lunes, 17 de agosto de 2009

El mono coprófilo

El viernes pasado, tres hermanos del clan Cotta, armados de churumbeles, fuimos al zoo de Fuengirola (de Fairola, como dicen algunos por Málaga).

El tapir parecía un animal mitológico, con algo de aparición mística y onírica. Y el tigre era un prodigio de majestad, grandeza y belleza. Y qué decir de las serpientes y las lechuzas, del armadillo y los hipopótamos.

Sólo me desagradó un mono subido a un árbol. Se metía el dedo, cuan largo era, en el ano. In, out. In, out. Se ve que le gustaba. Una peli porno para coprófilos. Se llevaba después el dedo a la nariz y a la boca. Y, por último, defecó, con qué primor, en el tronco del árbol, colocó, con más primor si cabe, las heces a su verita y se las fue arrojando a sus congéneres, que las esquivaban como podían. Nosotros nos apartamos por si le daba por convertirnos en su blanco.

Sentí vergüenza y horror ante aquella degradación metafísica del género humano, aquel antropoide que, por algún pecado horrible, no pudo llegar a hombre, aquel elfo degenerado en orco. Me pareció horrible estar emparentado con esa cosa y que esa cosa estuviera mucho más protegida por las leyes que el nasciturus (perdonadme: si no lo suelto, reviento).

Menos mal que la guinda del día la pusieron con la danza del hombre leopardo unos músicos del Senegal. Gracias a ellos no tuve pesadillas y me sentí reconciliado con el mono. Qué otra cosa puede hacer el pobre allí encerrado sino la dactilosodomía. Así que ¡viva la libertad, no sea que acabemos como el mono!

11 comentarios:

Ranzzionger dijo...

Hombre, Jesús, ¿más derechos que el nasciturus un mono que se pasa la vida encerrado en un zoo contemplado como espectáculo? Yo pienso que lo que está haciendo es un último ejercicio de libertad, incluso, permíteme la licencioa, una especie de "performance" simbólica. Para él su vida es una mierda y se rebela y agrede a sus congéneres que parecen dispuestos a aceptar sumisamente esta terrible condición. Sí que me parece que está más cerca del humano; recuerda al Charlton Heston en el Planeta de los simios, que los otros monos de la jaula. Un saludo.

Montse Viver dijo...

Si esto pasa en Fuengirola y te horroriza, no te acerques al Nepal, donde los monos campan a sus anchas entre los templos y estupas, y si te atreves a mirarlos fijamente se enojan a tal punto, que te pueden atacar o quitarte la càmara tranquilamente. Está claro que entre los monos tambien hay clases, desde ese coprófilo con mala baba, hasta los "vigilantes" de turistas despistados del Nepal.
La etologia es una ciencia muy compleja, ya lo decía Jordi Ferrer Pi, fallecido recientemente, él estudió sobretodo los gorilas y trajo al Zoo de Barcelona a "Copito de Nieve", un gorila albino.

Gracias Jesus por hacerme reír a carcajadas imaginando la escena!

Olga Bernad dijo...

Jo, pues viva la libertad...
Yo me llevé a sobrinas e hijos a Dinópolis, que con los dinosaurios no hay riesgo de esas cosas;-)
Y también se aprende.
Abrazos, Jesús, gracias por la sonrisa (y la reflexión).

Ramiro Rosón dijo...

Jesús, ¿de qué te escandalizas? Yo diría que ver a ese mono sería una buena cura de humildad para el género humano. Al menos, el pobre mono se rige sólo por sus instintos, mientras que nosotros, los seres humanos, aun teniendo uso de razón, hemos inventado la bomba atómica, los campos de concentración, las más devastadoras armas, la silla eléctrica, las torturas más feroces… Y, por si no bastara, hemos construido y conservamos unos órdenes sociales injustos, que mantienen, a escala mundial, a millones de nuestros semejantes en la miseria. Hemos pervertido nuestra razón, aprovechando nuestra inteligencia para el mal, con mucha más facilidad que para el bien. Eso sí que me inspira vergüenza ajena y desolación, y no el mero hecho de ser descendiente de un mono. Perdóname por esta reflexión un poco dura, que se debe a mi visión un tanto pesimista del ser humano.

