1. ¿Que te has tragado el chicle? ¡Adiós! Ahora se te pega a la tripa y hay que operarte.
2. ¡Ve a que te pongan una tirita en esa herida, que, si no, se te van a salir por ahí las tripas!
3. No des ni una calada a un cigarro. Los niños que fuman no crecen.
4. Si no comes, vendrá el Canco (o el tío mantequero, en otros sitios conocido como hombre del saco).
5. Si no haces los deberes, te salen orejas de burro. Mira, ya empiezan a asomarte por ahí.
6. ¿Por qué le pegas a tu hermano? Te voy a pegar yo a ti, a ver si te gusta.
7. ¡Noooo! ¡No te asomes tanto al pozo, que ahí abajo vive el viejo del pozo! Si te caes ahí dentro, nunca te soltará.
8. ¿Ves esa piedra que sale de la tierra? Es la cabeza del demonio.
9. ¿Conque tú has sido el que ha entrado en mi huerta y se ha hecho pipí? ¡Voy a llamar a la Guardia Civil para que te metan en la cárcel!
10. ¡Tienes que comer! Si no comes, tus amigos Juan Carlitos y Agustinito se convertirán en hombres fuertes y tú serás siempre un niño chico y muy flaco.
11 comentarios:
Don EPIFANIO:
El listado de catástrofes y monstruos era inmenso...
50 neutonios.
....y aquella de... si dices esas palabrotas.Te lavaré la boca con lejía.Como nunca cumplían con su parte...un buen día hice justicia, y me lavé la boca con lejía,puaaagg ...me pillaron en la pila diciendo:"qué asco joe,qué asco leche ..."
He recordado mi infancia,gracias.uUn abrazo:Bittersweet.
Lo nuestro era más a corto plazo: "si no coméis os lo meto por la nariz".
No tengo muchos miedos más, al menos de los de entonces.
Don Dyhego, y aquí estamos, libres de aquellos miedos. 50 neutonios.
Bittersweet, ¡eres la primera persona que conozco que se ha lavado la boca con lejía! Nada más que por eso se te permiten decir todas las palabrotas del mundo.
Lolo, ¡ese es terrible! Conmigo habría funcionado.
Mi abuela no se andaba con tonterias, cuando veía que yo tenía intención de comerme la ternilla del pollo ella me decía: "Si te comes eso te mueres". Entonces yo dejaba el huesecillo en el plato porque realmente conseguía atemorizarme, hasta que un día quise comprobarlo y mirándola a la cara mastiqué la ternilla y me la tragué.
Pero la ocho no me la dijeron nunca que si lo hacen me muero de verdad.
Volvía para ver si alguien se acordaba del hombre del saco, que se llevaba a los niños.
También he recordado una cicatriz de apendicitis debida entonces a haberse tragado mi padre las cáscaras de pipas.
Y si comíamos almendras del árbol estarían verdes y la indigestón sería grave.
Desde luego, Cotta, me tienes pensando en mis fantasmas de entonces todo el día. Pero me he quedado más tranquila; no era normal no haberlos tenido.
Si te clavas una aguja de coser, se te metera toda, ira directa al corazon y sera mortal.
Despues de hacer los deberes, saliamos a jugar a la calle, a matar (dos equipos, la pelota...), a futbol, al escondite... algunos ninnos iba a hacer rabiar a alguna vecina. No habia quien nos metiera en casa y algunas mamas decian que habian oido en las noticias que se habia escapado una loca del manicomio y andaba por la zona. Cada invierno la misma historia.
Blimunda, tu abuela era un encanto que velaba por ti y tú ya tenías espíritu independiente. Olé por las dos.
Lolo, ah, lo de las cáscaras de pipas y lo de las almendras verdes me lo decían también a mí. Qué curioso: frases que volaban de ti a mí, sin ser de nadie. COmpartíamos palabras aladas y miedos sin saberlo.
Varenka, ¡lo de la aguja me quiere sonar que a mí también me lo han dicho! ¿Y no habremos estado en el mismo barrio? Porque yo también jugaba a lo de matar y también nos dijeron lo de la loca del manicomio. Un beso, hala.
Gracias a ti Jesús, he recordado mi infancia y no puedo olvidar esa frase que me decian:
Como no dejes de llorar nunca más podras hacer pis, o como no te lo comas todo te pongo en el suelo como a los perros.
Nunca se acabara esa lista de frases asustadisas de mayores a niños.
Reacuerdo de tu alumna.
Mi padre decía que sabía cuando mentíamos mirándonos a los ojos. Así que cuando pasaba algo que mentía él decía: A ver, mírame a los ojos para ver si es verdad! Y te tenías que concentrar para que no adivinase la mentira. Tardé tiempo en averiguar el truco.
Iria, recuerdo la del pis. En mi caso era de otra manera: llora todo lo que quieras, así tendrás menos pipí. Un beso.
Micotta, también está la variante de "a ver que te huela cabeza", para ver si mentía uno o no. La de los ojos es más directa. Un beso.
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