lunes, 9 de agosto de 2010

Estampas I

1.Nadie en 1200 años se había quejado de las campanas de la iglesia románica del pueblo hasta que se instaló en él el hiperlaico.
2. Una hora diaria de gimnasio, pero se quejaba cuando su mujer le hacía acarrear las bolsas de la compra.
3. Ella decía que, si las mujeres llegaran al poder, no habría más guerras. Y le hacía imposible la vida al marido.
4.Es una lástima que no practiquemos todos el amor libre, decía, pero sólo pensaba en la vecina del quinto.
5. "El universo es un asco", dijo apurando el daikiri y quejándose de la impericia de la masajista.
6. ¡Hoja de reclamaciones! ¡Este es el hotel más caro del mundo y hay un mosquito en mi habitación!
7. Mucho Christian Dior, mucha cirugía, colágeno y silicona, pero tenía gases.
8.Compuso mil haikus mediocres y murió pensando que las editoriales eran demasiado comerciales para él.
9. Una vez lo invitó la marquesa a dar una conferencia a su palacio ante las Damas de la Beneficiencia y él fue en vaqueros y sin afeitar, porque le repugnaban esas ricachonas que dan limosnita para tranquilizar su conciencia. Ellas repartieron las ganancias entre los pobres y a él le pagaron muy bien. Él se lo quedó todo, con la conciencia la mar de tranquila.
10. Puso su pluma al servicio de la lucha obrera y lo metieron en la cárcel. Él decía que por poeta.

13 comentarios:

Juanma dijo...

Maravilloso el 9.

Y delicioso el hallazgo en el 1: el hiperlaico...es genial.

Un abrazo.

Máster en nubes dijo...

Jesús, me han gustado todos, pero el 3 y el 5 son mis favoritos. Un abrazo

mujer prevenida vale por dos dijo...

Te leo y pienso; que reflexiones más acertadas.

Lo del hiperlaico me ha costado entenderlo, será porque es lunes... yo lo llamaría el tocacojones eso sí muy progre y culto pero confunde el románico con los romanos!

Los del gimnasio... eso son tema aparte... mucho hacer músculo para lucir, pero después son capaces de ver una anciana cargada y ni abrirle la puerta, ni subir la compra!

Si mujeres como esa fueran enviadas en misión de paz, " da la guerra por estallada!"

El universo no un asco, pero el planeta tierra deja muuuuucho que desear desde que manejan el cotarro tíos como ése!

Que le facturen el mosquito como fáuna exotica!

Ya... ¿y también esperaría que a los haikus les salieran patitas y salieran del cajón y se fueran hasta las editoriales...?

Y bien tranquila que estaba la conciencia... ¡desde que la perdió ni cuenta se había dado! lo mismo que la vergüenza...

Ves, el poeta se encontró la conciencia del otro y con las dos conciencias qué iba a hacer defender lo justo, toma ya! a la cárcel, eso sí, por poeta

Jesús Cotta Lobato dijo...

Juanma, el nueve lo he visto en la realidad. Un abrazo, amigo.

Aurora, conozco a una de esas del tres. La paz empieza en casa, como tú sabes. Un beso.

Mujer prevenida, tu comentario del mosquito me parece genial. Y ya veo que conoces bien a ese tipo de gimnastas que sólo se esfuerzan en el gimnasio, y por sí mismos. En cuanto al hiperlaico, quiere decir un tipo que va más allá de la sencilla separación de Iglesia y Estado y pretende que lo religioso no asome ni en pintura. Un beso.

Naranjito dijo...

1.- Es que nunca sonaron a la hora de la siesta.
2.- Es que en el Super... siempre hay ofertas.
3.- Es que tenemos por ministro de Defensa a una Mujer.
5.- Es que las chinas no saben dar masajes.
6.- Es que el mosquito no tiene pedigrí.
7.- Es que el champan es lo que tiene, burbujitas.
8.- Es que las editoriales de ahora no son como las de antes.
9.- Es que la Sra. marquesa es la sra. marquesa.
10.- Es que la lucha obrera se terminó cuando tenía la barriga llena.

Maestro Cotta: me falta el 4.-
¿Es que tu has visto como esta la vecina del quinto?.

Naida dijo...

por que todos los hombres piensan en la vecina del quinto? mi vecina del quinto tiene 90 años y una verruga en la nariz! jajaja mil besos:)

Jesús Cotta Lobato dijo...

Naranjito, ¿no me digas que tú tienes una vecina en el quinto que está de rechupete? ¡Por una vez se cumple el tópico! En fin, qué tentación.

Naida, tienes toda la razón, pero siempre se puede pensar que esa señora con noventa años y verruga fue en sus tiempos una vecina del quinto estupenda. Un beso.

Anita dijo...

Esto sólo demuestra la bella imperfección humana. Somos algo exigentes.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Anita, esa imperfección que dices me parece bella cuando es el acicate para superarla. Un saludo.

Olga Bernad dijo...

Me quedo con el 4º, 8º, 9º y , sobre todo, con el 10º: "Él decía que por poeta", yo he conocido a algún caso así, y eso que ni siquiera ha olido la cárcel más que en cuentos. Pero es aplicable a mucho más que la lucha obrera (algo para mí bastante digno), es aplicable a muchas intenciones también dignas. Una vez leí un soneto a un Cristo crucificado que quitaba mucho la fe. No me atreví a criticarlo, pero eso da igual, la poesía es de lo más puñetero que hay. Es cruel, cruel, como la mujer de la canción... y muchas veces es más cruel con quien la quiere a toda costa. A mí me sigue dando pánico.
Jo, al final me has puesto seria;-)
Un beso, ya de vuelta.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Olga, de eso también deberíamos hablar: de los que con la excusa de la poesía meten morcillas ideológicas e intragables y pretenden que eso es poesía, por muy digna que sea la causa a la que dicen consagrarse. Un beso.

strongboli dijo...

Hombre, yo soy hiperlaico o más y me parece perfecto que suenen las campanas. De hecho, no sé como me lo monto pero en los lugares que he vivido siempre he tenido un campanario al lado, y no me molesta para nada, al contrario, así sé qué hora es. El hiperlaico al que te refieres es un capullo, sin más. Como aquellos otros imbéciles que se fueron a vivir a una urbanización a orillas de un lago y denunciaron al alcalde porque el croar de las ranas no les dejaba dormir. Parece increíble, pero es cierto.
Salut.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Strongboli, no te definiría yo como hiperlaico si disfrutas del sonido de las camaanas. El hiperlaico, al oírlas, gira el cuello como la niña del exorcista en cuanto las oye. Me he inspirado en un conocido que vive en el centro de Sevilla, atestado de conventos, y se queja al ayuntamiento de las campanas. También tú recibe mi saludo.