1. Pasar cerca de un andamio plagado de albañiles y que le echen piropos a otra chica, pero no a ti.
2. Tropezar ridículamente contra un árbol justo cuando hinchabas el pecho por la calle mientras mirabas con rostro seductor a unas mujeres que estaban de rechupete.
3. Ir con tu mejor conjunto de falda y blusa acompañada de un compañero de trabajo muy guapo que te gusta, pero que no deja de mirar a todas las mujeres mientras te habla.
4. Ser escritor o profesor o jefe y que alguien más joven te corrija una falta de expresión, de puntuación o de ortografía.
5. Justo después de orinar, guardarte muy pronto la colita en los calzoncillos sin escurrirla bien y que una gota traspase el pantalón.
6. Que alguien pase, por pura caridad, el mal trago de tener que decirte que tienes en la cabeza “una cosa”, que no es otra cosa que una cagada de paloma.
7. Despertar de la siesta con tu propio ronquido.
8. Estar orgullosísimo de un poema que acabas de escribir y, cuando se lo pasas a los amigos de los que te fías, te dicen que es un poema muy malo.
9. No dejar que tus hijos se junten con unos niños con pinta de tener piojos y ser unos ladronzuelos y resulta que al día siguiente tus hijos han pillado piojos en el cole y te llaman de unos grandes almacenes para decirte que los han pillado robando.
10. Fardar ante la concurrencia de haber escalado el Teide y, mira tú por dónde, en la concurrencia hay varios escaladores que han subido al Mont Blanc, al Aconcagua y ahora se están preparando para el Everest.
9 comentarios:
Si no te enciendes contra quien te sonroja, sí que son curas de humildad. ¡Cuánta falta hace! Si ya se lo dijeron a San Pedro, que con el tiempo lo llevarían a donde él no quisiera. La muerte y sus acechanzas a todos nos humillarán.
Estas cositas sirven para prepararnos.
Don EPIFANIO:
Siempre hay alguien que nos deja en mantillas. Afortunadamente para nuestro ego, siempre hay alguien a quien superamos en algo.
De eso se trata, de buscar un equilibrio para que nuestra personalidad no se resienta demasiado.
En cuanto a la "gotita vergonzante", deberíamos hacer como las mujeres...
25 neutonios humildes.
Algunas las conozco de primera mano, la que mAs me duele es la del poema. Un saludo.
pd.
teclado inglEs
Reyvindiko, no se me había ocurrido ver las curas de humildad como preparación para la muerte. Pero lo que siempre he pensado es que la enfermedad que suele preceder a la muerte es la gran cura de humildad. Un beso.
Dyhego, lo de la gotita vergonzante, ahora que lo recuerdo,lo sacó usted aquí a colación y eso es lo que me ha inspirado la entrada. Y totalmente de acuerdo en todo lo que usted dice. Por fortuna, siempre hay alguien mejor y peor que tú. Y en lo de hacer como las mujeres, eso es lo que hay que hacer. XXV neutonios.
Al norte, algunas también me han ocurrido a mí. La del poema, por ejemplo. De las otras no diré cuáles. Un abrazo.
Varias de esas curas las conozco.
Me apunto a la teoría de ReyVindiko.
Saludos
España entera está recibiendo lecciones de Humildad, pues cómo está todo...
No cogé ventaja, pues ya somos dos en esas dos cosas.
Sefa, esperemos que todo se quede en una cura de humildad y no en el estrepitoso batacazo que nos tememos. Un abrazo.
Jesús tienes razón, estoy asustadísima. Un Abrazo.
Me temo que no me va a quedar otro remedio que irme de España, esto está imposible, y sólo hago que echarme las culpas yo, de que si soy negativa, que si todos mis errores, que tengo lo que me merezco...pero esto lo veo imposible...no se ue opinaís...
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