lunes, 7 de diciembre de 2015

No ofende la religión, sino la idea de que la religión ofende

Alegan algunos que habría que celebrar una Navidad exenta de cristianismo para no ofender a las minorías ateas o de otras religiones. Si yo formara parte de esas minorías, lo que me ofendería es que alguien pudiera pensar que me voy a ofender por eso. Es más, yo interpretaría ese gesto como una debilidad en sus convicciones que me animaría a manifestar sin pudor las mías. Total, como ellos no están convencidos de las suyas, no se molestarán por las mías, es más, las mirarán con simpatía, porque proceden de una minoría.

Eso es exactamente lo que está pasando en Europa. Noticias como esta son cada vez más frecuentes.

Ahora veo pocos niños vestidos de pastores en Navidad yendo al cole, pero lo que sí veo es muchos niños en el cole vestidos de vampiros y de otros monstruos indeseables el día de los difuntos.

2 comentarios:

Dyhego dijo...

Yo sí soy partidarios de los belenes. Ya he puesto el mío y todo.
25 neutonios beleneros, don Epifanio.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Es una lástima que el belén se haya convertido en una cuestión ideológica, cuando ha sido anterior a las ideologías que ahora se pelean.
Me imaginaré esta navidad que soy un personaje de su belén
25 neutonios.