Enrique García-Máiquez ha dedicado un artículo suyo a un poema mío.
El artículo me gusta tanto como Enrique García-Máiquez.
En él habla de las bodas de Caná, que es precisamente mi pasaje evangélico favorito. En esas bodas Eros pidió el bautismo y Jesús, un poco achispado por el buen vino, bailó al son de la música de las esferas.
Gracias, Enrique.
Aquí.
2 comentarios:
Enhorabuena. Te buscaré en libro.
Gracias, Cotta.
Gracias a ti, Lolo. Que te sea leve el confinamiento.
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