Con un viejo termo eléctrico y una turbina, David ha elaborado una máquina de hacer jabón.
Allí vierte sosa cáustica y aceite usado y la máquina lo convierte en jabón de lavar ropa. ¡Y qué gusto da ponerse la ropa lavada con ese jabón! Es como ir desnudo y espolvoreado de polen.
Pero la especialidad de la casa es el Jabón Estelar.
Con aceite virgen de las aceitunas de su finca, pétalos de flores escogidas por sus hijos, esencias pasadas por el manto de la Virgen y bendecidas por el padre Luis, David ordena a la máquina batir el mejunje y luego lo vierte en una caja de madera noble y labrada por él y lo deja al relente toda la noche.
Entonces las estrellas escancian sus chiribitas, sus minicometas incendiarios, sus tornasoles, sus querubes y sus caballitos siderales y un toque de los anillos de Saturno, en fin, todo lo que recibieron, cuando eran aún barro, Adán y Eva en el Edén. Y todo eso le viene muy bien al jabón.
Y al amanecer, David lo corta con un machete y guarda las pastillas en bolsas de tela y las reparte generoso.
Las niñas que se lavan con ese jabón son más bonitas y más listas; y los niños, más fuertes y avispados; los muchachos se hacen poetas; las muchachas, pintoras; y ha habido mujeres que, acariciadas por ese jabón, se han quedado por fin, como deseaban, embarazadas en largas noches de amor con sus maridos.
Gracias, David, por el Jabón.
14 comentarios:
Alucinante....
David es mi héroe!
Don EPIFANIO:
Tiene David más suerte con sus experimentos que yo. Yo aliño olivas y luego no le gustan a nadie.
50 neutonios jabonosos.
(Si no lo digo reviento: lo que no me gusta de la receta es que tenga que meter la mano un cura...)
Podría,abusando de su confianza y bondad,hacerle un encargo o pedido.Como me gustaría poder quitar las muchas manchas,de este cochino mundo.Yo quedaría encantada con una pastilla de "Jabón Estelar".Gracias.AnónimoE
Mujer prevenida, también lo es en mi familia.
Dyhego, a mí me gustarían esas olivas, porque me gustan todas. En cuanto al cura, usted no lo conoce. Le caería simpático, porque no creo que a usted le caigan antipáticos todos los curas del mundo.
AnónimoE, por eso yo me lavo con ese jabón, para quitar al menos mis manchas.
¡Qué maravilla de jabón!Bonita entrada, Jesús.Saludos.
Ja,ja,ja!!! Qué poético te ha quedado lo que comúnmente sirve pa quitar mierda. La verdad es que el jabón de nuestro David bien merece una entrada tuya. En realidad todo David y su familia merecen todas las entradas del mundo por su hospitalidad y lo desprendíos que son. Besos para todos. Por cierto, lo de Patricio muy bien, quién sabe si tú no eres uno de sus ángeles aquí en España, nada pasa por casualidad.
Tengo que decir que he probado en mis carnes el efecto de este último y ... Con decir que alguna mujer lo rechazó por sus efectos secundarios.
A violeta y vainilla huele el que con él se baña.
Precioso texto, Jesús. Como publicista no tienes precio, me han entrado unas ganas de salir a buscarlo...
Un abrazo hidrargírico.
Alea, el jabón se merece un poema y no una entrada, pero no llega a tanto mi mérito.
Micotta, no se me había ocurrido lo que dices de Patricio. Me gusta. En cuanto a los efectos del jabón, ya sabes. Un beso.
Reyvindiko, comprendo que a una mujer le dé miedo tu jabón. Por cierto, si lo comercializaras, lo venderías seguro con decir que a violeta y a vainilla huele quien con él se baña. Un beso.
Fernando, el mérito es del jabón. Cuando uno se baña con él, se hace poeta. Un mercurial abrazo.
Me estoy enterando de cosas muy interesantes,creo que seguiré"espiándo"en este blog.Así que,lo del jabón es cierto...¿se puede comprar?,Reyvindiko? o David?...Y ¿cómo se lo encarga o le llega a "AnónimoE"?.Yo me apunto a probar.Mi fragancia favorita es la violeta mmmm,me recuerda mi infancia,cuando mis tias de Madrid me traían eso caramelitos de violetas.¡Queremos jabón!,¡Queremos jabón!...
Pensé que todo era imaginado...
...Y si lo vende Patricio en el semáforo,se me acaba de ocurrir.Y como siempre pienso sin pensar consecuencias... uy que tocó el recreo bye, bye...Bittersweet.
Oh!
Bittersweet, lo del jabón es cierto. Es un homenaje que le hago a mi hermano. Pero si sigues la receta que aquí doy (sobre todo lo de someter el jabón a un baño de estrellas) surtirá los efectos deseados.
Lolo, un beso.
Al jabón de lavar la ropa no me lo toque usted, querido Maestro, que me dá de comer. Pero del de lavarse uno el cuerpo y con esos efectos, me encarga media docena bien envueltos para regalo. Tengo un par de bodas próximas y creo que es el mejor regalos para los jóvenes contrayentes.
Un abrzo.
Naranjito, al de lavar la ropa no le haré publicidad porque quiero que usted gane mucho dinero y además David, que es por cierto mi hermano lo hace para su casa y no tiene para venderlo. Un abrazo, amigo.
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