jueves, 13 de junio de 2013

Tú puedes, león

El otro día en el gimnasio, había tan poca gente, que Fernando, uno de los monitores, me llevó a una sala y me dirigió una sesión de calentamiento, porque sí, porque le apetecía. Él daba las órdenes como un capitán y yo cumplía como un soldado. “Tráete la cama elástica”, “Pon doce discos en el suelo”, “Anda hacia atrás”, “Salta”... Y para que no flaqueara me jaleaba con palabras del tipo: “¡Vamos, león, león, león, toca ahí, hasta el fondo, dale caña, bravo, otra, impresionante, Jesús, rápido, rápido, león, león, león!”.

Si yo fuera rico, lo contrataría para mí todos los días. Acabé reventado, pero feliz. Rinde uno más si lo alientan.

Este Fernando, además, tiene para cada persona una palabra amable. A mí me dijo el otro día que iba elegantísimo. Las chicas están encantadas con él, porque no es un adulador, sino que tiene ese don, que también tenía mi padre, de resaltar lo bueno de cada cual en cada momento, con sinceridad y con gracia. ¡Gusta tanto que nos echen un piropo! Anda, piropead un poco, pero no solo a los cuerpos, sino también a las personas. Con eso ganaréis puntos ante la gente y, encima, la haréis feliz.

8 comentarios:

Dyhego dijo...

Don Epifanio:
Pues yo opino que es usted muy majo.
25 neutonios.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Don Dyhego, pues yo opino que usted también. Hala

lolo dijo...

Sí que es un don lo que tiene Fernando. A veces no es tan difícil decir lo bueno a los demás. Otras, lo es mucho. Hay que limpiar el corazón. Y los ojos.

gatoflauta dijo...

Por lo demás, a mí lo de "león" no me parece, en su caso, un piropo, sino meramente una definición. Que usté lee mucho es cosa del todo evidente. Ergo es usté un león, como el que llora mucho es un llorón.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Gatoflauta, pues a lo mejor era eso lo que me estaba diciendo. NO me estaba jaleando, sino diciéndome: cómo se nota que eres un león (de lector) y que no se te da bien el deporte.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Lolo, yo creo que Fernando tiene el don de decir lo bueno a quienes no conoce del todo. Los cala y les dice lo que les gusta o necesitan. Lo otro es más difícil y, a veces, por pensar demasiado acabamos no diciendo nada o diciendo más de la cuenta.

Naranjito dijo...

Maestro Cotta, un piropo (entendiendo por piropo, Piropo con mayúscula)te anima y te ayuda a sentirte bien. Yo lo practico pero solo con las conocidas.Si no conozco a la fémina me da cosa adularla (Adularla)no sea que me interprete mal.
Un abrazo.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Naranjito, la prudencia ha hablado por su boca. Sin embargo, yo sí que me atrevo a decirle a la gente desconocida algún piropo o alabanza cuando me viene la inspiración, eso sí, sin connotaciones sexuales. Un abrazo.