domingo, 27 de noviembre de 2011

Un jamacuco y unos guantazos bien dados

Tres jamacucos he tenido en mi vida. Los dos primeros en ayunas y el tercero fue el lunes pasado.

Resulta que, a eso de las ocho de la tarde, merendé un plátano y me fui en bici al curro. Y mientras hablaba con unos compañeros en la puerta del insti, empecé a marearme. Y para disimular les dije que tenía que hacer unas cosas y, dando tumbos, me dirigí a la sala de profesores. Lo último que recuerdo es que me senté en un sillón.

Durante el medio minuto de inconsciencia tuve un sueño opresivo que es difícil poner en palabras porque se trataba más de un sentimiento que de unos hechos. Yo quería escribir algo muy importante de lo que dependía algo más importante todavía, no sé si mi vida o mi salvación o el gran libro de mi vida, pero no encontraba las palabras no ya para escribirlo, sino para expresar qué es lo que en concreto quería hacer. El mundo a mi alrededor era pastoso, negro, pesado y me iba cercando con asfixia y oscuridad. Por un momento pensé que me estaba muriendo. Si la muerte o el Alzheimer o estar en coma es esa angustia de querer comunicarse con el mundo y no poder, me propongo desde hoy rescatar con amor y luz, en lo que pueda, a los que se encuentren en ese pozo.

Me despertaron a guantazos y yo no recordaba dónde estaba y sentía un malestar insoportable que no era dolor concreto alguno, pero que era peor que un dolor. Mis compañeros se portaron como quienes eran: compañeros y amigos, solícitos, amables, sin presionar ni asustar. Me dieron un caramelo, una coca cola y palabras de aliento. Gracias de todo corazón. Y gracias a mis alumnos, que se han mostrado muy preocupados por mí.

Y, sobre todo, gracias, compañero Fernando, por los guantazos. Los mejores que me han dado en mi vida.

La doctora me hizo el jueves pasado todo tipo de pruebas. No tengo la tensión alta ni problemas de corazón. Me preguntó con insistencia si tomaba drogas o sustancias con hormonas (me debió de ver cara de drogata compulsivo). Yo le dije que era adicto al amor y a la poesía. Y ella me dijo que muy bien, pero que sin estrés. Y me ha mandado un análisis de sangre que tengo que llevar al neurólogo, para descartar la posibilidad de una epilepsia.

Por las tardes seguiré yendo al insti en bici, pero, en vez de merendarme un plátano, me meteré entre pecho y espalda un bocata de jamón serrano.

26 comentarios:

Anónimo dijo...

Uyyy, ¿y no será un simple bajonazo de tensión? a mi me ha pasado alguna que otra vez. Incluso sin haber fumado nada raro...

Seguro que no es nada. Sea como sea, los bocatas de jamón y las adicciones a la poesía y al amor lo curan todo ;)

Un afectuoso saludo de esta anónima que te sigue por lo bien que escribes, lo sensible que eres, y lo güena gente que pareces.

A seguir bien.

Blimunda dijo...

¿Pero ahora estas bien?

A mí me han dado dos jamacucos pero no me dio tiempo a disimular, me caí redonda al suelo, transcurrieron minutos antes de que recuperara la conciencia y no me sentí mal, ni angustiada, no sentí nada. Desde entonces pienso que morirse será algo así y eso sí que me angustia.

Cuídate mucho Jesús, mucho, mucho.

Dyhego dijo...

Don Epifanio:
Ya lo dice el refrán, de los treinta para arriba, no se moje uno la barriga, jejeje.
Es broma.
Espero que se recupere usted bien de sus jamacucos.
25 neutonios sin guantazos...

Jesús Cotta Lobato dijo...

Anónima, yo espero que sea un bajonazo de tensión y no lo de la epilepsia. Por si acaso, sigo tu consejo y me curo con amor y poesía. Gracias por tus palabras.

Blimunda, si morirse se parece a lo que te pasó a ti, no te angusties, porque, según cuentas, no te sentiste mal ni angustiada. No sería tan terrible morirse así, saber lo que a uno le está pasando, pero sin angustia ni dolor. Un beso en la mano.

Dyhego, ay, cuánta razón tiene usted. Gracias por los neutonios sin guantazos. Resérvemelos usted para cuando me dé otro jamacuco.

No cogé ventaja, ¡miarma! dijo...

Cuídate, no lo dejes aunque seguramente será una tontería de tensión o algo más simple.
Un abrazo y mejórate.

Er Tato dijo...

Y cuando le dijiste a la doctora que eras adicto al amor y a la poesía, ¿no te volvió a insistir sobre si tomabas drogas? Bromas aparte, me alegro de que no fuera nada.

Un abrazo

P.S.: ¿Y no será un paripé para cambiar el plátano por el jamón

Elías dijo...

Pero, Jesús, ¿por dónde te metiste el plátano? Mira que los carga el diablo.
Buena idea lo del bocata de jamón.
Como decía aquel: "Donde esté un buen estofao de rabo de toro, que se quite la horchata".
Pues eso.

En serio, que me alegro de que no haya sido nada.

Abrazo.

Jesús Cotta Lobato dijo...

No cogé ventaja, eso espero que sea, algo de la tensión, aunque no soy hipertenso, según la doctora. Gracias.

