lunes, 3 de febrero de 2014

Príncipes y etimologías

El otro día en mi instituto vi a un chico alto alzar en volandas con toda facilidad a su novia, que es muy menudita. Ella fingía escandalizarse y molestarse con aquello, pero me pareció que disfrutaba con la potencia y la delicadeza con que él la tomaba en brazos y la alzaba como un caballero a una princesa dormida.

No entiendo mucho de esto, pero a mí siempre me ha parecido que eso es lo que le gusta a una mujer: un hombre, como decía nuestro Federico García Lorca, "blando con las espigas" y "duro con las espuelas", o sea, delicado en el amor y en la belleza, pero rudo y valiente ante los peligros y los dragones.

Esta chica es alumna mía y me dijo que sus padres eran muy alternativos y que la habían educado igual que a su hermano varón. Si su hermano se apuntaba al fútbol, ella también y, si ella se apuntaba a baile, él también, pero que al final su hermano acabó dejando el baile y ella el fútbol.

Cada vez estoy más convencido de que la ideología de género, por más que se imponga en las escuelas, nunca se impondrá en la vida real, que es la que cuenta (a no ser que los ideólogos tomen todo el poder y acaben con la libertad), porque, sin ánimo de generalizar, a ellos les siguen gustando las princesas guapas y buenas y a ellas los príncipes valientes y nobles.

Por cierto, quiero compartir con vosotros tres etimologías curiosas de mis alumnos:

a) alopecia: «falta de algo»
b) hipodermis: «piel del caballo»
c) profiláctico: «de profi y láctico»

13 comentarios:

Dyhego dijo...

Don Epifanio:
En Francia se ha montado una buena con la historia del "género", hasta hay padres que no llevan a sus hijos a la escuela y ha tenido que intervenir el ministro de educación y todo.

Los detractores alegan que sus hijos serán convertidos en las escuelas en "maricas" y "putas".
Los que están a favor dicen que no es una "teoría" sino una serie de estudios interdisciplinares que intenta explicar si la cultura modela en mayor o menor medida el papel "masculino" o "femenino".
No tengo elementos suficientes para opinar porque no he leído ningún libro sobre ese tema.
Durante un año estuve impartiendo la archipolémica "ciudadanía" y desde luego, el libro de texto que utilicé ni era el Kamasutra, ni el decálogo de Sodoma y Gomorra; ni un compendio de las locuras de Sade.

Lo que no sé es lo que se critica exactamente.

25 neutonios homínidos.

Anónimo dijo...

No es la primera vez que leo ese razonamiento según el cual aunque se eduque igual en casa a los niños y a las niñas, unos y otras derivarán naturalmente a sus gustos "naturales". Me parece cosa discutible; al menos, si no se tiene en cuenta (como no se tiene aquí) el hecho de que lo que van a encontrar fuera de casa son incitaciones continuas en la dirección contraria. O sea, si a una niña la han educado en casa regalándole una muñeca y un balón de fútbol, sin señalarle una u otro como pereferible según su sexo, lo que encontrarán en la calle va a ser todo lo contrario. Algo influirá también, digo yo.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Don Dyhego, en estos asuntos cada cual puede hacer y pensar lo que quiera. Por eso mismo, me parece mal imponer una visión ideologizada de la sexualidad desde las escuelas. Lo que se critica es exactamente eso: que el Estado decida qué han de saber y pensar de la sexualidad nuestros hijos. Y, en general, lo que se enseña desde las escuelas es la ideología de género, con la que es comprensible que muchos no estén de acuerdo. NO se hicieron las escuelas para las ideologías.
25 neutonios genéricos.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Anónimo, es cierto que en la anécdota que cuento parece que doy a entender que el ambiente no puede nada contra las tendencias naturales y tiene usted razón en hacerme ver la enorme fuerza del ambiente y la presión social. Pero eso no quita que la naturaleza se salga con la suya, como demuestra el hecho de que en un mundo heterosexual los homosexuales han seguido con su homosexualidad a pesar de un ambiente tan adverso a ellos. Un saludo.

Dyhego dijo...

Don Epifanio:
Desde luego una escuela privada "ideologiza" (si se me permite este horrible verbo) más que una pública, porque el profesorado de la primera ha sido elegido a dedo y porque la dirección marca una determinada línea. En la pública esto es más difícil porque los profesores no han sido destinados a un determinado centro por su ideología sino por su puntuación y demás baremos.
Así que, desde el punto de vista de las ideologías, las escuelas privadas son las que más imponen una determinada ideología.

Por otro lado, todos los profesores manifiestan de una forma u otra su ideología.Eso no se puede ocultar. En la honradez profesional de cada uno está el intentar ser más o menos imparcial, el intentar exponer las cosas desde varios puntos de vista, el intentar que el alumno llegue a pensar por sí mismo.

Además, el profesor no tiene (no tenemos)tanto poder como para dirigir la personalidad de los alumnos. ¡No pueden ni los padres, van a poder los profes!

De todos modos, ya le digo, no sé exactamente que es eso de "ideología de género".
¿Podría usted facilitarme alguna bibliografía?

25 neutonios genéricos.

(La palabra "género" nunca me ha gustado. Sólo me viene a la cabeza el género como mercancía en una lonja; o el género masculino y femenino de los sustantivos).

Antonio Montes dijo...

