Es aburrida y fea esa manía de algunos de reducir lo espiritual a fenómenos materiales. Estoy cansado del tópico según el cual los trances de los místicos no eran más que orgasmos reprimidos. Yo, que sé de orgasmos como todo el mundo, puedo aseguraros que con ellos no le da a uno por escribir poesía ni liras, sino por jadear como una mala bestia.
Conozco a una persona que anda a la caza de santas neuróticas. Le encanta desmontar su supuesta santidad catalogándola como neurosis. Me habló el otro día de santa Rosa de Lima, una mujer encantadora que, según él me dijo (porque sabe de santas más que yo), se alimentaba sólo de la comunión diaria en la misa. "No era más que una anoréxica", concluyó.
Entonces, se despertó en mí el defensor de santas que yo no sabía que llevaba dentro. Y le dije algo que estoy seguro de que no se me ocurrió a mí, sino que fue una inspiración:
-También las anoréxicas pueden ser santas.
Y aquí una foto, realizada por Ramón Simón, del acto de presentación de Olvidados Inolvidables de Juan Antonio González Romano.
12 comentarios:
Don EPIFANIO:
De todo hay en la viña del señor.
La señora Pajín no está precisamente anoréxica y sus orgasmos le inspiran leyes ridículas.
El señor Rodríguez Zapatero no está precisamente fondón y sus orgasmos le inspiran soflamas ridículas.
He leído en el blog de don Simón que sus orgasmos (los de usted, don Epifanio, no los de él) le inspiraron una presentación divertida a la par que profunda.
Deducción: hay orgasmos productivos y orgasmos improductivos.
25 neutonios asexuados, jejeje.
Don Dyhego, me encanta su conclusión. Debería usted hablar de ella en una de sus entradas. Los orgasmos productivos son especialmente interesantes.
25 neutonios orgásmicos.
Defensor de santas: éste es un verdadero título de nobleza.
Vale.
Misticismo, santidad... y cuánta sabiduría hay en este blog.
Un abrazo amigo Jesús.
Y es que un espíritu bien alimentado es capaz de todo, querido Jesús, incluso de sobrevivir a cuarenta días de ayuno en el desierto.
Por cierto, inolvidable velada la del miércoles pasado.
Retablo, pues me gusta a mí ese título nobiliario. Tiene usted el don de lo solemne con laconismo y elegancia.
Rubén, es que aquel perseguidor de santas me lo puso fácil. Usted le habría dicho, seguro, algo mucho mejor. Un abrazo, amigo.
Alejandro, cuarenta días... Eso es para los grandes.
Yo también me lo pasé muy bien con vosotros, amigo.
Y los gordos también pueden ser santos,Jesús, digo yo, que del tema que reseña no sé mucho.
Mi punto de partida es que todo hombre es bueno hasta que demuestre lo contrario, y cuando desmuestra lo contrario siempre está el arrepentimiento, el perdón.
Gracias por la mención,
un fuerte abrazo, Jesusito.
Ramón, sí, menos mal que nos queda el arrepentimiento. Tus fotos, como siempre, estupendas.
Yo creo que lo llevas dentro, pero lo mejor es que no lo sabes.
Lolo, entonces intentaré olvidar que lo llevo dentro, para que así siga siendo hermoso tenerlo.
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