miércoles, 23 de diciembre de 2020

Desde la Gran Explosión a la Navidad



Dos grandes acontecimientos ha habido en la historia del universo: el momento en que el dedo de Dios prendió la primera llama con la Gran Explosión y el momento en que, no contento con eso, quiso formar parte del universo naciendo del vientre de una mujer.

¿Y en qué día del año fue eso? Según  una venerable tradición judía (aquí) morimos el mismo día del año en que fuimos concebidos y, dado que sabemos que Jesús murió en abril, tuvo que nacer nueve meses después, o sea, a finales de diciembre.

Y como quedan dos días  para esa fecha, me he imaginado las panderetas impacientándose por celebrar el cósmico advenimiento del Autor de todo, y he compuesto esa seguidilla con bordón, precedida de mi admirado Murillo.

El Hacedor de todo
abre los cielos
con estrellas que anuncian
su nacimiento.

Ya se impacientan,
en la pared colgadas,
las panderetas.

¡Pues eso, feliz Navidad y Gloria in excelsis Deo et in terra pax hominibus bonae voluntatis!

6 comentarios:

Dyhego dijo...

Kyrié Epiphanivs:
que las panderetas suenen y resuenen es su hogar
y la dicha permanezca en él.
25 neutonios navideños.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Don Diego, el mismo deseo tengo para usted, pero aumentado y adaptado a su hogar. 25 neutonios nochebuerniegos

Granito dijo...

Muy bonito Jesús, se te da bien escribir sobre tu tocayo, y me alegra, sobre todo verte alegre al hacerlo.

Feliz Navidad

Jesús Cotta Lobato dijo...

Granito, la Navidad me inspira más que nunca. Me parece una de las más bellas conmemoraciones. No se conmemora una batalla ni la fundación de una nación ni es el día internacional de nada. Es el nacimiento de un niño. Un abrazo grande

Hugo Carranza dijo...

Es sin duda ua fecha magica, mistica, se dice que una navidad detuvo la guerra (aunque solo por algunas horas) en 1914. Los Inglese oyeron cantar un villancico a lo lejos en la trinchera alemana. Reconocieron el cantivo y se unieron a la celebracion. Intercambiaron regalos y hasta jugaron futbol.

No se que otro evento puede generar espontaneamente una tregua entre dos bandos enemigos.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Hugo, yo he leído esa conmovedora anécdota creo que en un libro titulado Humanidad e inhumanidad en el siglo XX. No hay historia más maravillosa que la que se cuenta en navidad y tiene además un significado muy profundo. Me alegra que me hayas recordado esa anécdota. Feliz navidad también para ti.