miércoles, 12 de agosto de 2009

Arte y litrona

Vengo de un viaje por la Rioja.
De todo lo que he visto, destaco el Monasterio de la Piedad, en Casalarreina. Se levantó en diez años, allá por la época de Isabel la Católica, y es renacimiento puro y desde entonces está habitado por dominicas. Es una auténtica y desconocida joya que Mariasun, la voluntaria que lo enseña, intenta promocionar y mantener.

Ni las desamortizaciones ni Napoleón ni los anticlericalismos republicanos hicieron destrozos en el monasterio. Entonces, ¿quién destrozó a pedradas el excelente pórtico? ¿Quién le ha partido la pierna a ese Adán que es un prodigio de belleza masculina?

La respuesta es la litrona, mientras el ayuntamiento y los del pueblo miraban para otro sitio.

¿Qué se puede esperar de un país que, por ignorancia y resentimiento contra lo bello, destroza a pedradas lo único hermoso que tiene?

Desde aquí lanzo una maldición contra todas las litronas del mundo. Litronas meonas vomitonas destrozonas puerconas. Prohibirlas no es fascismo. El fascismo es permitirlas.

15 comentarios:

Juanma dijo...

La litrona, ay, qué tiempos. Los litroneros ignorantes son los culpables. La ignorancia, al final, es siempre el origen.

Un fuerte abrazo.

Ranzzionger dijo...

No le eches la culpa al arma, sino al brazo que la empuña. Creo que somos de la generación de la litrona y aunque nos la tomáramos cerca de un monumento, jamás se me ocurrió estamparla contra un edificio. Gracias por la recomendación. Un abrazo.

Capitán dijo...

Absolutamente de acuerdo, y hay tantos litroneros, los litroneros por acciòn y los litroneros por omisiòn.

Y a todos habría que estamparles la litrona en la cabeza

Jesús Cotta Lobato dijo...

Juanma, la litrona española, que ahora es botellona, es famosa en toda Europa, más que nuestras obras de arte.

Ranzzionger, el aforismo del arma está muy bien traído. Y sé que tú y muchos otros jamás la emprenderían contra un monumento. Pero, sencillamente, creo que el botellón no es civilizado ni respetuoso con la libertad y los derechos de los demás. Creo que hay que divertirse sin salpicar y cuando mucha gente se junta en la calle para beber, se salpica. En los libros de historia deberían consignar los destrozos artísticos de la litrona junto con los destrozos napoleónicos y demás vándalos.

Capitán, por fortuna ya empieza a haber un clima antilitronero. Alimentémoslo.

Máster en nubes dijo...

La ignorancia, el ser todos al final unos puñeteros niños bien que piensan (es un decir) que todo les es debido, que no tienen que rendir cuentas a nadie y que pague los platos que ellos rompen nadie o sus papás. Te juro que a veces pienso que merecemos que nos invadan, no sé quién, pero alguien y arrase con todo, con ellos, que no tienen ni media bofetada.

No son unos pobrecitos, no, tienen su movil todos, han ido al colegio, han tenido muchas cosas, y ahora se cagan, nunca mejor dicho, en nuestros muertos. En el pasado que es lo que mejor tenemos.

Perdón, es que estos lelos también han puesto de pintadas hasta arriba la residencia de anciandos de al lado de mi casa.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Máster, eso mismo de la invasión he pensado yo muchas veces. Una sociedad que produce niñatos tan insufribles merece un castigo. Lástima que paguen justos como tú por pecadores. COn sólo un justo que haya en tu villa, merece ser salvada. Un beso.

José Miguel Ridao dijo...

Si al menos no acompañaran el litroneo con coches discoteca...

Ramiro Rosón dijo...

A mi entender, quizá no sólo los jóvenes, sino también la sociedad entera, son responsables de esa barbarie, de esa furia animal que destruye los más nobles monumentos. Ese vandalismo juvenil, tan feroz que llega a destrozar un hermoso Adán renacentista, es un signo de los tiempos, como diría la Sagrada Escritura. La pierna rota de ese Adán nos habla de familias que han descuidado la buena crianza de sus hijos, que no les han enseñado los suficientes valores éticos y morales; de un ambiente en el que sólo se promueve el consumo desenfrenado y en el que ya no se valora al individuo por lo que es, sino por lo que tiene.

