Felicito a Jacobo Roger por su José Antonio y Federico, aquí, recién estrenada por Francachela en Valencia y premiada por la SGAE. Se trata de una obra de teatro que recrea la amistad de ambos hombres poco antes del inicio de la guerra que los mató a los dos.
No son contrarias sus personas sino los mitos en que los bandos contrarios los convirtieron. A ambos hombres los unía el amor a la poesía, al Siglo de Oro, a España, a los desfavorecidos, y un sincero deseo de elevar el pueblo a la poesía, frente a quienes pretendían utilizar la poesía como arma de la lucha social. Coincidían además en los gustos estéticos: no solo en sus gustos y sus maneras de vestir, sino también en su veneración por la tradición española a la vez que conectaban con las vanguardias del momento.
La poesía hace más amigos, y mejores, que la política.
Sea bienvenida, pues, esta obra con la compañía de la Francachela, en una España de nuevo dividida en bandos que nos hacen creer que lo más importante de una persona es su opinión política cuando en realidad esta es, al menos en mi caso, menos del cinco por ciento de todo lo que yo soy: poeta, profesor, amigo, hijo, padre, compañero, deportista, traductor, profesor de griego y un sinfín de cosas mucho más interesantes.
Te felicito, Jacobo Roger, por desenvolverte con desparpajo, imaginación, simpatía y sin despropósitos por este terreno minado que es la amistad que tanta gente hay empeñada en negar para que no se les hundan los mitos de sus garitos ideológicos. Viva el tango de la cocaína y todo lo que tus dos personajes tengan a bien bailar.
Si mis Rosas de plomo han inspirado a obras como esta, me doy más que por satisfecho.
1 comentario:
No he leído ninguno de los dos libros, ni el que comenta ni el suyo. Si pretenden aclarar, o dar a conocer, aspectos poco conocidos de la verdad, bienvenidos sean. Si, en cambio, pretenden "blanquear" la figura de José Antonio (Lorca no lo necesita), ocultando o minimizando los aspectos de ella que les gusten menos...
José Antonio Primo de Rivera es el fundador de Falange Española, un partido cuyo carácter e ideología FASCISTAS proclamó él mismo repetidas veces. Cuando, en 1933, fue a visitar a Mussolini, dijo (y así lo recogió el periodista que le acompañaba): "soy como el discípulo que va a ver al maestro". Es bien conocida su frase según la cual "ser rotas es el más noble destino de todas las urnas".
Ése era (también; no sólo) José Antonio. Si eso se oculta o minimiza, repito, en esos libros, no se está hablando del José Antonio real, sino de la figura imaginaria que a uno y otro autor le apetece construir. Y la ficción tiene su sitio, sin duda; lo que no es de recibo es presentarla como si no lo fuera, como si se tratase de información objetiva y veraz.
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