sábado, 15 de agosto de 2009

Mira, Isabel

Mira, Isabel, qué rosas en la arena,
qué oasis de ángeles cantores
cuando más sed tenías.
Aquí gotea Dios, aquí la alondra
se perla de rocío
y una lluvia de pétalos de nieve
te ha vestido de novia.
Una brisa de Éfeso las mece
y las riega un milagro de aguas frescas.
Nunca lo olvidaremos, Isabel:
la Doncella florece en estas rosas.

12 comentarios:

El Africanito dijo...

Hola Jesús,

Me a encantado leer este pedacito de gloria.

Por cierto; que bello, delicado, elegante, deliciosamente encantador y bueno me suena el nombre de Isabel.

UN ABRAZO EN MAYUSCULA MU APRETAO

Jesús Cotta Lobato dijo...

Qué pedazo de elogio, Africanito. Isabeles hay varias en nuestra familia y todas son encantadoras. Un abrazo también mu apretao.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Gran poema Jesús, cuasi eterno.

Mirna dijo...

Precioso, Jesús, como preciosa es tu Isabel. Varios yogures de coco la esperan en mi nevera para mañana. Besos.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Javier, el poema refleja un instante, pero no había caído yo en la cuenta de que parece prolongarse en el tiempo. Un abrazo.

Mirna, esos yogures de coco en tu nevera son mucho más importantes para ella y en la realidad que mis poemas. Un beso.

Rosna dijo...

Que bello poema , impregnado de ternura y tan merecedora inspiración para cada una de sus Isabel .
Feliz semana !!!
Rosna

Ramiro Rosón dijo...

Jesús, ¿este poema trata sobre la Visitación? Las "rosas en la arena" y el "oasis de ángeles cantores" se me antojan símbolos de fertilidad, que evocarían la maternidad milagrosa de la anciana Isabel. Ahora bien, no entiendo qué significa la "brisa de Éfeso"; María vivió con los apóstoles en Éfeso, pero no alcanzo a averiguar qué relación guarda Éfeso con la Visitación... En todo caso, me han gustado mucho estos versos.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Rosna, Isabel es una de mis hijas, pero el poema es para quien se emocione un poco con él.

Ramiro, el poema no es la Visitación. Resulta que Isabel es mi hija y la puse de interlocutora en este poema donde me imaginé un rosal de la Virgen, porque leí un libro que hablaba de no sé qué rosal en Italia que siempre está florecido y que llaman el rosal de la Virgen. Pero eres de los pocos que ha caído en la cuenta de lo de Éfeso. Me alegro. Un abrazo.

Máster en nubes dijo...

jo, bonito, bonito, ¿eh?, y la niña es que es muy rica, pero su hermana también, de verdad.
Un abrazo,
Aurora

PS: es así, nadie puede competir ni con el yogur de coco ni con la nocilla, qué se le va a hacer ;-)

Jesús Cotta Lobato dijo...

Aurora, a la hermana le pondré otro poema ya mismo. Hasta pronto.

Jesús Beades dijo...

Preciosa. Como para esculpirlo en una tablita de marfil, con una rosa encima, y regalárselo a tu hija.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Tocayo, tus palabras me han tocado el corazoncillo. Anda, recibe mi abrazo.