Un beso es un caballo de Troya (Miguel Ángel Arcas)
Estoy mar (Carmen Camacho)
La vida es un borrador que no se puede pasar a limpio (Carmen Canet)
La nada es un infinito que el ser abre a machetazos (Jesús Cotta)
Nacemos por falta de espacio. Nacer es un desahucio (Elena Dukelsky)
Acariciar purifica las manos (Ramón Eder)
Lo que destruí se quedó cuidando del fuego (Aitor Francos)
Tengo preparado ya el recuerdo, sólo espero que suceda (Gabriel Insausti)
El amor está más allá de la justicia, el odio más acá (Emilio López Medina)
Mira el árbol aquí descortezándose para subir un poco más a él (Lorenzo Oliván)
Si quieres comprender un poco más, descálzate y pisa (Carlos Marzal)
La rosa, esa metáfora de la muerte con la eternidad dentro (José Mateos)
Quien ama nunca tiene explicación (Fernando Menéndez)
Qué raíz tiene la nada (José Luis Morante)
Enseñanza del río: morir la vida; enseñanza del fuego: vivir la muerte (Manuel Neila)
La identidad llevada al extremo nos cosifica (Mario Pérez Antolín)
Nunca acabamos de cruzar el río del presente (Javier Sánchez Menéndez)
Amar: llenarse volcándose (Félix Trull)
Pulir el error hasta que brille (Juan Manuel Uría)
Ningún depredador tan paciente como el adulador (Juan Varo Zafra)
Fondo y forma se pisan los talones (Ricardo Virtanen)
(De la antología de aforismos PUNTALES DE LA BREVEDAD, de editorial Cypress)