1. Decirles que la tele se ha roto y que ya sólo se pueden ver algunos vídeos los fines de semana (lo mejor es romperla de verdad, no sea que los niños os pillen viéndola por la noche).
2. Ingeniárselas para que la lectura libere al niño de tareas enojosas. Por ejemplo, si está jugando a la wi o a la nintendo, tiene que ayudarte en las tareas del hogar. Pero si está leyendo, pintando o jugando con sus amiguitos, lo dejas que disfrute como un enano.
3. Cuando el niño vea por la calle a niñatos que escupen y se rascan el paquete, dile que los pobres están enfermitos de estupiditis producida por la falta de lectura.
4. Darle a entender que los libros dicen cosas que los profesores y los padres y los políticos no saben.
5. Dejarle que se vaya a la cama con un libro, aunque eso lesquite algunos minutos de sueño (lo mejor es que se vaya a la cama antes de la cuenta).
6. Dejar libros interesantes por todos los rincones de la casa.
7. Comprar todos los cuentos que el Ministerio de Igualdad rechaza por sexistas y ponerles una etiqueta que diga: NO APTO PARA NIÑOS. Y hacerse el longui cada vez que lo pillemos leyéndolos.
8. Explicarle con los tonos más oscuros que los niños que no leen dejan de ser princesas y caballeros y se convierten en sucedáneos espantosos de Ministras de Igualdad y Asesores políticos de la Ministra, que, como ya se sabe, es lo más antiliterario que puede generar mente humana alguna.
9. Demostrarle con una teoría científica llena de nombres eslavos y números incomprensibles que existe una relación directamente proporcional entre el gusto por la lectura y la estatura que los niños alcanzan. Si luego el niño no crece, le decimos que, gracias a haber leído tanto, es más alto que Pulgarcito, como es mi caso.
10. Explicarlesque hay libros que a veces son tan malos como algunas personas y que no merece la pena leerlos. Y sobre todo, si tu niño, a pesar de estos métodos, prefiere hacer cualquier otra cosa antes que leer un libro, quererlo más que a todos los libros del mundo.
21 comentarios:
En esta sociedad que se muere, la lectura es una esperanza.
Con la parte final del 10 me has convencido de los 9 anteriores.
Un abrazo.
Pedro
Pues a mí el 8 me ha gustado mucho, me parece muy convincente, especialmente para adultos. Y el 10 tan real y tan tierno que voy a pasárselo a padres desalentados.
Reyvindiko, al menos en la lectura somos libres, vivimos en los mundos que queremos y hablamos con quien queremos hablar. Un abrazo.
Granito, ese último consejo es el más importante. Me alegro de que lo compartas.
Aurora, es que lo importante de que los niños lean no son los libros, sino ellos, y por eso ellos siguen siendo importantísimos aunque no lean. Un beso.
Jesús: Yo creo que la pasión por la lectura es una enfermedad que alguien nos contagió y que debemos contagiar. A tu heterodóxa lista yo añadiría sólo un recurso, que ha practicado siempre el ser humano, leer en voz alta. A las personas nos gusta que nos cuenten cuentos, tengamos la edad que tengamos. Los niños son potencialmente receptivos a esa técnica, es el poder de la palabra y ellos escuchan con todo su ser.
Una vez que se les contangia ya no se curan nunca.
Muy buena la entrada y muy divertida. Saludos y a pasarlo bien!!!!
Blimunda, tenía yo esa práctica olvidada. Pero en clase sí que lo hago y los alumnos, oh milagro, escuchan. Buen fin de semana.
¿Era san Ambrosio el que leía en silencio, ante el asombro de todos los que le rodeaban ?.
Es verdad: a la gente antigua, por ejemplo, le gustaba mucho que les leyeran historias, romances y libros de caballerías. Y si era muchas veces lo mismo pues daba igual.
Vale.
En la autopista un vehículo pasa a alta velocidad un paso bajo nivel, desde el puente y a modo de diversión un chico, acompañado de otro lanza una piedra que da de lleno en el parabrisas, ignoran que se trata de un vehiculo oficial, la treta de lanzar y correr no les sirve, el vehiculo lleva escolta, no hay heridos ni muertos, solo un chico de catorce que llora en el tribunal.
Algo no estamos haciendo bien con nuestros chicos Jesús y que pena que comencemos a ver estos hechos como normales e irremediables.
