sábado, 10 de mayo de 2025
Irse el santo al cielo
Pero ¿quién fue el poeta humorista al que se le ocurrió la expresión de “se me ha ido el santo al cielo”? Parece inventada en un mundo donde cada uno de nosotros va por la calle sosteniendo en la mano la talla de un santo, que puede ser el santo de su nombre o el santo de la familia, y entonces, en un descuido nuestro, el santo hace lo que hacen los santos: tirar para el cielo. Y, claro, como eso nos deja desamparados y perdidos en el mundo, hay que dar un salto y agarrarlo por el pie y bajarlo a la tierra, antes de que se nos escape otra vez.
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