domingo, 26 de abril de 2015

Notas atenienses

He estado en Atenas y la he encontrado muy cambiada y para bien. Las nuevas líneas de metro y las nuevas calles peatonales han hecho fácil y cómodo moverse por la ciudad. No me he encontrado con la miseria que los medios a veces han cacareado para que los españoles no nos sintamos los últimos de la cola.

Por desgracia, Atenas es el paraíso de los graffiteros. En vez de pintarse lo que yo me sé, se dedican a afear todas las fachadas de la ciudad. Según una amiga griega, Tsipras los ha envalentonado.

Pregunto a mis amigos griegos qué opinan de la reclamación de una indemnización a los alemanes por el daño causado por los nazis. He aquí tres opiniones distintas: 

-"Nos lo deben y, ahora que ellos nos reclaman lo que no podemos pagar, es el momento de hacerles ver que no están en condiciones de exigir·"

-"La indemnización no la pidió el gobierno griego en su momento y ahora ya es tarde"

-"No me parece inteligente cabrear a los alemanes en un asunto en el que son tan sensibles, ahora que necesitamos que nos den unas condiciones más ventajosas".

Los turistas no siempre muestran el decoro suficiente cuando se fotografían con los soldados (¡y qué soldados!) que hacen guardia ante la Tumba al Soldado Desconocido. Uno echa en falta en España algo similar, sin alardes ni complejos.

El nuevo museo de la Acrópolis es impresionante. Ahora el Museo Británico no tiene excusas para no devolver a Atenas lo que le pertenece.

Tomar en la terraza del museo un frapé con esas vistas es un auténtico lujo.

Me parecieron caros los supermercados y baratos los restaurantes. No entiendo muy bien esa contradicción.

Para vuestra información, el mar Egeo sigue siendo tan cristalino y manso como siempre. 

Allí hemos visto a viejos amigos y he heredado una colección de sellos magnífica. Los sellos de los países árabes que ahora sufren la bota del fundamentalismo eran bastante alegres y occidentales el siglo pasado.

Eso sí, en el aeropuerto de Atenas un policía me debió ver cara de sospechoso terrorista (y eso que tuve la precaución de ir bien afeitado y bien vestido) porque me escogió de entre una multitud para pedirme la documentación.

Y aquí me entrevista Pedro Ingelmo para el Diario de Sevilla sobre Rosas de plomo.


2 comentarios:

Dyhego dijo...

Me gustaría mucho conocer Atenas.
25 neutonios, don Epifanio.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Dígamelo cuando vaya. 25 neutonios atenienses.