Un abrazo.

Er Tato dijo...

Los humanos se meten cosas peores por el culo. También por la cabeza. Y eso que somos seres superiores.

Un abrazo

ReyVindiko dijo...

Lo repulsivo no era el mono, sino lo que hacía. Quizá sea más grave en un ser humano, que tiene uso de razón, pero también le pesa más la existencia.
Es cierto que el hombre ha creado la bomba atómica (a algunos les parece un gran invento), pero también el ordenador, internet y la posibilidad de charlar aquí un rato y no sentirnos tan solos.
Debajo de ese mono encabronado y autosodomita había otro rascándole a otro que se dejaba hacer. Y es que, aunque nos limiten nuestra libertad todavía hay muchas formas de utilizar nuestros talentos.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Ranzzionger, visto así, aquel mono hacía lo más humano que puede hacer un mono. Respecto a lo del nasciturus, creo que tengo razón: al nasciturus al que no se le permite nacer no se le deja ni la posibilidad de estar en una jaula ejerciendo su libertad con la mierda.

Montse, me acuerdo de Copito. Creo que los gorilas son más dignos que los monos. Y gracias por la recomendación del Nepal. La tendré en cuenta.

Olga, los dinosaurios no pueden practicar la dactilosodomía pública. Menos mal. La próxima vez llevaré a mis hijas a Dino.

Ramiro, todo eso que dices es cierto, pero también hay poetas y héroes y buenos amigos entre los hombres. Un abrazo.

Tato, de eso doy fe, que mi sobrina es médico y me cuenta cada cosa. Las que nos metemos por la cabeza me dan mucho más miedo.

Reyvindiko, es cierto que sólo he hablado del mono coprófilo. Debería escribir otra entrada hablando de los otros. Un abrazo.

Rosna dijo...

Terrible realidad nos trae Cotta san , pero los animales no cometieron ningún crimen , con la excusa de protejerlos los encierran , viven en cautiverio , les quitan la libertad , su medio natural y lo peor es que son maltrados , lamentablemente los Zoo ...son verdaderos comercios , hasta comidita para los animales venden .... yno hablemos de los Circos ...otra aberración ...
Le regalo unas palabras de un sabio anciano indio :

lo que le suceda a los animales también le sucederá al hombre. Todo va enlazado. Deben enseñarles a sus hijos que el suelo que pisan son las cenizas de nuestros abuelos.
Inculquen a sus hijos que la tierra está enriquecida con la vida de nuestros semejantes a fin de que sepan respetarla. Enseñen a sus hijos que nosotros hemos enseñado a los nuestros que la tierra es nuestra madre. Todo lo que le ocurra a la tierra le ocurrirá a los hijos de la tierra. Si los hombres escupen en el suelo, se escupen a sí mismos.
Esto sabemos-: La tierra no pertenece al hombre; el hombre pertenece a la tierra. Esto sabemos, todo va enlazado, como la sangre que une a una familia. Todo va enlazado. Todo lo que le ocurra a la tierra, le ocurrirá a los hijos de la tierra. El hombre no tejió la trama de la vida; él es sólo un hilo. Lo que hace con la trama se lo hace a sí mismo .

Y me disculpa por favor por este mensaje extenso ...

Feliz semana !!!

Rosna dijo...

PD : MALTRATADOS .... Vale de nuevo la aclaración : MALTRATADOS ...
Rosna

Mirna dijo...

Quiero aclarar que esto no era algo puntual de un mono en concreto. De todos los monos que había, que eran cinco o seis, tres de ellos estaban subidos en el árbol haciendo esto que cuenta Jesús. Cualquiera puede buscar por la red vídeos de monos haciendo esto mismo y cosas peores. Entiendo perfectamente lo que dice Jesús. Yo, personalmente preferiría venir del delfín o de la golondrina, que me parecen mucho más dignos
Besos.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Rosna, quizá, por hacerme el gracioso, he sido demasiado duro con el mono. Pero creo que al final de esta entrada muestro un poco de benevolencia por él. Al fin y al cabo es un mono y, en fin, el animalito no tiene la culpa de que haya tanta gente mirándolo.

Mirna, ¡oh si estuviéramos emparentados con las golondrinas de la Casa del Campo!