domingo, 30 de noviembre de 2008

Miguel Hernández


Por los poetas siento admiración, asombro, gratitud, simpatía, pero sólo por Miguel Hernández siento todo eso y, además y sobre todo, una camaradería viril, un recio estrechamiento de antebrazos, una hermandad profunda y primitiva. Él escribe con sangre lo que yo, como poeta, como padre, como amante, como sufriente, soy y siento.
Entre tantos poetas falsamente pastoriles, sólo él fue realmente poeta y pastor, como lo fue mi padre, no en un locus amoenus, sino entre peñas y ortigas.
No he encontrado ningún poeta donde haya tanta viril reciedumbre y, a la vez, tanta delicadeza. Es además uno de los pocos poetas contemporáneos, junto con Bécquer y Lorca, que le gustan a todo tipo de gente. Y eso es mérito suyo.
Por otra senda yo, por otra senda
que no conduce al beso aunque es la hora...

sábado, 29 de noviembre de 2008

Eufemismos

Traduzca usted al español las siguientes frases de este lenguaje en clave con que nos atormentan a diario:
a) Debido al crecimiento cero, la empresa va a proceder a una reestructuración de la plantilla y a un reajuste del precio. Esta información nos ha sido suministrada por nuestra empleada de fincas urbanas.
b) Dos internos han solicitado los servicios integrales de dos masajistas subsaharianas sin capacidad auditiva.

viernes, 28 de noviembre de 2008

El amado

Siempre me ha sorprendido que, aunque la muerte más dolorosa es la del hijo y no la de los padres o la del amado (o sea, la del marido o mujer o novio etc), nos duela mucho más ser abandonados por el amado que por el hijo y los padres juntos, porque el hijo nos abandona en pos de la vida y los padres en pos de la muerte y tanto una despedida como la otra son inevitables ciclos de la vida, pero el amado nos abandona porque quiere y en pos de algo o alguien mejor para él que nosotros y su marcha tiene algo de evitable fracaso personal; si seguimos amándolo, su marcha nos sume en una soledad mucho más honda, porque era él la persona escogida por nosotros para la travesía de la vida y para sobrellevar juntos, entre otras cosas, la marcha de los padres y la de los hijos. Quizá por eso también su marcha es tan liberadora si no lo amamos. ¿Puede haber algo más hermoso que una persona que no concibe sin ti el universo, pero que sólo está atada a ti por su libérrima voluntad?

jueves, 27 de noviembre de 2008

Del "quiérete a ti mismo" y otras tontadas

Ahora está muy de moda el mandamiento del autoamor: Ámate a ti mismo. A mí, como me gusta llevar la contraria, me dio durante un tiempo por decir que yo sólo me amaba lo bastante como para no ir suicidándome por las esquinas. Ahora soy más moderado y me quiero un poco más, porque, si tengo que amar al prójimo como a mí mismo, no está bien que me quiera sólo lo bastante como para no matarme, sino un poquito más.
De todos modos, me sigue reventando eso del autoamor. La mismidad con uno mismo es un rollazo y además no hay que hacer esfuerzos para amarse uno a sí mismo mismamente. Eso lo hace uno sin querer. Por ejemplo, ahora tengo puesto el radiador para no pasar frío y eso lo hago instintivamente, sin recordar el mandamiento del autoamor. Sin embargo, se me olvida con una facilidad espantosa que hay gente que pasa frío. ¿Por qué iba yo a tener que amar tanto a un hombre como yo que se olvida de los que pasan frío?

