El miércoles la Cruzcampo se llenó de gente. Y yo dije algo más o menos así:
"Yo quería escribir una novela, pero el erotismo me salía por todas partes: los personajes se me iban a la cama o al césped y eso me estropeaba el argumento. Así que me dije: "Jesús, estás enfemmito de erotismo". Y por eso le pedí a mi colega Manuel Jesús escribir un libro de relatos eróticos con el fin de descargar en ellos ese erotismo y verme libre de él para abordar la novela. Pero ¡no escriban ustedes relatos eróticos para deserotizarse! ¡He acabado más enfemmito aún! Así que me he consolado pensando que tanto erotismo no me estropea, sino que me mejora. Y lo voy a demostrar: gracias al erotismo se ejercitan importantísimas virtudes humanas. Las virtudes se logran con esfuerzo y en la adversidad, pero Eros es una amable excepción: nos hace virtuosos por las buenas, no por las malas. Así que ¿de dónde ha salido eso de que el erotismo es de chicos malos y de canallas? Es de buenísimas personas y se consiguen gracias a él las las siguientes virtudes:
a) HUMILDAD: cuenta Aristófanes en el Banquete de Platón que al principio éramos un ser esférico con dos sexos: macho-hembra, macho-macho, hembra-hembra. Y ese ser se pasaba el día copulando consigo, en un orgasmo constante, en un desprecio total del mundo y afirmando que los dioses no existían, así que los dioses lo dividieron en dos y desde entonces estamos incompletitos, abocados al otro. El yo es mendigo del tú y eso nos hace humildes, porque la soledad es la esterilidad y la muerte.
b) AUDACIA: el erotismo es una fuerza interior que nos hace audaces, que empuja al chico a declararse a la chica, ¡con el trabajito que le cuesta!, antes de que otro se la arrebate."
Y bla bla bla: Hablé de muchas virtudes: comprensión, simpatía, inteligencia, elegancia, limpieza (porque el erotismo genera machos limpitos y mujeres elegantes: !a la gente le gusta gustarle a la gente!) y, sobre todo, el erotismo interior de cada cual nos muestra al mundo no bajo su aspecto económico o político, sino bajo su aspecto de belleza: sólo gracias a tu erotismo es bello el cogote de un hombre. Tu erotismo me embellece. Gracias. Así encuentro mi lugar en el mundo.
Así que si quiere ser bueno, erotícese.
Luego hablé de cómo las dos editoras se vestían de cuero y látigo y nos azotaban a los autores si el relato no les gustaba (me extendí un poco en la descripción de los tormentos) y, por último, alabé los relatos de nuestros colaboradores. Cada relato es una joya personal, donde resplandece el yo erótico, que es el más íntimo, divertido, espontáneo y frágil.
Hablaron también el fotógrafo y mi colega erótico, pero no quiero cansaros, amigos.