lunes, 26 de febrero de 2018

Mi epitafio

Este es el epitafio que Virgilio escribió para sí mismo a las puertas de la muerte en Nápoles:

Mantua me genuit; Calabri rapuere; tenet nunc 
Parthenope; cecini pascua, rura, duces.
(Mantua me engendró; los calabreses me arrebataron; me retiene ahora Parténope (Nápoles).
He cantado pastos, campos y caudillos").

En cuanto a Esquilo, el primer gran dramaturgo, no dijo nada en su epitafio acerca de su obra literaria, por lo que hoy se le conoce, sino acerca de su valor en las guerras médicas:

“de su valor puede hablar la llanura de Maratón y el medo de larga cabellera, que lo ha probado bien”.

Me parece encantador que Esquilo se enorgulleciera de su valentía antes que de sus palabras. Quizá pensara que las tragedias eran solo palabras, mientras que su participación en la guerra eran actos reales.

Por más vueltas que le doy no encuentro grandes cosas que decir en mi epitafio. Solo cosas muy pequeñas, como “tenía la letra muy fea”, “se quedó calvo muy pronto”, “cantaba en las clases las declinaciones con las músicas más variopintas”, “leía la Ilíada subido en una mesa”, “recomendaba a sus alumnos no decir palabrotas y llevar la edad de oro consigo para los demás", "le gustaba ser reaccionario contra las modas y la presión social” o “Lo más interesante lo dijo en algún verso que otro”.

Pero realmente lo que me gustaría que dijeran de mí es esto:

"Era todo su afán eliminar a su paso el sufrimiento".

Habrá que ponerse manos a la obra para que lo puedan decir.

2 comentarios:

Dyhego dijo...

Don Epifanio:
¡no piense usted en cosas funerarias, que la primavera está al caer!
¡Seguro que todo el que lo haya conocido dirá cosas buenas de usted, deje usted o no algo escrito como epitafio! Por cierto, advierto con estupor que "Epifanio" y "Epitafio" sólo difieren en una letra y en una posición.
25 neutonios epifánicos.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Don Dyhego, no se preocupe. A mí hablar de la muerte no me amarga, sino que me hace disfrutar más la primavera. No había caído en la cuenta de la coincidencia de mi nombre. Ahora que la pienso la coincidencia esa no es tan casual: si epitafio es algo así como "sobre la tumba", epifanio puede ser algo así como "sobre la apariencia". Me está usted haciendo pensar. 25 neutonios preprimaverales.