Tato, sí, yo creo que decirle lo de la adicción a la poesía y el amor fue la causa de sus sospechas. Un abrazo, amigo.

Elías, ay, los plátanos. Mira que lo pensé cuando escribí la entrada. "Jesús, en vez de un plátano, pon una manzana". Pero, nada, la manía de contar la verdad. Un abrazo, amigo. Gracias por el humor.

Anónimo dijo...

Pues yo creo que ese tal Fernando se despachó a gusto...hombre que no son maneras de devolverle a uno a la cruda realidad.Cuídese mucho,no es lo mismo dar los guantazos que recibirlos.Lna.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Anónima Lna., tiene usted toda la razón del mundo. Menos mal que yo no me acuerdo de los guantazos. Ni los sentí. Si él no me llega a decir que me los ha dado, yo ni lo sabría. Gracias por sus palabras. Un beso.

María Cusí dijo...

Será un jamacuco, y espero que no sea nada grave, de corazón, pero según San Juan de la Cruz, se debe llegar a la oscuridad total para encontrar la luz, puede ser que estés en ello, con tu poesía y amor, pero de todas formas tú comete unos buenos bocatas de jamón. Un Abrazo

Er Tato dijo...

Hoy me he acordado de ti al ver este video. No sé yo si el jamón serrano daría para tanto...

Un abrazo

Jesús Cotta Lobato dijo...

Sefa, no sé si estoy preparado para lo que dices. Es hermoso, pero terrible. Por si acaso, te hago caso y me como los bocatas de jamón. Un abrazo.

lolo dijo...

Qué susto, Jesús. Cuídate mucho.

No será nada, tú... haz lo que te digan. Pero un plátano no es merienda para un chico que está creciendo.

Un beso.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Tato, ¡es magnífico el vídeo! ¡Me voy a comer un plátano! Gracias, de veras, por alegrarme la jornada y acordarte de mí.

Lolo, te voy a hacer caso. Me ha llegado al corazón tu comentario. Basia mille.

eres_mi_cruz dijo...

bienvenido al club del síncope, jesús... soy el mayor experto en síncopes de Sevilla... teniendo en cuenta que me he pasado todo el verano en un hospital encadenando síncopes... puedo decirte que si tu corazón está bien, lo demás no importa... esto me lo dijo el cardiólogo que me dio el alta...
lo único que tienes que hacer es ponerte bajito cuando lo veas venir para no darte el guantazo en el suelo o en la mesa de la cocina como me pasó a mí...
un abrazo y mucha agua...

Jesús Cotta Lobato dijo...

Eresmicruz, me siento hermanado contigo y grabaré a fuego tus consejos: ponerme bajito y mucha agua. Y no te imaginas el peso que me has quitado de encima con eso del corazón. Vengan síncopes, pues, mientras nuestros corazones, eresmicruz, latan como Dios manda. Un abrazo grande.

María Cusí dijo...

Jesús, no te lo digo como terrible... Un Gran Abrazo, Señor Poeta

José Miguel Ridao dijo...

No te preocupes, Jesús, que me consta que tú no eres un poeta dopado. Si acaso como Lope, ya sabes, la droga dura, y ésa no mata, revive.

Un abrazo, y que no sea nada.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Sefa, gracias, de veras.

José Miguel, viniendo de ti me encanta que me digas que no soy un poeta dopado ¡y no por falta de ganas! Un abrazo.

Alejandro Muñoz dijo...

Y no olvides untarle tomate al pan, y un buen chorreón de sceite de oliva... Y que nadie se preocupe, que el sábado tenía un aspecto inmejorable.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Alejandro, gracias. Te haré caso esta misma tarde. Un abrazo.

El Africanito dijo...

Querido Jesús,
no le des importancia a este sustillo y recuerda que gracias a ellos nos mantenemos mas vivos, a y como dice Alejandro échale aceite al pan pero del recién molido que ahora se están recogiendo las aceitunas.

un abrazo mu apretao pa ti y los tuyos

Jesús Cotta Lobato dijo...

Mi querido Africanito, gracias por tu consejo. Sí, eso pienso yo, que gracias a esos sustos ama uno más la vida y la vive más. Un abrazo muy grande para ti y para tu familia y a ver si nos vemos.

Mariela dijo...

La ultima vez que me paso algo parecido, iba acompañado ademas de taquicardias, sin perdida de consciencia pero si muy mareada, casi sin poder ponerme en pie. Todo perfecto, descartaron problemas cardiacos, ni diabetes ni tension alta y en un tac craneal vieron que no habia problemas con mi operacion de aneurisma, todo era de origen nervioso: un ataque de ansiedad. Parece que te vas a morir pero de esto nadie se muere, eso si, es muy incomodo. Querido amigo-exprofe, cuidate muchisimo, aqui estoy, en la distancia cercana de quien no se olvida de la buena gente. Un abrazo no fuerte, FORTISIMO!

Jesús Cotta Lobato dijo...

Mariela, me pasó lo mismo que a ti, pero no recuerdo taquicardia. La doctora también ha descartado conmigo la tensión alta y problemas de corazón. Gracias por tus palabras de aliento. Yo tampoco me olvido de ti. Un beso muy grande.