lunes, 24 de febrero de 2014

Cuando escandaliza el bien

Una persona muy querida me contó un día lo siguiente:

-Mira, Jesús, cuando me convertí, comencé a ser generoso con mi dinero. A uno le hice una casa, para que no durmiera en la calle; a otro le pagaba el médico; a la niña de la vecina le regalé su silla de ruedas. Ayudaba, en fin, en lo que podía. Y un día un buen amigo mío me dijo: "Pero, hombre, ¿tú para qué andas dando dinero a la gente que ni te lo va a agradecer, en vez de dedicarte a ganar dinero para ti y tu familia? No seas tonto ni ridículo. Se están aprovechando de ti. ¿Es que no te das cuenta?" Y entonces yo le dije: "¿Y por qué me regañas a mí y nunca le has dicho nada a fulano, que le pega a su mujer, o a mengano, que se gasta en prostitutas el sueldo y tiene a los niños sucios y mal vestidos, o a zutano, que roba en los huertos?" Eso es lo malo, Jesús, que a la gente no le escandaliza el mal que los demás hacen, sino el bien y a ese critican, al que actúa desinteresadamente, a ese lo llaman tonto, a ese lo quieren dejar encerradito en casa.

Eso que le pasó a esa persona les pasó también a Palamedes, a Sócrates, a Cristo y a todos nos ha pasado alguna vez. En concreto, recuerdo cómo varios muchachos miraron con mirada asesina a un amigo suyo que tuvo la dignidad y los bemoles de no reírse como ellos de un hombre que andaba por la calle con una visible minusvalía.

Más triste que el mal, es la presión social, a veces insufrible, contra los que, sin exigir que lo imiten, se limitan a ser buenas personas.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Tiene toda la razón. No seguramente más grave, pero sí más triste, que no escandalizarse del mal, es hacerlo del bien. Pero ese escándalo es, en realidad, y aunque el escandalizado no lo pretenda, un auténtico elogio. Como ya dijera Cernuda, "y si un sarcasmo escuchas, súbito como piedra, / formas amargas del elogio ahí descifre tu orgullo". Es precisamente así.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Anónimo, no se me había ocurrido ver ese escándalo como un elogio. Es una manera muy bella de verlo. Gracias a usted y Cernuda.

micotta dijo...

Es que nos escandalizamos de esas obras buenas porque humanamente es imposible. Sólo el que conoce a Jesucristo es capaz de hacer ese tipo de obras que no son obras de caridad sino obras de Vida Eterna. Por eso a mucha gente eso le parece ridículo

Jesús Cotta Lobato dijo...

Micotta, últimamente voy dándole muchas vueltas a esa idea: la de que ser cristiano no puede consistir solo en ser bueno, sino en hacer ese tipo de locuras por amor al Amor. Un beso.

Dyhego dijo...

Don Epifanio:

Por estos lares, hacer algo correcto o bueno es mal visto, desgraciadamente.
Cuando, pocas veces lo cuento, la verdad, digo que he sido fumador pero nunca me he fumado un porro... me miran como si fuera gilipollas.

Aquí sí estoy de acuerdo con usted.

De todos modos es difícil y complicado llamarle la atención a la gente. Yo iría por la calle dándole colleja a todo quisque, al que tira un papel al suelo, al que arroja un cigarriloo encendido, al que grita como un burro, etc, etc, jajajaja.

25 neutonios sin collejas.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Don Dyhego, me pasa exactamente lo mismo que a usted, en todo lo que usted ha contado. Y hubo una época en que sí que llamaba la atención a la gente, pero me cansé. Será la edad. Reciba usted unos neutonios sin escándalo alguno.

Dyhego dijo...

¡Felicidades por el día de Andalucía!
¡A disfrutad, don Epifanio!
25 neutonios andaluces.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Gracias, don Dyhego. Está usted en todo. 25 neutonios andalumurcianos.

Retablo de la Vida Antigua dijo...

Muchos se mantienen en silencio ante conductas infames por el miedo a la soledad. No es casualidad que los caballeros se internen solos en los bosques.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Retablo, qué respuesta tan bella y tan mesurada. Es esa además una manera de ennoblecer, embelleciéndola, una actitud.