lunes, 11 de marzo de 2024

De la meditación a la oración

En muchas de las páginas que leo sobre deporte y salud, recomiendan la meditación como la mejor manera de manejar el estrés. Y en casi ninguna aconsejan orar, rezar, vamos, hablar con Dios o con el coro de los ángeles y los santos. Me pregunto si es porque se olvidan de esa posibilidad, o porque les da pudor apuntarla. Pero qué bien nos vendría ese consejo por parte de los que saben de salud, para quienes, como es mi caso, no estamos hechos para meditar y olvidarnos del yo o buscarlo o qué sé yo, sino para que el yo hable con el gran Tú.  

Una vez intenté hacer una copla para convencerme de la necesidad de la meditación, pero he aquí que Él (os doy mi palabra) se me coló en el último verso y, al final, la copla que iba a ser sobre meditación acabó siendo de oración. Ahí va: 

En silencio y soledad, 
cuando todo se haya ido, 
apaga todas las cosas 
y deja a Dios encendido.

6 comentarios:

Vicente dijo...

Lo has clavao, Jesús.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Ex corde, para ti.

Dyhego dijo...

Don Epifanio:
supongo que oración y meditación intentan llegar al mismo fin.
Salu2 meditativos.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Yo creo, don Diego, que no buscan lo mismo. En la oración uno no se busca a sí mismo, ni estar en armonía con el Universo, sino que es un diálogo con Dios. Pero tiene usted razón en una cosa: en la medida en que ambas cosas acaban procurando paz a la persona, se parecen, como se parecen, por ejemplo, una buena conversación con un amigo y un buen chapuzón en una piscina. Neutonios meditabundos

Nyx dijo...

Yo tampoco estoy hecha para meditar; es más, no me da paz, sino que me resulta enervante o, en el mejor de los casos, me deja dormida, con lo cual tampoco alcanzo los objetivos que se buscan al meditar. Me han repetido una y mil veces sus beneficios, pero soy una negada.
Orar es otra cosa, orar me "descentra", en el sentido positivo, de "sacar de uno mismo". Que dé paz o no, pues depende: existe también la oración dolorida, que es casi un clamor, ¿quién no ha llorado alguna vez orando? Sea como fuere, le va mucho mejor a mi alma, y también se le da mucho mejor.
Muy bonita la cuarteta, por cierto.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Nyx, acabas de retratar mejor que un tratado teológico todo lo que me pasa durante la oración. Gracias.