jueves, 11 de octubre de 2018

Catalanismo o disforia de patria

La disforia de patria consiste en tener una patria pero sentirse de otra que uno se ha inventado y que es magnífica y maravillosa, justo con las características supuestamente contrarias a la patria real. Por ejemplo, si tu patria es una monarquía, la patria inventada ha de ser una República; si sobre tu patria pesa una Leyenda Negra, la patria inventada ya nace en una Leyenda Blanca. Y así sucesivamente.

La mayoría de rasgos odiosos atribuidos a la patria son falsos o proceden de tópicos, generalizaciones indebidas, caricaturas, etc.

Los que sufren disforia de género tienen un problema añadido respecto del resto de la población: en cada segundo de sus vidas tienen que soportar el hecho de ser algo que odian ser: españoles.

Que son españoles se lo dicen muchos rasgos culturales inevitables, desde llevar el anillo de casados en el mismo dedo hasta tener dos apellidos en vez de uno; desde celebrar el día de los Reyes Magos a preferir el aceite de oliva a la mantequilla. Su nacionalidad española se la corean al oído sus antepasados, sus parientes, sus descendientes, su pasado común, sus costumbres y su DNI y los derechos y deberes que tienen. Es un sufrimiento muy grande que, por desgracia, muchos de ellos no sufren en silencio, sino a gritos y cabreos.

Por fortuna, muchos de ellos, no tocándoles el tema de su disforia, pueden ser las personas más normales del mundo, como don Quijote, que era cuerdo hasta que le tocaban las caballerías.

Lo más recomendable con ellos, cuando saquen el tema, es decirles la verdad, pero sin recochineo ni crueldad. Ante un ataque de ira de una persona con disforia de patria estas son algunas de las frases que se pueden decir:

-"Tú eres español, lo quieras o no". "España es de todos los españoles. No hay trozos que sean más de unos que de otros". "Un referéndum que afecte a la configuración de toda España afecta a todos los españoles". "Ir de extranjero cuando eres compatriota es como ser moreno y teñirte, o como tener barriguita y tatuarte abdominales". Etc.

Pero nada de soportarlos en silencio.

1 comentario:

Dyhego dijo...

Don Epifanio:
¡qué harto estoy del "prusés"!
25 neutonios.