miércoles, 22 de mayo de 2024

A ras del universo

He disfrutado mucho este segundo libro de poesía de Eduardo del Pino, editado por NÚMENOR, y ello porque “de la primera luz/ quedan rastros por todo el universo” y porque “En solitarias noches de altas fiebres/ es cuando me he sentido más amado”, y también por sus luciérnagas y sus playas y el rastro luminoso que el poeta encuentra en todas las cosas a pesar del desamparo en que nos encontramos. 

También por su lenguaje discreto con el que dice, sin embargo, cosas muy grandes que nos hablan del misterio y de la armonía cósmica que tiene en nuestro interior su latido más profundo. Pero sobre todo celebro este libro por el poema TRASLUCHAMOS, con ese final magistral, esa imagen fulgurante y, a la vez, enigmática de nuestro paso por la vida, de nuestra lucha contra el naufragio, de nuestra búsqueda de grandeza y de sentido en medio de la oscuridad. 

¡Trasluchamos ahora! –nos gritabas. 
Y todos en cubierta trepidábamos 
y con el cuerpo fuera de la borda 
nos dábamos al viento, al mar, al sol. 

Asíamos la escota como si los planetas 
dependieran en algo de nosotros.

 

viernes, 17 de mayo de 2024

Etimologías populares

-sabrosada: sobrasada especialmente sabrosa 
-gomorrea: ETS de Gomorra 
-camapié: cama que se puede poner de pie 
-magnatario: mandatario que es un magnate 
-desastrófico: desastre que conduce a una catástrofe

 

miércoles, 15 de mayo de 2024

Ah de la metafísica

AH DE LA METAFÍSICA
Que si el fenómeno, que si el noúmeno
y panta rei. El editor me apremia. 
La navaja de Occam me amenaza. 
La tetera de Russell me da vueltas. 

Pero de pronto tú 
irrumpes y te apoyas en mi mesa 
y aplastas a Parménides y Heráclito 
con un par de hilemórficas presencias. 
Y Pitágoras se me cae al suelo 
y hundo mi nariz en tu melena. 

Arjé del cosmos, logos de mis ojos, 
acto de mi potencia, 
ámame más allá de toda física 
y luego ordenaré otra vez la mesa.

(de DIGNO DEL BARRO, Jesús Cotta)

jueves, 9 de mayo de 2024

El poder de los sonidos

Estuve repasando con mis alumnos los topónimos de la Hispania romana y, entonces, les pregunté qué preferían ser bilbilitanos o calagurritanos (gentilicios que ellos no habían oído jamás) y absolutamente todos prefirieron ser bilbilitanos.

lunes, 6 de mayo de 2024

Chistes verdes, negros y marrones

El viernes pasado me tocó hacer guardia en un curso de 2º de ESO. Son chicos de unos doce o trece años. Y, para pasar el rato, decidí hacer un concurso de chistes, con jurado y puntuación y presentador. Nos lo pasamos bomba. Yo conté también algunos, que no fueron los más aplaudidos. Les rogué por favor que no contaran chistes demasiado brutos: o sea, ni demasiado verdes ni demasiado negros ni demasiado marrones. Yo sé que eso de «demasiado» es una medida muy subjetiva, pero lo dije más que nada porque creo que eso es lo que esperaban que dijera. Total, que empezó el concurso y hubo chistes demasiado marrones y alguno demasiado negro, y sólo hubo uno lejanamente verde. Eso sí, casi todos eran absurdos. Entonces, un alumno me dijo que tenía un chiste que era verde oscuro, y empezó a contármelo para ver si yo autorizaba que lo contase. Me lo contó y, desde luego, no era verde, sino sólo descabellado. Y entonces les pregunté si sabían la distinción entre chiste verde, marrón y negro, ¡y sólo había oído esa distinción un chico! Y ahora me queda a mí la duda de si esa clasificación de chistes por colores es universal y, en caso de que lo sea, si se está perdiendo entre las jóvenes generaciones o si tal vez estos alumnos son demasiado jóvenes para tales distinciones.

 

jueves, 2 de mayo de 2024

El menosprecio de lo bello

Un artículo en Posmodernia, sobre esta tendencia feísta, suicida y creciente, de creer que señalando lo feo frente a lo bello tenemos una representación más cabal del mundo. Aquí, para quien guste.

 

miércoles, 1 de mayo de 2024

Once muchachos

ONCE MUCHACHOS
Once muchachos son 
los que mi madre cuenta 
desde el balcón. 

Beben, pelean, gritan. 
Son once loros. 
Fuman, fanfarronean, 
lo ensucian todo. 
Pero mi madre, 
desde el balcón del quinto, 
habla a sus ángeles. 

Escupen y maldicen, 
echan un pulso, 
 mientras mi madre reza 
por cada uno 
un padrenuestro 
que les reserva un sitio 
en pleno cielo. 

Ellos ni se imaginan 
que desde arriba 
los contempla una vieja 
con simpatía. 
¡No faltéis nunca, 
los once que fumáis 
bajo la luna! 

Once muchachos son 
los que mi madre cuenta 
desde el balcón.

 

(MENOS LA LUNA Y YO, de Jesús Cotta)