La escribí cuando dejé de fumar y tenía que correr para quitarme el mono. Nunca fui un runner, sino sólo un corredor, como Fidípides. Y ahora la dedico a los que necesitan un poco de ánimo para el incio de curso:
LETANÍA DEL CORREDOR
Corre porque te dieron piernas para que corras,
caballo galopado por la gracia de un niño,
el cometa sin nombre que anuncia un nacimiento,
corredor que a los griegos anuncia la victoria.
Corre contra la muerte, primer rayo de estrella,
revuelo en las cortinas de auroras boreales.
Las violetas recojan tu sudor en sus cálices
y con musgo y jilgueros te refresque la fuente.
Corre contra los vientos, a favor de los astros,
entre los altos pechos de Ginebra en la hierba,
tatuados en el pecho siete versos de Píndaro,
arriba las estrellas y debajo las flores.
Te hicieron para el salto, para el sol en la espalda.
Tus gemelos nacieron para agotar gacelas.
Ve a raptar a la novia, detén el meteorito,
azota el negro potro que en las venas escondes.
Antílope de pórfido, semental de los príncipes,
arcangélica flecha contra un pecho de escamas,
pectorales mojados de rocío y de ninfas,
femorales armados de cañones de sangre.
Porque eres un centauro con harenes de yeguas,
porque eres el acero acolchado del hoplita
y en el atrio te aguardan con sus besos tus hijas.
Dios te brille en los bíceps al alzarlas en brazos.
(MENOS LA LUNA Y YO, Jesús Cotta