EN ESPAÑA HAY CENSURA.
En el enlace entrevistan a la directora de la peli censurada, titulada
La mula.
De esta censura impune deduzco que, si la noticia de este liberticidio no ha salido a primera plana de los periódicos, si no hemos salido indignados a la calle, si lo hace el mismísimo gobierno ante nuestra ignorancia y pasividad, España no es una democracia y los españoles estamos democráticamente muertos y eso explica por qué los españoles soportaron tantos años y sin rechistar demasiado una dictadura.
Y no suelo hablar de terrorismo, pero hoy urge.
Imaginad que un grupo organizado de violadores lleva diez años violando mujeres. El gobierno, incapaz de acabar con ellos, contrata a unos polis muy malos que matan a dos o tres violadores, pero como los polis son también muy torpes, el asunto se llega a conocer y, entonces, muchos se ponen de parte de los violadores, como si la existencia de polis malos convirtiera a los violadores en buenos.
El gobierno cambia de táctica: en vez de matarlos por lo bajini, les hace una preconcesión política permitiendo un partido político legal que los defienda si así se comprometen a dejar de violar. El partido político resulta votado por gente oligofréncia que disculpa a los violadores: por lo visto, resulta que las mujeres van muy descocadas y, claro, provocan a los violadores, que las tienen por ello que violar.
A todas esas violaciones el gobierno las llama "conflicto" y decide negociar, pues, con los violadores, como si los violadores fueran gente respetable y no unos delincuentes. De ese "diálogo" con violadores las mujeres son excluidas.
Con el dinero de las mujeres violadas el gobierno se gasta un pastón en "mediadores" del "conflicto". Y, al final, salen los políticos llorando de emoción porque los violadores, como ya habían pactado con el gobierno, anuncian, agarraos a la silla, ¡que van a dejar de violar! ¿No es emocionante? ¡Qué generosos los violadores! Eso sí, para no provocarlos, las mujeres tendrán que ir de ahora en adelante más tapaditas y no han de montar el cirio si los violadores que las violaron y sus amiguitos se convierten a partir de ahora en honorables diputados que cobran un pastón pagado con los impuestos de ellas.
El gobierno se enfada con las mujeres violadas porque, en vez de alegrarse de que ya no las violen, exigen las muy vengativas que no se negocie con ellos, sino que los metan en la cárcel y prohíban partidos que los defiendan.
Y ahora viene la moraleja:
1. En vez de cumplir la ley y manifestarnos pacíficamente en la calle, cometamos delitos, porque así el gobierno se sienta a hablar con nosotros.
2. Cuando el gobierno negocia con una mafia, se convierte en mafia y la mafia se convierte en gobierno.