samovar, que se quite la heladera. Donde estén las mangas largas, que se quiten las axilas. Y donde el lago helado para patinar, la piscina.

Pues bien, ahora se acerca esa época poco elegante en que los hombres van al supermercado en chanclas apuntando con su peludo dedo gordo hacia el frente; esa época en que las guiris llevan como única prenda la parte superior del bikini y un pareo. ¿Y qué voy a hacer yo?

a) No enseñar las patorras nada más que cuando sea estrictamente necesario por razones acuáticas. ¿Salir yo a la calle en pantalón corto? ¡Antes muerto que apantorrillado!

b) Escribir poesía y cuentos y retomar la guitarra, que está del salón en el ángulo oscuro.

c) Muy temprano, en el patio, hacer dominadas, flexiones, sentadillas, aperturas, en fin, utilizar la ley de la gravedad, que, como me dice un amigo aikidoka, está para algo.

d) Leer, ¡por fin!, lo que me apetezca y no lo que tenía que leer. e) Y, sobre todo, repartir alegría a la gente que me rodea. No va a ser todo para mí.

A propósito, para ese cacharrito que la gente llama lápiz informático o disco extraíble o pen (plural ¿pens? ¿penes?), mi amigo Felipe propone la palabra MEMORIO. Me parece todo un hallazgo y aquí os la transmito para que la utilicéis y se extienda su uso.

13 comentarios:

Ángela dijo...

Buenos días, ¡qué madrugador!

Yo también opino como su amiga Almudena, y eso que me he criado en tierra cálida los 12 meses. Quizá tenga algo que ver que, en el lugar en el cual vivo ahora, los termómetros suben tanto que acaban explotando por el calor insufrible, aunque cuando no es calor y es frío, tampoco existe el término medio, pero la sensación de arroparse bajo tres chaquetas, cuatro mantas y estar cerca del brasero... ¡Qué ganas de que llegue octubre ya!

:)

Elías dijo...

Sabios, querido Jesús, tus amigos Almudena y Felipe: una por lo que dice de las estaciones y con lo que no puedo estar más de acuerdo; el otro, por ese "memorio" memorable.
Ten "cuidao" con el apartado "C" de tus intenciones estivales, a ver si te vas a lesionar o algo.

Abrazo.

gatoflauta dijo...

Yo, en cambio, como Alberto Caeiro, procuro disfrutar del tiempo de verano cuando toca, y del de invierno cuando es su época. En otras palabras, intento no mirar a las cosas poniendo por delante mis propios gustos (o prejuicios), sino aprendiendo y gozando de ellas tal cual son. Me gusta el calor y me gusta el frío, y aprecio vivir en un país donde se puede disfrutar de ambos.

Blimunda dijo...

Empiezas con Almudena y terminas con Felipe, qué contentos se van a poner...
Pero Cotta, a mí el verano y el mar me gustan una barbaridad, esas prendas ligeras, esos escotes, esas camisetas ceñidas al torso, tanta piel al descubierto...pues me molan.

La "E" ya la haces siempre.

Besos, besos.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Ángela, pues imagínese en Sevilla. Estamos alcanzando los cuarenta y un grados. Si al menos refrescara por la noche. Por fortuna, en Sevilla hay aún cierto señorío y hay más gente que, a pesar del calor, viste bien que gente que viste mal. Reciba usted una bocanada de viento polar.

Elías, el apartado C es el más difícil de cumplir. Ya veremos. Le transmitiré tu parecer a mis amigos Felipe y Almudena. Y recibe de mi parte un abrazo de poeta a poeta.

Gatoflauta, pues también es verdad. A mí el calor me gusta con una piscina al lado. Si no, prefiero el frío. Pero qué le vamos a hacer. Como usted dice, lo sabio es disfrutar de lo que hay. Un saludo.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Blimunda, coincido contigo, pero me daba apuro decirlo aquí en público. Pero ya que te has animado a decirlo, ¡vivan los cuerpos en verano! Un beso y mucha playa.

lolo dijo...

Todas las opiniones sirven, en esto del frío y del calor. Es verdad que cada tiempo tiene su cosa buena. Pero Cotta, sin apuro ninguno, según como lleve cada uno el tema de los escotes y las pantorrillas va a preferir taparlos o no.

No por esto ansío que pase pronto esta tortura y llegue el otoño; el gris, la lanita y la manta de algodón.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Lolo, la opinión de mi amiga la puse en el blog porque me pareció curioso ese alegato tórrido a favor del frío. Y tienes razón en lo que dices de los escotes y las pantorrillas. Hay quien incluso porque los tiene bonitos o así los considera, se los destapa incluso en invierno.

Dyhego dijo...

Don Epifanio:
La elegancia brilla por su ausencia.
25 neutonios veraniegos.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Doh Dyhego, pero usted y yo vamos a hacer que brille por su presencia. 25 neutonios estivales.

Ángela dijo...

¡Jajaja! Muchas gracias :) Somos vecinos bastante cercanos, en cuanto a termómetros, no tenemos nada que envidiarnos... ¡VIVA EL AIRE ACONDICIONADO! Uno de los mejores inventos del ser humano XD

Mery dijo...

Yo estoy de acuerdo con tu amiga, pero la culpa es de est'a moda horrible de chanclas, shorts ajados, camisetuchas ...en fin, que no objetaría nada al estío si hubiera mas gusto y decoro por las calles.
Un abrazo desde este Madrid achicharrado

Jesús Cotta Lobato dijo...

Mery, pero aquí estamos nosotros para llevar la contraria, con elegancia. Un beso.