lunes, 14 de junio de 2010
Salvando a caballeros y princesas
¡Hombres y mujeres del mundo, oídme! En los oscuros laboratorios del Igualitarismo Internacional se ha creado un virus biónico que está causando estragos en el cerebro (en el celebro) de algunas personas a las que les da por odiar a los caballeros y princesas de los cuentos.
Los afectados por el síndrome, cuando ven a un caballero matando a un dragón o a una princesa que borda o se viste para el baile, echan espumarajos, se les vuelven los ojos, hablan lenguas extrañas y giran la cabeza hasta que les cruje un hueso.
Por desgracia, su enfermedad no está catalogada en el Catálogo de Enfernedades y entonces se niegan a ser curados, es más, no saben que están enfermos. Y están entrando en los colegios, en los manuales de enseñanza, en las facultades de pedagogía e incluso en las familias para matar a caballeros y princesas o convertirlos en chicos con faldas y chicas que escupen.
Se ha dado el caso de que en un cuento el caballero ha entrado para salvar de un dragón a una princesa y he aquí que la princesa no era más que un psicólogo peludo disfrazado y han acusado al príncipe de un delito de antiecologismo por intentar matar al dragón.
¡Esto es el fin!
Salvemos a los caballeros y a las princesas. Si no, ya no podremos decirles a las niñas que llamar a grito pelado en la calle a Jennifer Mari es impropio de una princesa, ni les podremos decir a los niños que hacer concursos de eructos no es la mejor manera de despertar a Blancanieves.
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23 comentarios:
Tenía la esperanza de que si en medio de los regüeldos un caballero besaba la mano y, arrodillado y mirándola a los ojos, declaraba su amor, así rescataría a su dama, libre ya del maleficio del dragón.
Pero ya no la tengo.
¡Cuántos "celebros" invadidos por el VIME (Virus de la Igualdad Mal Entendida)! Uno de sus síntomas es la insensibilidad al ridículo.
La espada y el bosque, la doncella guerrera, el caballero y la muerte,la princesa dormida, la madrastra... símbolos, arquetipos, imágenes ancestrales.
Aunque los prohíban seguirán ahí, intocables, donde todo esto tiene su reino:
En los sueños.
Les guste o no.
Vale.
Reyvindiko nunca pierdas la esperanza pues, puede que sea uno de los pocos antídotos que sigue manteniendo vivos a los caballeros y sus damas.
un abrazo mu apretao.
Don EPIFANIO:
Érase que se era la linda hija de un presidente de gobierno que vivía en una lejana república, en el palacio presidencial. Iba democráticamente a la escuela con el resto de niñas y niños pero un mal día, la profesora/el profesor les dijo que cada cuatro años había elecciones y la hija del presidente se entristeció porque en breve dejaría de ser la hija del presi para ser la hija de un ciudadano corriente y moliente...
1 neutonio
No sé, no me lo explico. Me da mucha tristeza porque ponen muy fácil el hecho de ridiculizar cosas que no tienen nada de ridículas, como intentar que la discriminación de la mujer no esté asumida como un hecho cultural. Pero eso no se hace suplantando cuentos por sandeces.
Me da mucha pena todo esto.
En fin.
Saludos.
La discriminación femenina no se erradicará discriminando lo masculino (entendiendo discriminar como infravalorar o marginar, y no como distinguir, porque eso ya lo hace la naturaleza).
Yo creo que la sociedad ya está en camino de tener como normal la igualdad de valor de las personas independientemente de su sexo, pero por el trabajo y la convivencia, y no creo que se deba a las campañas sobre el lenguaje y cosas así del feminismo andante.
para los niños... Sin-Chán, Simpsons, Patito feo...
para los muchachos... Gran hermano, Física o química, Sin tetas no hay paraíso...
Aído contra Andersen y Perrault...
Geli contra el porno sueco de los 70...
aquel vademécum en trocito de revista rescatado de la calle y descolorido por el sol...
Sra. Geli, ¿los putiferios no iban contra la dignidad de las mujeres?... si usted tuviera picha la tendría hecha un lío...