Un abrazo
Gómez de Lesaca, me contaba mi padre que allí en el campo, donde él vivía, los pocos que como él sabían leer solían sentarse a la tarde a leer capítulos del Quijote y la gentre se quedaba embelesada oyéndolo. Por cierto, Olga Bernad nos ha dedicado a ti y a mí su última entrada. Vale.
Alejandro, seguro que tú y yo somos de los que no contribuimos a que ellos sean así. Sigamos adelante. Nunca sabremos a cuántos estamos librando de ser así. Un abrazo.
Una cita: "No hay espectáculo más hermoso que la mirada de un niño que lee" Günter Grass.
Ánimo Alejandro, que seguro que Jesús lleva razón. Besos!!!
10. ¿de qué hubiera servido leer si no fuera así?
Pero te digo Cotta, que cumpliendo el 80% de tus métodos, más el de la lectura en voz alta, más algunos de cosecha propia, sólo un tercio de mis hijos son lectores por convencimiento.
¿Eso reduce la esperanza? No, porque el amor es una fuerza mayor a la cultura.
Conozco personas que han leído muchos libros(aunque yo prefiera la calidad a la cantidad) y no hay nada en ellos que los difiera de Cruela o Boxtel("Tulipán negro" de Dumas), egoístas y ególatras, donde haya una persona y un corazón puro, que se aparte el libro, puedes pasarte la vida leyendo libros, pero las personas siempre valdrán más que toda colección de clásicos.
Que se incentive la lectura, de acuerdo, pero que el niño aprenda por sí mismo, y que realmente, el niño descubra por sí mismo, entonces es cuando le gustará de corazón la lectura.
Un saludo y una pregunta:¿ Por qué la sociedad española confunde la educación con la educación? en inglés se utilizan dos términos para diferenciarlas, "upbringing" y "education", parece que aquí todo lo tengan que hacer los profesores...
Blimunda, me sumo a tus ánimos.
Lolo, de nada sirve la cultura si nos llevase a ser soberbios y egoístas. Lo bueno del amor es que uno no se pone a lamentar que ese tercio de hijos no lea tanto como uno quisiera. El amor quiere al otro como es, no como a uno le gustaría que fuera. Por eso, el último punto del método es el más importante. Un abrazo, Lolo.
Alfred, ¡qué bien nos vendría tener dos palabras distintas para dos cosas tan distintas! Los profesores instrurían y los padres educarían. Pero en España muchos padres se han desentendido de sus hijos y los quieren todo el día en el colegio. Así nos va. Un saludo ex corde.
me gustaría destacar la enorme calidad de los libros infantiles que podemos disfrutar actualmente... historias hermosas, fantásticas o cotidianas, clásicas o muy actuales... todo ello, y esto me fascina, con una ilustración artística de extraordinaria calidad...
también es de agradecer que se haya perdido el miedo a la poesía infantil... los niños aprecian la rima y el ritmo de una historia contada en verso... quién me iba a decir que el facsímile de fábulas de Samaniego que me compré en una librería de viejos sería el libro de cabecera de mi hija... no entiende un pijo cuando se las leo pero le encanta que se las explique... moraleja incluida...
por supuesto siempre hay quien se sale del plato... hace poco le leía un cuento a mi hija en la biblioteca pública... tuve que inventar un final porque me pareció prematuro explicarle que la princesa prefería las niñas a los niños... el dibujo de la última página era bastante explícito... en fin...
Eresmicruz, no sabía yo que en las Bibliotecas Públicas estaban ese tipo de libros. En los cuentos infantiles ni siquiera se dice que al príncipe le gustara Cenicienta, sino que se casó con ella. Yo creo que hablarles del deseo sexual a los niños es una guarrada. A mí también me regalaron para mis hijas un libro donde el príncipe prefería a un paje árabe y no a la princesa y entonces preferí no leérselo a nadie. Quizá hable de esto el próximo día.
La verdad eso de apagar la tv es una de las mejores opciones combinada con dejar libros por doquier, verán en mi caso no había muchos canales de tv, mi madre la ponía en alto y dejaba sus libros por todos lados, esto fomenta la curiosidad.
Leerle a los niños antes de dormir y regalarles libros en su cumpleaños acerca de los temas que les interesan: animales, naves espaciales, hadas, personajes heróicos.
Anita, esos métodos también los practico y funcionan, pero por desgracia no siempre encuentra uno libros del tema que le gustan al niño. Saludos.
¿A,si?Pues has tenido equivocaciones...
has puesto cosas juntas.
Sí, Isabel, es que me pongo a escribir tan rápido, que se me juntan las letras. Gracias, guapísima.
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