sábado, 18 de octubre de 2025

La atemporalidad del buen poema

Esta noche ha llovido y el viento era muy fuerte. 
Dormí mucho, pero aún me aturde el vino. 
Pregunto a quien levanta la cortina 
y me dice que no ha cambiado nada, 
que el manzano es el mismo. 
¡Qué sabrá ella! 
Seguro que se habrán ido las flores, 
todo será más verde y menos rojo. 

En este poema la tormenta está hablando del alma de la autora, que ha bebido para olvidar algo que lo ha cambiado todo, para mal, y el manzano es ella misma, que ha perdido el rojo primaveral de las flores y, por eso, ella sabe que la voz de la razón, que en el poema aparece sin nombre, miente cuando le dice que todo sigue igual. Si este poema de Li Qingzao, una poeta china del siglo XI, nos sigue seduciendo atemporalmente en el siglo XXI, es porque nos hablan de ella la tormenta y el manzano.

 

miércoles, 15 de octubre de 2025

Día de santa Teresa

Decía Nietzsche que la experiencia religiosa era una experiencia vacía, en torno a un ser que no existe. Aun cuando no existiera, hay que reconocer que, para ser la de Teresa una experiencia vacía, está llena de intuiciones profundas, visiones pode­rosas, hallazgos felices, reflexiones teológicas y ascéticas y místicas y un profundo conocimiento de los abismos y alturas del entendimiento humano, del corazón y del cuerpo y de lo que significa ser humano, lo más grande que, para Teresa, se puede ser en el universo.

viernes, 10 de octubre de 2025

El arco iris

No hay pueblo que no haya interpretado a su manera lo que está diciendo el arco iris. Y si todos los pueblos entienden que el arco iris está diciendo algo será porque en efecto está diciendo algo, y lo está diciendo aun cuando no hubiera en la tierra nadie para advertirlo, igual que el bebé llora en la cuna aun cuando su madre haya sido abducida por una nave alienígena. En la Grecia antigua la diosa del arco iris era Iris, mensajera de los dioses, y en la Grecia actual es el cinturón de la Virgen; en el Antiguo Testamento es la alianza de Dios con el hombre. Es como si el arco iris estuviera diciéndonos que él es un puente entre el cielo y la tierra y que aunque parezcan ámbitos tan lejanos constituyen los dos una armonía que nos tiene en cuenta y nos ama: el mundo está bien hecho, la vida vale la pena, la naturaleza no es ajena a nosotros, no somos criaturas condenadas a la muerte y a la nada, el mundo invisible se hace visible a nosotros y nos llena los ojos de color y el corazón de esperanza.