miércoles, 26 de noviembre de 2008

De la muerte, con perdón

A la gente no le gusta hablar de la muerte, pero a mí sí. Cuando sale el tema, siempre hay algún aguafiestas que pide al que ha sacado el tema que no sea un aguafiestas. Pero a mí la muerte me da ganas de vivir y por eso pienso mucho en ella. Supongamos que sé que me voy a morir dentro de un mes. En ese caso, creo que programaría muchas entradas en esta bitácora para que la gente me pudiera seguir leyendo tres o cuatro años después de mi partida. Eso sí, pediré disculpas por no poder responder a los comentarios. Escribiría una entrada pidiendo perdón a los que he ofendido. Ya sé que no está de moda pedir perdón ni sentirse culpable, pero uno es como es y arrastra sus culpas de año en año y es mejor despedirse sin ellas. Lucharía por no ser un viejo cascarrabias que todo el mundo desea ya que la palme. No hay espectáculo más feo que un viejo dando por culo hasta el final. Cuando mi padre se estaba muriendo, me pidió que escribiera un poema explicando que lo más terrible que puede afrontar un hombre no son los peligros de la vida, que lo más grande no es alzar torres o empresas, sino la agonía, lidiar con la muerte que preside invisible el testero de tu cama. Escribí el poema, pero no estaba a la altura de lo que él sentía y me pedía. Uno nunca está a la altura de la muerte del otro.

martes, 25 de noviembre de 2008

¿Por qué los toros no violan a las vacas?



Cuando mi cabeza estaba aún poblada de negros rizos, me parecía que la violación era un acto más animal que humano y no entendía por qué los toros, con lo bravos que son, no violaban a las mansas vacas, mientras que los hombres, tan inteligentes, sí violaban a veces a las mujeres.
Estudiando filosofía, me quedé calvo y comprendí que los animales tienen unos instintos programados para actuar siempre del mismo modo ante ciertos estímulos. Si la vaca levanta la cola, al toro se le dispara el dispositivo: para él la vaca es una tentación irresistible. Pero si a la vaca le duele la cabeza, no hay tutía: o el toro se busca una vaca receptiva o no dice ni mu. Como el toro no programa nada, sino que se deja programar, no viola ni aun cuando parezca que está violando, ni ama ni le da por decir a la vaca Romualda que se ponga un picardías. Con dejarse arrastrar le basta. El hombre, en cambio, el único bicho con seso y con sexo, tiene que administrar el potencial de su sexualidad con programas elaborados por él mismo. Por eso, sus desmanes sexuales no los puede justificar con sus instintos, pues él es responsable del programa con que los administra. La fidelidad es uno de esos programas. Es, por así decir, un antivirus.

lunes, 24 de noviembre de 2008

La fatuidad de algunos conceptos

...IDAD
Hay conceptos que encandilan con sus bengalas al intelectualillo. Por ejemplo, catalanidad, españolidad, lo euscaldún.... ¿Qué es la catalanidad? ¿Un gen, una manera de ver las cosas? ¿En qué se diferencia la catalanidad de, por ejemplo, la andorranidad, la aragonesidad o la calatayudidad? ¿En que en Cataluña se come más butifarra que chorizo? Pero eso a lo sumo lo que hace es diferenciar el olor de los eructos locales, no a las personas. Entonces, ¿en qué consiste? ¿En que los catalanes hablan otra lengua? Pero ¿qué diferencia fundamental es esa de decir "estic fins als collons" y decir "estoy hasta los cojones"? La hartura y los cojones son los mismos.
Puedo entender que se distinga entre la cultura occidental y la hindú, donde los respectivos conceptos de hartura y collons tienen muchas leguas y siglos de distancia, pero crear un concepto para un terrenito y unos vecinos que se parecen en todo a los otros menos en el hecho de comer butifarra y de celebrar al patrón en marzo y no en junio es una exageración propia de oligofrénicos alimentada por politicastros que anhelan más poder político.
Basta con crear un sustantivo que acabe en -idad y los intelectualillos con la gorra calada hasta las orejas orgasman con todos sus cojoncilios.
Menos mal que en Andalucía no nos ha dado todavía por creer en la andalucidad.
Como dicen que dijo Diógenes:
"Sócrates, veo el caballo, pero no la caballeidad".

domingo, 23 de noviembre de 2008

Mi cumpleaños

Amigos queridos:
Hoy cumplo cuarenta y un años. Cuarenta y una vueltas al sol. Y aunque no he visto nunca una aurora boreal ni el Salto del Ángel ni un fiordo ni las ballenas en el Pacífico ni un delfín saltando en el horizonte marino ni un eclipse de sol; aunque a veces voy al trabajo como a un patíbulo y no soporto a la gente gritona y escupidora por la calle y me asquea la política, sin embargo, estoy contento. Mis hijas son guapas, buenas y listas. Una mujer me adora. Mis amigos me quieren. Mis alumnos me aprecian. Mis hermanos están deseando verme. Dios, a quien yo he negado tres veces, nunca me ha dejado. Y yo no doy abasto para dar las gracias.
Ya es hora de ir pensando en cambiar esta foto mía que Jabo puso en mi bitácora. Desde que me hicieron esa foto han pasado ya tres años.

