1. Para oír la música de las esferas hay que aguzar el oído. Para verlas danzar hay que entornar los ojos.
2. Hay más belleza que palabras para decirla. Pero la solución no es callarse, sino poner música a la letra.
3. ¿Que no te gusta tu cuerpo? ¡Pero si lo hicieron tus padres a abrazos y besos!
4. Tu cuerpo es tu sancta sanctórum, pero tú eres su sagrada y misteriosa presencia, la que amo y en vano busco cuando penetro en el templo de tu cuerpo.
5. El beso de los amantes es un acontecimiento cósmico: todas las estrellas que han sido necesarias para componerlos no morirán en vano.
6. En «me abrazó» y «se abrazó a mí» el sujeto hace lo mismo, pero en un caso para dar cariño y en el otro para recibirlo: por fuera pasa lo mismo, pero no por dentro. Poesía es que pase por fuera lo que pasaba solo por dentro.
7. Cada vez que miro la Sagrada Familia le sale una nueva torre para excavar el infinito.
8. Lo más grande que puede hacer una persona en este mundo es otra persona.
9. Me encantaría ser buscador de perlas, pero no porque me gusten especialmente las perlas, sino porque me encantan los buscadores de perlas.
10. Los ángeles son bellos y buenos, y los demonios feos y malos. Por eso los demonios se curran sus campañas publicitarias mucho más que los ángeles.
(MOTAS DE POLEN, de Jesús Cotta)