Un poeta enfadado con el mundo es tan ridículo y triste como un príncipe enfadado porque lo han confundido con un mendigo. Aun cuando tus versos no valgan la pena, aun cuando, valiendo la pena, nadie los leyera o recomendara jamás, nunca dejarías de ser un príncipe, porque eso son los poetas y no por mérito suyo, sino por mérito de ella, la reina, que nos nombra príncipes.
A cada uno de los poetas la poesía le ha dado unos talentos y al final de la vida nos pedirá cuentas no de las críticas positivas que nos han hecho o de los premios que hemos ganado, sino de lo que hemos hecho con los talentos que nos había dado al nacer. Nos dirá: A ver, a ti te di muchos talentos para la sinestesia, el himno y el amor. ¿Qué has hecho con esos talentos? Y a otro le dirá: A ver, a ti te hice ingenioso, audaz y original. Y a ti te hice lírico y nostálgico...
Poeta, no te duermas en los laureles. Échate a cantar.
2 comentarios:
Don Epifanio:
A veces es difícil saber cuáles son los talentos de cada uno. ¿Que pasa cuando uno se cree talentoso en algo y no lo es?
25 neutonios talentosos.
Don Dyhego, una de las virtudes más apreciadas por los clásicos era la prudencia para saber discernir lo conveniente, lo bueno, lo apropiado y, en este caso, el talento propio. Yo creo que la edad nos va enseñando cuáles son los talentos de cada cual. Eso sí, a veces es cierto que se encuentra uno personas que se creen talentosas en lo que solo son mediocres. En ese caso, lo mejor es rezar para que quienes nos quieren nos digan la verdad. Y para eso uno debe ser humilde, para que no tengan miedo de decírnosla. 25 neutonios poéticos.
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