Ab imo pectore
Jesús Cotta Lobato

sábado, 22 de noviembre de 2008

El mal ejemplo en el cine

Como dice mi amigo Felipe, lo nocivo en el cine y la literatura es mostrar malos ejemplos cercanos a la vida de la gente. A un adolescente no le da por imitar a Hércules o a Conan el bárbaro, pero sí a los adolescentes de esas pelis que son insolentes con sus padres o profesores y tratan a las chicas como chulos. Hércules no está a su alcance. Los niñatos guapos de los institutos televisivos, sí. El programa de Gran Hermano, con toda su insolencia y sus pedos y sus habladurías, es mucho más pernicioso para la sociedad que todas las películas de serie B. Pero, claro, lo que sale en la prensa, lo que alarma a la gente, es el caso aislado y sorprendente de un muchacho que descuartiza a un amigo por haber visto tantas películas de vísceras, pero no sale en la prensa la impertinencia niñatil que la tele inocula en los muchachos.

viernes, 21 de noviembre de 2008

Romanos posmodernos

Si los romanos hubieran sido posmodernos, no habrían luchado contra los cartagineses, no habrían considerado las virtudes romanas de austeridad, patriotismo, fidelidad a las tradiciones y los dioses como superiores a las cartaginesas y cuando algún romano hubiese echado pestes de los dioses cartagineses, que devoraban niños vivos, se le habría tachado de etnocentrista, de patriotero, se le habría recordado algún crimen o abominación cometido por alguno de los dioses romanos y, entonces, como los cartagineses no serían tan posmodernos, sino que estarían muy orgullosos de ser quienes eran, de creer en sus dioses, habrían aprovechado para convencer con armas y elefantes a los romanos de cuán conveniente era que no creyeran en sus dioses, en sus tradiciones, en su patria y, por tanto, en la necesidad de defenderlos.
Pues eso

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Elogio del carnívoro


Drácula seduce porque es carnívoro y cazador. Si rumiase grama, no seduciría a tantas doncellas, porque los herbívoros tienen cara de pazguatos y necesitan muchos estómagos para descomponer tanta celulosa. Las vacas son tontas porque para comer sólo tienen que agachar una cabeza con poco seso, pero los lobos son listos porque tienen que ingeniárselas para devorar vacas y han invertido en neuronas, no en estómagos. Comerse una vaca es comerse las toneladas de hierba que ella ha rumiado, es decir, es tomar alimento concentrado.
Dicho esto, os aseguro que casi soy vegetariano y que he escrito esta entrada porque me he despertado batallador y combativo, pero que luego yo sería incapaz de matar una cierva blanca para devorarla. Prefiero comer hierba como ella.

Muerte y renacimiento de los blogs

Invito a los visitantes de esta bitácora (me gusta más esa palabra que la de blog) a visitar esta página acerca de los blogs que me ha recomendado lopera in the nest. Es jugosa y divertida. Un abrazo para todos.
http://orsai.es/2008/11/una_charla_sobre_la_muerte_de_los_blogs.php

martes, 18 de noviembre de 2008

Otra anécdota con moraleja

Sube al autobús una abuelita con su nieta de unos tres años. La niña pone su manita en el respaldo del asiento delantero y, sin querer, le tira del pelo al señor que está ahí sentado.
-Lo siento, señor -se excusa la abuela.
-La gente -responde el señor con malas pulgas-, pidiendo perdón, cree que lo arregla todo.

¿Cuál es la moraleja?

