lunes, 3 de marzo de 2014

¿Debemos intentar emparejar a nuestros amigos solteros?

La tradición lo avala.

No se trata de hacer de celestinos que cobran por juntar al pagador con la pretendida, se convengan o no, sino de favorecer que él y ella se conozcan, porque nosotros los conocemos bien y creemos que van a estar mejor juntos que solos. Eso sí, sin forzar la cosa, como quien no la quiere, como si el encuentro y nuestras presentaciones y el "fíjate qué casualidad: a él también le encanta Lisboa", en fin, como si todo eso hubiera sido fortuito, para que así la chispa surja como surgió entre Adán y Eva desnuditos e incompletos entre lirios altos como pinos.

Otra cuestión es nuestro grado de intervención, que puede ir del mero hecho de informar a ella de la existencia de un soltero muy apañado hasta la de organizar una fiesta en tu casa, sentarlos a comer juntos en la mesa y ponerlos a jugar a las prendecitas.

Es esta una cuestión que ha surgido durante una conversación con dos amigos míos que han preparado este fin de semana un encuentro, digamos, fortuito.

En fin, ¿qué opináis? ¿Es un deber o un entrometimiento el intentar emparejar a nuestros amigos solteros?

12 comentarios:

Dyhego dijo...

Don Epifanio:
Creo que no. La injerencia en esos asuntos puede ser contraproducente.
Si alguna de las partes muestra interés, ya hará por hacer el encontradizo, seguro.
A lo mejor en otro momento hubiese estado a favor, pero a día de hoy, creo que las celestinas están de más. ¡Que ganas de meterse en la vida de los demás y dirigirles la vida!
25 neutonios acelestinescos.

Blimunda dijo...

Yo creo que el celestineo es otra cuestión, pero que propiciar un encuentro así como el que no quiere la cosa...puede tener excelentes resultados. Si ellos no quieren que no se sigan viendo pero crear ese mundo posible me parece algo bonito.
(Aunque creo que no alcanza el estatus de obligación moral.)
Besos.

Vicente dijo...

Querido Jesús:
¡Lo que te gusta meterte en zarzales!. Yo te diría que según los casos. Llevo casi veinte años casado con una mujer que con obras todos los días me dice "más que tú sólo Dios" y que llena mi vida de momentos extraordinarios a quien conocí gracias a que una amiga suya que trabajaba en una librería que había en Málaga en calle Santa María, Jábega, y que un buen día me dijo " te voy a dar el teléfono de una amiga mía que te conviene" y aquí estamos veinte años después con cuatro hijos.
Pero por otro lado algunos años más tarde, algunos amigos le dimos un empujoncito a un chico, al que tu conociste, pero cuyo nombre debo silenciar, que salía con una chica encantadora. Se casaron y duraron tres meses, porque ella era una santa, otra lo habría dejado en el viaje de novios, y les dieron la nulidad, que era de las de libro. Ella sufrió muchísimo y hasta se mudó de ciudad, le perdí la pista. A él lo veo de tarde en tarde, pero su sola proximidad me desagrada sobremanera y he de esforzarme para parecer cortés
Con este tema ocurre como con la mayonesa: cuando menos te lo esperas se te corta. Un saludo

Jesús Cotta Lobato dijo...

Don Dyhego, me convence usted. Pero hay un problema: ¿y si usted fuese la única manera de que su amigo soltero sepa de la existencia de una soltera que podría interesarle, ¿no le informaría usted? 25 neutonios dubitativos.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Blimunda, tú siempre tan serena y equilibrada: me has convencido: está bien hacerlo, pero no es un deber ni mucho menos. Ese es el punto. Besos.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Querido Vicente: qué dos historias tan distintas la tuya y la de ese otro chico. Qué bien hizo esa amiga suya dándote el teléfono ¡y qué bien hiciste llamándola! Dios te debe querer mucho.
Y, bueno, en cuanto te vea un día, te preguntaré por el nombre de ese chico, que me muero de ganas.
COncluyo, pues, que, por experiencia personal y sin forzar las cosas, eres proclive al menos a dar a alguien el teléfono de otro, pero sin dar empujoncitos.
REcibe mi abrazo y toda mi simpatía.

Dyhego dijo...

Don Epifanio:
No sabía que era usted el promotor.
Sin duda hará usted lo correcto.
25 neutonios.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Don Dyhego, no soy el promotor. Son unos amigos míos. Pero me consta que lo han hecho discretamente. 25 neutonios de trotaconventos.

Naranjito dijo...

Maestro Cotta, yo tengo experiencia en cuestiones maritales (una experiencia y por muchos años si mi parienta me aguanta)y a mis amigos y amigas solteros y solteras ni se me ocurre pegarle el empujoncito. !Con lo bien que viven de singel!
Un saludo.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Naranjito, con usted ya son mayoría los que opinan que es mejor no meterse en esos asuntos, pero es usted el primero que da ese motivo. Pues, hala, para los amigos lo mejor: si lo mejor es estar de soltero, que sigan así. Un abrazo, amigo.

Unknown dijo...

Mis amigos intentan hacer eso conmigo los aprecio pero

Jesús Cotta Lobato dijo...

Comprendo que el de sus amigos es un gesto con muchos peros, pero qué amigos tan apañados.