Saludos cordiales.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Ridao, si la litrona cometiera sus destrozos en silencio, serían menos molestos, pero entonces demostrarían su verdadera naturaleza terrorista. En fin, creo que me he pasado.

Ramiro, gracias por su lucidez. Es cierto. Mariasun, la que nos enseñó el monasterio, dice que la gente del pueblo miraba para otro lado cuando ocurrió eso, así que no sólo son culpables los litroneros, que no siempre son tan jóvenes, sino los que lo permiten y por no educar a sus hijos lo han alentado.

Ramiro Rosón dijo...

Quisiera añadir algo más. La idea de un Adán cojo, al que le han roto una pierna, me resulta muy sugerente, aunque las estatuas mutiladas siempre sean lamentables. Un Adán cojo es una buena metáfora del hombre de nuestra época, que anda cojo por la vida (es decir, falto de valores), cuyos males se deben a su cojera.

Por desgracia, las mutilaciones de estatuas son frecuentes en muchos lugares. Esta mañana, di un paseo por Santa Cruz y me adentré en un parque, donde hay un hermoso paseo con arcos de hierro cubiertos de buganvillas y adelfas a ambos lados. Entre las adelfas, sobresalen imágenes de diosas romanas, talladas en piedra: Venus, Flora, Juno, Vesta... Varias tienen los pezones y el pubis marcados con espray violeta; una se ha quedado manca; otra está decapitada, como si la hubieran guillotinado… Toda persona mínimamente sensible se lleva una impresión desoladora al ver semejante destrozo. En fin, los bárbaros están en todas partes.

Saludos de nuevo.

Lopera in the nest dijo...

Plas, plas, plas ... (aplausos)

elpiyayo dijo...

Un pueblo sin ideas, unas personas que pueden acceder a la cultura y escogen una litrona, un pueblo que escoge el espejito a sus costumbres, un pueblo que olvida de donde viene y que es lo que es, un pueblo que escoge cerrar los ojos, todo se lo merece, es el mejor mejunje que existe para llevar como borregos al matadero o a las urnas y encontrar siempre un culpable que hace siglos que dejó de existir.
Chavez, Chaves, Hitler, Franco, Lenin.... y ahora...... "dialogaz", paz, "responsabilidaz", "fraternidaz", en fin otro salvapatrias, Zapatero.
¿esta es la piel de toro, siempre ha sido gobernada con mano dura y levantada y con oscuras artes atacada?.
Culpable de eso Isabel la Catolica, culpable de la crisis, Jose maria Aznar, gracias a Dios tenemos nuestro salvador, " san Luis el de "platonicas sonrrisas y credos dudosos y falsos.
Por cierto, yo conozco a uno que tiene un golf negro, su cara tiene cicatrices como remiendos sin anestesia, con llantas de aleación,faldones y altavoces como alcantarillas, a ese no tienen cojones de apedrearlo los litroneros.
Bienvenido Jesús.
A ver si me borras este comentario tambien ¿existe la libertad de opinar en este tu blog?

Jesús Beades dijo...

Piyayo, has entendido mal: no había que tomarse un par de litronas antes de comentar.

Rosna dijo...

Bienvenido Cotta san , no se enoje por favor , si hace bien en denunciar y tal vez todos como parte de esta sociedad consumista y acelerada somos culpables .
BIENVENIDO A SU MUNDO DE MÁGICAS PALABRAS !!!
Rosna

Jesús Cotta Lobato dijo...

Ramiro, el Adán cojo no había comido aún de la manzana, no nos había transmitido aún el pecado original que hizo a los niñatos arrojarle la piedra. En fin, te lo cuento por si quieres sacarle más partido aún a la imagen. Un abrazo.

Lopera, creo que no es la primera vez que coincidimos en nuestra aversión al botellón. Otro abrazo.

Piyayo, como siempre, eres un torbellino. Respecto a lo que comentas, es un misterio que la condición humana sea capaz de generar un Adán tan bello y a la vez destruirlo.Qué le vamos a hacer. Respecto a la libertad de opinión en mi blog, ésta es una cuestión que trataré en alguna entrada: dejo entrar a quien quiera, sin moderación previa de comentarios por ahora, pero como el blog es mi casa, a veces he borrado alguno.

Rosna, tú no tienes ninguna culpa de la mutilación de Adán. La culpa la tiene sólo el que arrojó la piedra y los que le rieron la gracia. Un beso.