Amoavé: Si lo único que puedo hacer, una vez hecho el daño, es pedir perdón y a usted eso no le parece bastante, ¿qué quiere usted que le diga, señor? Váyase a la porra (iba a decir una palabra más fea, pero mi hija no me deja).

lunes, 17 de noviembre de 2008

Anécdota con moraleja

Chica muy solidaria en parada de autobús. Lleva en la camisa un estampado contra el racismo y compra abalorios jipis a los inmigrantes. En su carpeta, una pegatina contra el machismo. Coge el autobús a las siete y media de la mañana todos los días y los conductores la temen, porque si el autobús llega cinco minutos tarde o sale medio minuto antes, ella se lo echa en cara con muy pocas contemplaciones. Una mañana el autobús llega a las siete y veintinueve minutos y el conductor, en vez de abrirnos las puertas, sale discretamente por la puerta trasera en dirección al parque y regresa tres minutos después. El autobús sale a las siete y treinta y cuatro. La chica solidaria le echa en cara que con el frío que hace nos ha dejado a todos fuera mientras él se iba y que para colmo salimos tarde. El conductor responde: “Verá usted, es que los conductores no somos máquinas y tenemos que mear de vez en cuando. Si fuéramos robots, yo entendería que usted se enfadase si salimos tarde, pero es que esto es lo que tenemos los hombres: que meamos.” No se crean ustedes que a la chica hipersolidaria la convenció el argumento. “A mí eso no me importa. Yo lo que quiero es que el autobús salga a su hora. Si la empresa les da a los trabajadores unos horarios inhumanos y en la parada no pone un retrete para ellos, el que no tiene que pagar las consecuencias es el cliente. A mí qué me cuenta.”
Así ocurrió, así lo vi, así lo cuento.
En fin, que mucha gente, como doña hipersolidaria, no saben lo que es el amor al prójimo, el respeto a los demás, tratar a los demás como fines en sí mismos. Ella sólo quiere comodidades, puntualidad, eficiencia, o sea, verse rodeada de cosas que le sirven para lo que ella quiere, no de personas que a veces se ponen enfermas o mean. Hay que suponer que ella, de ser el conductor, se dejaría reventar la vejiga para que los pasajeros no lleguen un minuto tarde a sus destinos.

domingo, 16 de noviembre de 2008

Elogio del consumismo II

Lo malo no es comprar muchas cosas, sino comprar personas con esas cosas, comprar cosas y no compartirlas, comprarlas para quemarlas en una orgía de nuevos ricos. Los mejores momentos que recuerdo de mi vida no habrían sido posibles sin dinero: retozar en una buena cama después de una sesión de baño relajante, ir con mi buena mochila y mi buena comida con mis amigos en coche hasta un parque natural y desde allí echar a andar y grabar en vídeo a una cierva blanca, comprarme con mi primer sueldo los libros que tenía que pedir antes prestados en las bibliotecas...
La prueba de que la gente gana dinero para hacer felices a las personas es que nadie quiere mucho dinero y muchas cosas siendo Robinson Crusoe en una isla deshabitada.
Ya sabemos que ser es mejor que tener y que el dinero no da la felicidad. Pero también es cierto que consumiendo se es muy feliz, se duerme mejor y, en fin, se hacen mejor y más a gusto esas cosas que nos gustan tanto. Eso de Diógenes es una tontería. Podía haberle pedido a Alejandro otra cosa, por ejemplo, dinero para fundar una escuela filosófica, o un hospital para parias, pero Diógenes era un soberbio; se creía superior por no tener nada y ser mucho. Otros más listos habríamos calentado la cabeza a Alejandro pidiéndole cosas. Alejandro estaba dispuesto a dar como quien era: tenía y era generoso y eso le hacía ser mucho. Diógenes se portó como quien era: no tenía nada y eso le hacía ser un fatuo, por eso prefirió humillar a un grande.

sábado, 15 de noviembre de 2008

Cómo escribir un poema

La mayoría de los poetas que leo tienden al endecasílabo. Alternan versos de siete sílabas con otros de más de diez, pero en general el endecasílabo se acaba imponiendo. Fue mi hermano Daniel quien me enseñó que en el endecasílabo había que evitar los acentos en la quinta y séptima sílaba. Lo eufónico es ponerlo en la sexta sílaba o en la cuarta y octava. Esto no es un dogma. El oído y la maestría pueden saltarse las normas a la torera. Pero para quien está empezando, le viene bien este consejo.
Siempre me encantó este título de Ballester por endecasílabo:
Quizá nos lleve el viento al infinito.

