lunes, 17 de junio de 2013

Ideologías y nombres de calles

La gente ideologizada, o sea, la que considera que los que no profesan la ideología correcta son tontos o son malos, valora a los demás por su ideología, no por su valía, su trayectoria o por ser sencillamente personas. 

Eso explica el afán de la actual Ley de Memoria Histórica, que es un claro ejemplo de ley ideologizada, por borrar del callejero todo nombre de persona relacionada con el régimen franquista o la sublevación militar. Franco hacía lo mismo, en su afán de borrar las huellas de la República vencida. Pero la diferencia es que, mientras que Franco intentaba perpetuar la España vencedora, la democracia actual surgió del deseo de tratar por igual a todos los españoles. Que Franco hiciera distingos está muy mal, pero que lo haga la democracia es lo peor.

En vez de dar a una calle el nombre de una persona cuyos actos fueran encomiables, el ideólogo acaba poniendo el nombre de una persona cuya adscripción ideológica fuera la correcta. Y así, por poner un ejemplo, la actual calle de Bartolomé de Medina en Sevilla se llamaba hasta el 2011 Capitán Vigueras, hasta que el anterior ayuntamiento, en contra del clamor de los vecinos, decidió cambiarle el nombre, porque el ayuntamiento, muy listo él, había averiguado algo que ni los vecinos de la calle sabían: que el capitán Vigueras era  un capitán joven y poeta que murió durante el traslado de soldados en aviones desde África a la Península tras el alzamiento. Si hubiera sido un capitán del ejército republicano, el ayuntamiento habría mantenido su nombre en la calle. 

¡Ay qué hartitos estamos en España de ideólogos, que consideran bueno no al que es buen amigo, buen padre, buen amante, buen profesional, sino al que es de su cuerda! A este se lo perdonan todo; al otro, por más bueno que sea, nada.

11 comentarios:

Paco dijo...

En Jerez aun se mantiene la estatua de la Plaza del Arenal, que es de Miguel Primo de Rivera.

Pero lo esperpético fue cuando algunos quisieron cambiar el nombre de la calle "Francos" (supongo que el error vendría de que en realidad todos lo pronunciamos "Franco").

Hubo que demostrarles que esa calle existía antes incluso de que el dictador naciera, pues debe su nombre a que antiguamente esa calle estaba llena de franceses...

Un abrazo.

Vicente García Guedeja-Marrón dijo...

Querido Jesús:
Este tema da para mucho. En Málaga ahora la van a cambiar el nombre al hospital Carlos Haya, por ser aviador franquista. Se gastarán un dineral en cambiar los impresos, carteles, sábanas, etc, y los enfernos seguirán durmiendo en los pasillos, para que la gente siga diciendo"Voy a ver a mi primo que está ingresado en Carlos Haya". Así ocurrió en Jaén con el Capitán Cortés, que por cierto, no sé qué nombre progue le pusieron.
Un abrazo

Dyhego dijo...

Don Epifanio:
¿Y por qué no poner nombres asépticos?
25 neutonios.

Anónimo dijo...

Hombre si consideramos que mi abuelo era republicano y murió en una guerra montada por otros y fusilado por un capitan que tenía una calle a su nombre. La verdad no es muy de valorar, digo yo. Asi que lo mejor son nombres asépticos. Un saludo

Jesús Cotta Lobato dijo...

Paco, es que la gente ideologizada es la mar de susceptible. Es oír algo que empiece por Fran y se ponen enfermos.

Querido Vicente, ¡no me digas que quieren cambiarle el nombre a ese hospital por donde hemos pasado todos los malagueños! Yo de chico creía que el nombre del hospital era "Carlobaya". En fin, ya me extrañaba a mí que la caterva ideológica aún no le hubiera metido mano al nombre del hospital. Un abrazo.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Dyhego, el riesgo de los nombres asépticos es que si, por ejemplo, la gente de un barrio quiere ponerle a su calle el nombre de una persona hay que informarse si esa persona es lo bastante aséptica como para no molestar a nadie. No puede ser católica o musulmana o budista o un torero o un cazador o alguien que no hubiera luchado contra las dictaduras o alguien que, en fin.... que no encontraríamos a nadie, porque siempre habrá alguien que se ofenda con el nombrecito. 25 neutonios.

Prudencio, lo que hace a una persona merecedora de dar nombre a una calle no es el pertenecer al bando correcto o nuestro de una guerra, sino el haber sido una buena persona, un héroe que salvase vidas, un gran escritor, o algo así. Por tanto, si hay que quitarle a una calle el nombre de ese capitán no es porque el capitán fuera del bando nacional, sino porque era una mala persona que mató a tu abuelo. Una persona no es buena o mala por ser de un bando o de otro, sino por sus actos. Y son los actos, y no los bandos, los que nos tienen que decir si merece la pena o no ponerles su nombre a una calle. Por lo demás, Prudencio, siento mucho lo que le ocurrió a tu abuelo. A mi tío abuelo también lo mataron en Granada los nacionales. Mi dolor no sería mayor ni menor ni más digno ni menos digno si lo hubieran matado los republicanos. Un abrazo.

Dyhego dijo...

Don Epifanio:
Me refiero a nombres tradicionales: Calle de los Herreros, de la Parra, de la Punta o nombres de flores,árboles, ríos, provincias, etc.
25 neutonios.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Don Dyhego, me parece una buena solución, dado lo susceptibles que somos todos. 25 neutonios floridos.

Dyhego dijo...

Don Epifanio:
Recuerdo una de esas anécdotas que se cuentan sin saber si es verdadera en la que se le pregunta a un conocido personaje qué piensa ante el hecho de que no le han levantado una estatua y responde el nota que prefería que la gente se preguntara por qué no tenía monumento a que se preguntará ¿qué hace el tiparraco ese ahí?
25 neutonios.

lolo dijo...

En mi familia hubo republicanos de misa diaria y asépticos que curaban en los dos bandos. Los dos tienen calle. Nosotros, sus descendientes, es verdad, qué hartitos estamos de ideologías y estrechuras de mente.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Lolo, bravo por tus ascendientes. Y es normal que sus descendientes estén hartos de ideologías, porque, si son como ellos, estarían también dispuestos a curar en ambos bandos. Un beso.