Reyvindiko, conserva la esperanza. Entre todos salvaremos a los príncipes de la grosería y entonces Blancanieves despertará con un beso.
JuanMa, el VIME, como bien dices, causa estragos. Los enfermos nos acusan desde sus tribunas oficiales, pero nosotros seguiremos leyéndoles a los niños cuentos de príncipes en las catacumbas.
Gómez de Lesaca, yo, como tú, sé eso bien, pero cuanto antes los desenmascaremos, antes caerán.
Africanito, menos mal que estamos tú y yo aquí para salvar a las princesas.
Dyhego, este cuento me gusta, porque los antipríncipes perecen pronto, cada cuatro años, mientras que los príncipes no mueren.
Olga, no te dé pena. Ríete. Es una moda que pasará. Y si no pasa, contraataquemos desde la literatura escribiendo cuentos maravillosos.
Simeón, las sandeces estas del lenguaje sexista no han contribuido sino a enrarecer el ambiente. Lo que hay que hacer es denunciar las injusticias y dejar que la gente hable como quiera y lea los cuentos que quiera. Un abrazo.
Eresmicruz, me gustaría leerte algo sobre esa idea tuya tan buena de que el porno sueco hizo más por nosotros que todas las Aídos y las Gelis. ¡Con lo bien que está acudir al sexo cuando te da la gana y no según las prescripciones ministeriales1
Imagino que lo habréis leído, pero por si acaso, aquí os dejo un artículo de la viperina lengua Javier Pérez Reverte relacionado con el asunto que no tiene desperdicio.
Saludos
Po que queréis que os diga. Yo me sigo enrolando con caballeros para rescatar a princesas, doncellas y cualquier dama que lo necesite. En casa tengo una dama y una princesa que cuentan con este aspirante a caballero que ya tiene el pelo albino. De las lecturas de niño aprendí, entre otras cosas, El Respeto, y esto no lo podran prohibir. Un abrazo a los Caballeros y beso su mano Princesa.
Sí, Tato, lo conocía y por lo visto circula por ahíi un libro con los cuentos de siempre en versión políticamente correcta y es para partirse de risa. Un abrazo.
Pues eso necesitamos, Naranjito, caballeros que besen las manos de las princesas. Cada vez somos más.
Salvemos y que nos salven.
Lolo, te iba a dar la bienvenida a los Amigos de los Príncipes y las Princesas, pero me temo que tú´eres amiga de ellos, funde yo no el club de amigos.
Me gustan los caballeros, las princesas, los palacios, los bosques y hasta las brujas, los magos y los lobos. La necesidad de proteger a otro y a la vez de que nos salven de alguna manera, en muchos sentidos, está tan metida en el alma humana que cuando lo intentan barrer los resultados son de espanto. Un beso
Aurora, sería interesante escribir sobre el resultado de perder el deseo de salvar y la esperanza de ser salvado. Un día tendremos que hablar de eso los dos en nuestras bitácoras respectivas.
Mi marido dice que yo voy por la vida blandiendo mi espada de madera pero sabe que, de vez en cuando, me gusta vestirme de princesa. Yo creo que cada vez que él regresa a casa empapado en sudor o por algún imprevisto chaparrón que siempre le pilla a él porque se empeña en ir en bicicleta para no tener dos coches, lo hace después de librar sus batallas con auténticos dragones como un verdadero principe( y no azul).
Hay algo muy puro detrás de esos cuentos encantados y quizas hay que seguir siendo un poco niños para comprenderlo y no estropearlo.
Cuenta conmigo para la cruzada y pido al gobierno que decrete una ley que reduzca en un 7% el número de gili pollas que puedan ejercer, que no caben más en este país.
Un abrazo, ex corde, del padre de una princesa y un caballero como Dios manda.
Blimunda, qué bella manera de convertir en cuento principesco tu vida diaria. Creo que el amor saca lo mejor de tu escritura.
Alejandro, hay que comenzar el combate ya, para que cuando tu niña llegue a princesa haya príncipes en abundancia que la pretendan y así ella se pueda permitir el lujo, que sólo a ella corresponde, de elegir. Un abrazo.
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