Elogio del consumismo I

Todos sabemos que el dinero no da la felicidad y que ser es mejor que tener. Entonces, ¿por qué nadie se rige por esas máximas? ¿Por qué no hacemos todos como Diógenes, que vivía en un barril y que lo único que le pidió a Alejandro Magno era que se apartase, porque le estaba quitando el sol?
Como decía Nietzsche, poco valioso es lo que necesita ser probado. Para demostrar que ser es mejor que tener y que el dinero no da la felicidad, hay que hacer muchos silogismos. En cambio, la afirmación de que tener y el dinero son cosas muy importantes no necesita demostración ninguna.
Esto no significa que haya que dedicar la vida a ganar dinero y a tener muchas cosas; significa que no hay que sentirse culpable por querer dinero y por comprar cosas si todo eso lo hacemos para ser más buenos y felices. Si uno hace horas extras para llevarse a la familia de vacaciones o para pagarse unas vacaciones de esquí, ¿por qué ha de ser eso peor que dedicarse a filosofar contemplando una puesta de sol que también puede contemplar en el magnífico hotel de la estación de esquí?
Lo mejor es no envidiar a nadie por su dinero. Pero ganar dinero es buenísimo e importantísimo, siempre que uno lo haga sin aplastar a las personas. Yo sólo consideraría malo ganar dinero si eso me lleva a crear desgracia a mi alrededor, hacerme más egoísta, pero si gracias al dinero puedo invitar a mis amigos a mi casa a una cena estupenda con un buen vino y comprarme libros buenísimos y pagar los mejores médicos, ¿por qué empeñarse en considerar como algo sucio y malo el dinero? Al contrario, es un medio estupendo para fines más estupendos todavía. Lo importante es ser generoso y si no gano dinero, poco generoso puedo ser.
Así pues, ganemos dinero para ser felices y hacer felices a los demás, a los que les compramos y a los que se benefician de lo que compramos.

viernes, 14 de noviembre de 2008

Menos nación y más civilización

Los países europeos bien harían en abandonar sus viejas rencillas históricas y empezar a cultivar un amor a su civilización: Grecia, Roma, el legado cristiano y el legado de los pueblos bárbaros. Los niños suecos y los niños españoles deberían estudiar en el colegio a los grandes autores europeos y no a mediocres escritores sólo porque son nacionales. Si los niños no saben quién era Moratín no pasa nada, pero sí pasa si no saben quién era Dante.

jueves, 13 de noviembre de 2008

¡Un poco de anarquismo, porfa!

¡Confiemos en los hombres, por Dios! No los atemos con tantas murallas, fronteras y cadenas. Que haya un poco de caos. Con garantizar los derechos humanos, el Estado ya tiene bastante trabajo. Que no se meta a organizar nuestras vidas, nuestros trabajos, nuestras muertes, nuestros amores, nuestra cultura. No somos ángeles ni bestias y, por tanto, no nos viene bien ni la ausencia de poder ni el poder total, sino esa mezcla sabia de anarquía y orden: orden para detener a los asesinos, anarquía para que los buenos sean libres.
Que las escuelas se hagan solas. Que las fronteras se borren. Que quien quiera contrate a quien quiera y quien quiera firme los contratos que quiera.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Más instrucción y menos cultura

Desde que tengo memoria he oído decir que en España se lee poco, pero no creo que sea ése el problema. El problema no es la falta de lectura, sino la falta de instrucción. Que la gente no lea novelas o ensayos o no vaya a la ópera y al teatro sólo afecta a novelistas, ensayistas, tenores y actores. Pero la falta de instrucción es la destrucción del país.
Para llegar a la cultura hay que pasar primero por la instrucción, pero a la cultura sólo se acercan algunos de los instruidos. Los instruidos, después del trabajo, prefieren el fútbol, la cacería o el porno. El instruido culto, después de un poco de todo eso, además lee un poco.
Todas estas campañas que se hacen para que se lea más son disuasorias. Cuando un bien tiene que promocionarse desde el Estado mal va la cosa, mala prensa tiene. Mejor es prohibir la lectura que exhortarnos a ella. Mejor es invertir dinero en la escuela primaria y secundaria, para que haya pocos alumnos por aula y para crear una educación de calidad y de esfuerzo. De ahí saldrán españoles instruidos, algunos de los cuales se harán cultos. Los demás podrán llegar a ingenieros, aunque no lean una novela ni aunque los linchen.
Es cierto también que entre los cultos abundan las personas bien educadas, pero también hay muchos cultos insoportables y muchos analfabetos exquisitos.

