Cuando me niegas lo que pido a gritos,
lo que sabes que siempre he deseado,
me entregas abundante e inesperado
regalos que no sé que necesito.
Me asombras como el mar y lo bonito
es que no sé quién eres. Te he buscado
donde dicen que estás y no he encontrado
más que esta sed rabiosa de infinito.
Yo sólo te he encontrado aquí en lo oscuro
combatiendo con ángeles mis miedos
cuando tengo que entrar en la maleza.
No puedo verte, pero estoy seguro
de Ti, aunque es de noche, porque puedo
reclinar en tu pecho la cabeza.
17 comentarios:
Diría que es perfecto, querido Jesús, si no fuera porque no me gusta aplicar ese adjetivo a la poesía.
Diré, por tanto, que se acerca a la perfección este poema que tanta serenidad y hermosura desprende.
Un abrazo.
"Yo sólo te he encontrado aquí en lo oscuro/ combatiendo con ángeles mis miedos/ cuando tengo que entrar en la maleza"
Es digno de un devocionario para caballeros (antes de entrar el bosque tenebroso).
Vale
Preciosa, perfecta, estremecedora...
Tu poesía, siempre.
Olé, con olé-
Jesús ÉL debe de sentirse muy a gusto viviendo en un corazón como el tuyo. Has descrito tu(nuestra) necesidad de trascendencia como "sed rabiosa de infinito" pero, al mismo tiempo, eres un modelo de inmanencia, de vida sentida, de vida tan viva.
Ya sabes cuánto envidio tu fe y además sabes plasmarla con gran espiritualida.
Ánimo y un beso.
Precioso poema.
Juanma, gracias. No es perfecto, pero puse en él toda mi pasión. Los primeros versos los esribí mientras vigilaba en un examen a un alumno que estaba intentando copiarse.
Gómez de Lesaca, me maravillan estos comentarios tuyos, porque devuelven a las cosas del pasado todo su vigor presente y ahora me han entrado unas ganas tremendas de tener entre las manos un devocionario de caballeros antes de acudir al combate. Ego valeo si tu vales.
Merche, a tus pies.
José María, cada vez que me elogias un poema, me pongo más contento que un ocho, porque te tengo por un maestro.
Blimunda, si el poema te llega a ti que dices no tener fe, es porque tienes más espiritualidad que yo. Un beso.
Anónimo, bendito seas.
That´s impossible.
Don EPIFANIO:
Hoy no comento.
1 neutonio
Blimunda, un beso.
Dyhego, me encantan estas visitas suyas. Un neutonio.
Con Lesaca. Regalos inesperados, la oscuridad y luego cuando reclinas la cabeza si lo sumas a la doncella de hoy, Jesús... ¿pero cómo no vas a tener tú a toda la Corte Celestial a tu vera? Les dices esas cosas, peor, las sientes, y luego, claro, te enchufan, te recomiendan ;-) y les haces gracia, como no te van a regalar lo que sea, lo que no pides. Tienes suerte. Fauno, caballero, etcétera, un abrazo.
Aurora, me encantaría hacerle gracia a la corte celestial. Yo creo que deberías escribir una poética o una teoría literaria acerca de eso. Si no, la tendré que escribir yo. ¿Y no te ha pasado nunca que pides algo con insistencia y no te lo dan pero te dan otra cosa que en principio no querías para nada pero sin la cual luego no puedes vivir?
Hay una cosa de Berger que se llama "Risa redentora", no sé si eso es una poética al respecto, como la lira de Fernando, no sabía lo que era ;-) ¿Qué es una poética?
Perdona Jesús pero poco a poco me estoy poniendo al día con tu blog. Llevo sin leerlo desde la cena mercurial.
El primer terceto realmente hermoso, hermosísimo.
Un gran poema, lleno de ti, de amor.
Un abrazo
Como Juanma, opino que se acerca a la perfección.
Las dos últimas estrofas son casi sublimes, y no quiero pecar de empalagosa.
Gracias por este regalo.
Un beso
Gracias, Mery. Ahora me gusta más el poema.
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