Interesante avispero en que te metes, Jesús. Aquí surgen opiniones furibundas (y nada gratuitas, muchas veces), pero siempre de la misma parte, es decir, del pensamiento dominante. El otro día me decía una alumna que había planteado alguna objeción a una conferenciante (o conferencianta) en el sentido de que, si ella jugaba de chica con muñecas era porque le apetecía, y consiguió que la presunta liberadora femenina se saliera de sus casillas y empezara a gritarle... «Dove si grida non è vera scienza», que decía Leonardo. Pero, yendo al grano, éste es un debate entre determinismos: el ambiental o educacional, por un lado, y el genético, por otro. No cabe duda de que el genético va ganando últimamente terreno a pasos agigantados al predominio absoluto de aquél. Al parecer (según me dice un compañero de Biología) hay ya estudios científicos que certifican una base natural en los comportamientos diferenciados de los dos sexos. Yo no soy de los que opinan que lo «científico» sea de por sí cuasi sacralmente indiscutible, pero creo que debemos concederle su credibilidad. Algún detalle sé más del asunto, pero si alguien tuviera interés le puedo pedir bibliografía. Por mi parte, y en mi muy modesta opinión, prefiero hablar de condicionamientos (que pueden ser fortísimos) más que de determinismos, porque tiendo a creer en la peculiaridad y la excepcionalidad de toda persona, lo cual incluye eso que se llama libertad.

Perdón por el comentario tan largo, pero el tema es muy interesante. Un saludo para todos.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Don Dyhego, no estoy yo muy seguro de su primera afirmación. Muchas escuelas privadas son religiosas y no es lo mismo religión que ideología, desde mi punto de vista. Por otra parte, las escuelas públicas muchas veces han sido el medio que tiene el poder para adoctrinar a la gente, como ocurre en los regímenes autoritarios tanto de un signo como de otro y como ocurre muchas veces con la educación sexual que se imparte en los centros actuales por parte de supuestos expertos que dan a los niños una visión de la sexualidad muy diferente de la que querrían muchos de sus padres. Yo eso lo he visto en algunos centros y es puro adoctrinamiento sexual. En lo que estamos de acuerdo es que viva la libertad y muera el adoctrinamiento y, para eso, es necesario que no sea materia de estudio obligatorio un enfoque muy discutible de la sexualidad. En el fondo, están en pugna dos diferentes visiones de la sexualidad: la, digamos, tradicional, que asocia sexo con amor y compromiso e hijos, y la de género, que asocia sexo con probar nuevas experiencias, con diversión, con la elección de nuestros gustos independientemente de nuestro sexo biológico. Podrá uno estar más de acuerdo con una que con otra, pero desde luego lo que no hay que hacer es decir en la escuela que solo la segunda es correcta y científica, porque eso es opinable. 25 neutonios sexuados.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Antonio, gracias por la distinción terminológica. Yo también creo en condicionamientos más que en determinismos. Pero no tengo muy clara una cuestión: en la ideología de género ¿se habla de las tendencias sexuales como libre elección o como determinismo genético? Un abrazo.

Dyhego dijo...

Don Epifanio:

No sé si la “religión” y la “ideología” son cosas distintas, pero desde luego, en manos del mandamás de turno, se utilizan con el mismo fin: dirigir y controlar la vida de las personas.
Creo que el “adoctrinamiento sexual” que usted menciona no es tan fácil de realizar porque los niños ya han recibido en casa, mejor o peor, más o menos completa, una educación sexual y cuando ya son más mayores, ya han recibido mucha información (exacta o inexacta, por parte de familiares, vecinos, amigos, profesores, televisión, cine, prensa, literatura, canciones, etc, etc. ¿Realmente lo que diga un sexólogo en unas cuantas charlas va a marcar la identidad de un niño?
Lo preocupante del asunto es que en el saco del “género” cabe todo (verdades, mentiras, medias verdades, tonterías, etc, etc). Y en el saco de los “opositores” cualquier anécdota “libertina”sirve de ariete para derrribarlo todo.
25 neutonios cogitantes.

Anónimo dijo...

Pienso que ocupamos casi todo el tiempo de nuestras vidas en almacenar conocimientos, y esta muy bien,vamos a la escuela a la universidad, eso es necesario, sin embargo no nos paramos a conocer sobre nosotros. Creo que una persona que se dedique a saber de él, conoce sobre él, descubre lo que quiere y al mismo tiempo va dejando a un lado el condicionamiento, se despega de esa corriente que lo convierte en seguidor de otros. Eso es acercarse a ser quien se es y el camino de la verdadera libertad.

un saludo apretao

Jesús Cotta Lobato dijo...

Don Dyhego, de acuerdo en lo del manndamás de turno. En cuanto a eso de que un supuesto sexólogo no va a influir en el alumno atiborrado ya de educación más o menos sexual, ¿por qué cree usted que tienen tanto empeño en dar esas clases en las escuelas? No digo yo que marque al niño, pero alguna huella le dejará. Y, la verdad, comprendo que una familia se escandalice porque un señor que ellos no conocen le diga al niño cómo se tiene que tocar y con quién. Ese mismo tipo le dice algo de eso a nuestro niño en el parque y ya lo estaríamos acusando de pederasta. 25 neutonios dialécticos.

Dyhego dijo...

Don Epifanio:
Considero que es necesario separar el sexo de la procreación y toda información sobre anticoncepción debería ser bien recibida.
Por otro lado, no entiendo que los jóvenes, con todo lo que se supone que deben saber sobre sexualidad, con todas las charlas que han recibido y con toda la información que circula sean tan tontos y tan irresponsables como para no saber utilizar un simple, cómodo y eficaz preservativo.
Habría que replantearse las charlas sobre sexualidad.
25 neutonios profilácticos.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Don Dyhego, esa es una de las posibles visiones de la sexualidad y no hay que imponerla en las escuelas públicas, que deben ser neutrales. Sobre la sexualidad hay muchas opiniones y es lógico que los padres quieran inculcar a los hijos la suya. Otra cuestión par otro debate es plantearnos por qué, a pesar de tanta información sexual y contra la violencia, hay tantas chicas que acaban abortando o pidiendo la píldora del día siguiente. 25 neutonios.