lunes, 10 de noviembre de 2008

Elogio del viejo verde

El sexo no es patrimonio de los jóvenes, sino una propiedad de las personas. Cuando uno ya no tiene fuerzas para cabalgar a una doncella, tiene ojos para gozarla. ¿Debería un viejo no volver la mirada ante una mujer de buen ver sólo para no caer en el estereotipo del viejo verde?
Fernando Lázaro Carreter lamentaba que los jóvenes llamasen guarro o puerco al viejo verde. Es mejor llamarlos verdes que puercos, porque el sexo no es puerco, sino verde.
En esta época en que tanto se insiste en que el sexo es natural y bueno a toda edad, se sigue despreciando la lascivia en los viejos porque se ha encumbrado el valor de la belleza exterior juvenil más que el de la felicidad, el de la salud y el del respeto. Lo importante no es estar sano o a gusto contigo, sino tener un aspecto envidiable y juvenil. El sexo en el fondo se sigue considerando algo sucio y la prueba de ello es que si no lo hace alguien bello y juvenil, nos parece feo.
Sentir simpatía por el viejo verde es sentir simpatía por el ser humano. Si no nos cae simpático, es porque en realidad no perdonamos al hombre ser hombre salvo cuando es bello y joven, como si el sexo fuera una guarrada imperdonable cuando somos feos y estamos arrugados.
Que levante la mano el que, llegado a la senectud, quiera verse libre de la pulsión sexual que tantas satisfacciones le reporta ahora.

domingo, 9 de noviembre de 2008

Elogio del empresario

Saramago cuenta en una novela cómo un alfarero tiene que cerrar su taller por culpa de las grandes superficies y al final decide hacer como última obra su vasija favorita, que nadie le compra. Saramago lo presenta como un mártir, pero es un tipo cabezón que se empeña en hacer lo que a nadie ya le interesa. Sin embargo, Singer, el de las máquinas de coser, se arriesgó con su empresa y vendía un producto que sí que le interesaba a la gente. ¿Quién es más humano? ¿Singer que pensó en lo que nos convenía o el alfarero que pensaba sólo en sí mismo y en su absurda vasija?
Como dice mi amigo Felipe, alguien debería rescatar al empresario del oprobio.

sábado, 8 de noviembre de 2008

Vivan las diferencias sexuales

Sin entrar en el debate acerca de si las diferencias entre hombres y mujeres son naturales o culturales, quiero decir que a mí me gustan esas diferencias, siempre que no supongan discriminación ni desigualdad ante la ley. Algo de mi felicidad actual lo debo a que mi padre y mi madre eran muy distintos. Por ejemplo, mi padre me podía llevar a hombros y no se ponía medias y su mano recia en mi frente para comprobar si tenía fiebre me curaba la fiebre; y mi madre no se ponía chaqueta y corbata y llorar en su regazo era un consuelo que ninguna otra cosa me puede otorgar. Esas diferencias me han ayudado bastante.
Sin embargo, cunde por ahí la idea de que el papel de hombre y el de mujer son meras creaciones culturales que hay que combatir para que no aplasten la libertad individual. Estos prefieren hablar de género, no de sexo. Tenía yo un compañero de trabajo que da la matraca a sus alumnos diciéndoles que si un alumno varón se quiere poner falda, ¿por qué no se la va a poder poner? Que hay que acabar con los prejuicios.
A mí me parece que este empeño de la ideología de género para demostrar que masculinidad y feminidad son creaciones culturales es un gran desprecio por las creaciones culturales y una idolatría necia hacia la creatividad individual. ¿Por qué hay que suponer que lo que a un tipo se le antoje tiene que ser necesariamente superior a la tradición sostenida por los demás? Si un hombre se quiere vestir con falda, nadie se lo impide: que se contente con esa libertad. Pero lo que no puede pretender es que, para poder él ponérsela sin que lo miremos mal, abandonemos los demás la idea de cómo debe vestirse un hombre y cómo una mujer. Ese tipo no pide libertad, sino aplauso a sus ocurrencias y que todos acabemos adoptando como modelo sus ocurrencias y no una tradición milenaria aceptada por millones de tipos mucho más listos y sensatos que él.

viernes, 7 de noviembre de 2008

Aconsejario

En las primeras comuñones
Durante esos días, los niños están tan pendientes del acontecimiento espiritual que van a vivir, que es necesario bajarlos, angelitos, a la realidad terrenal y preguntarles, pidiendo previamente disculpas por ser tan materialista, qué regalo material desean recibir para celebrar tan grandioso día. Seguramente ellos responderán que su mejor regalo ese día es recibir a Cristo (¿y para quién no?) y que, por ende, renuncian desde ese día a las pompas del mundo, mientras miran con devoción al cielo y por la ventana una luz les nimba los tirabuzones. Otros responderán que cuanto reciban lo entregarán a los pobres (en ese caso lo mejor es regalarles comida). Eso es lo habitual.
Por todo ello hay que preguntar a los padres qué regalar a los hijos. Si los padres piden un pisito o una cubertería de plata, hay que recordarles que su hijo va a hacer la primera comuñón, no a casarse. Hay que desconfiar de los padres que piden como regalo para el hijo la colección completa de las películas de Hitchcock o un nuevo motor para su lancha acuática o una pluma Mont Blanc: seguramente esos regalos no serán para el hijo. A veces el padre envía a un representante para hablar con los que van a asistir a la ceremonia y éste nos asegura que el mejor regalo es que le compremos acciones de su empresa o que invirtamos en no sé qué negocio. En ese caso, cuidado: hemos topado con una familia de mafiosos. En caso de que la familia le invite a usted a una nave espacial, acuda usted al psiquiatra: sufre usted un cuadro de esquizofrenia.
En cuanto al protocolo que se debe seguir en la ceremoña, una norma básica es vestir saco y ceniza o con un hábito cartujo o del Carmen. Los padres estarán encantados, pues seguramente serán ellos tan religiosos como el que más. Además, si habéis hecho al niño un regalo caro, quedaréis la mar de bien porque dirán: “Pobrecillo, no tiene ni para vestirse y le ha regalado al niño un reloj de oro”.
Por último, todo esto vale también para los bautizos. Pero si es el bebé el que le pide a usted el regalo, deje de tomar ácido o acuda al psiquiatra.
En cuanto al traje de primera comuñón, el protocolo no tiene nada que añadir al buen gusto habitual con que la gente viste a los niños.

jueves, 6 de noviembre de 2008

La originalidad

Cada vez que les hablo a mis alumnos de la Ilíada, se enfada alguno porque le he contado el final. En vano intento explicarles que los libros clásicos son buenos e interesantes aunque uno sepa el final, que la intriga es un señuelo que utilizan a veces los malos escritores para que el lector soporte unas cuantas páginas de morralla. Pero ellos no lo entienden, porque viven en la época de la intriga, la sorpresa, los efectos especiales, lo novedoso. Prefieren viajar a Amsterdam porque es muy moderno eso de que haya tantas putas y tanto porro que a Roma con su anfiteatro, sus termas y sus catacumbas.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Bobería moral

Igual que en el pasado una ola de puritanismo les puso hojas de parra a todos los maravillosos desnudos de la Capilla Sixtina, ahora hay una ola de pacifitis que pretende edulcorar la realidad que les mostramos a los niños. Si hay algún cuento que acabe mal, ése es la sirenita, pero Walt Disney le ha dado un final tópico y acaramelado. Cuando en la tele anuncian unos dibujos animados con premios internacionales y pedagógicos, suelen ser series aburridísimas donde lo más grave que pasa es que don Tomate quisiera tener pinchos en la cabecita como don Berenjeno, pero luego comprende que cada uno es como es y que eso está muy bien.
¡Por todos los dioses, regresen Héctor y Aquiles, Sigfrido, Caupolicán y Gilgamesh!

martes, 4 de noviembre de 2008

Elogio del tamaño

No sabemos lo que es una casa mediana, pero sí tenemos muy claro qué es una casa chica o grande. Y si nos dan a elegir, preferimos la grande. También preferimos ser altos que bajos o medianos. Habiendo espacio y vida, preferimos lo grande. Sólo en Hong Kong se aprecian los apartamentos minúsculos, pero en las llanuras de Dakota preferimos las casas grandes. Del mismo modo, si la novela es buena, preferimos que sea larga y no corta, porque así disfrutamos más y más tiempo con ella. La brevedad no añade bondad ninguna a la obra. El Quijote no sería más bueno ni más famoso por ser diez veces más breve, pero siendo un novelón tan largo, es mejor.
Sin embargo, cunden por ahí frases y tópicos contra lo grande: que si lo importante es la cualidad y no la cantidad, que si lo bueno si breve dos veces bueno, mejor chica y juguetona que no grande y torpona, que si los buenos perfumes vienen en frascos pequeños.... Pero eso es consuelo de pequeños.

lunes, 3 de noviembre de 2008

Libros para el WC o pulpitico

Aunque sea escatológico lo que voy a decir, hay libros ideales para leerlos sentado en el pulpitico, haciendo lo que nadie puede hacer por ti, como decía Cervantes. Voy a dar una lista de libros de inodoro. No pueden ser novelas de intriga y aventura, porque entonces uno se tira sentado en la taza más tiempo del que conviene a las almorranas. Tampoco pueden ser novelas eróticas, porque entonces algo se levanta y choca con la fría porcelana. Tampoco pueden ser pesados volúmenes que sirven más bien como mancuernas. Y por supuesto, no pueden ser ensayos discursivos, de ésos que para entender la página quince tienes que tener muy fresco lo que se ha dicho en la catorce y en la trece. Tampoco puede ser poesía, salvo si es poesía satírica o política. La poesía es sagrada y se ha de leer después de una ducha, acudir a ella como a una cita de amor.
Así que los libros de inodoro son:
-libros de humor, variados y sin argumento
-pensamientos condensados, antologías y florilegios de pensadores
-libros con minicapítulos sin relación unos con otros: diarios íntimos, el Juicio Universal de Papini, pensamientos de Pessoa
-y por supuesto esos libros petardos que uno tiene que leer por compromiso
Por ejemplo, mi Topicario es un libro ideal para la taza. Yo no me enfado por eso. Es para mí un honor que me lean en tal intimidad. Al final, si el libro es bueno, uno no se acuerda de que lo leyó en la taza, sino que leyó un buen libro.

domingo, 2 de noviembre de 2008

Los que se han ido, en un día de lluvia

El último libro de poesía de José Julio Cabanillas Cuatro estaciones en Adonais rinde el mejor homenaje a los que se han ido. Y copio unos versos:

... Pero vosotros, los que aún esperan, gotas que resbaláis
por el cristal, despacio, como si todavía
os retuviese algún fardo terrible de la vida,
qué avisada esta lluvia que viene por vosotros.

sábado, 1 de noviembre de 2008

Día de todos los santos

Hoy, día de todos los santos, quiero rendir homenaje a todas esas personas buenas que murieron sin fama ni gloria pero que pasaron por la vida sin aplastar la inocencia, defendiendo al débil, siendo más exigentes consigo mismos que con los demás. Nadie los ha canonizado y por eso es justo que hoy celebremos su fiesta. La comienzo yo con un poema:

¡Qué duro lecho la tierra
para quien nació de un seno,
besó la frente materna
y dejó en ella un lucero!
¡Qué oscura madre la noche
para quien tenía un fuego
solar en las manos recias
y en la sonrisa un destello
y llevó niños al hombro
y aves en el pensamiento
y por manos de mujer
flores de almendro en el pecho!