Una gloriosa noche, o una luminosa mañana, que eso no lo sé, aquel joven guapetón y fuerte que ahora nos cuida desde las estrellas lanzó millones de flechas encendidas hacia una luna roja que flotaba en las alturas. Y todas las flechas se estrellaron contra ella y se deshicieron en astillas, menos una, la que la penetró, la más aguda y audaz, la que era mi mitad y buscaba lo que desde siempre le faltaba. Violenti rapiunt.
Gracias a mis padres por el amor y la libertad con que me hicieron aquella noche o aquel día. Amor y libertad son el origen más noble que se me ocurre para una criatura.
Amigos, si del amor y la libertad hemos nacido, el amor y la libertad no nos dejarán morir.
No sé por qué, pero todo esto se me ha ocurrido contemplando la bolsita de tela que Blimunda ha confeccionado para mí, con mi verso favorito bordado en hilo azul:
Señor de las más íntimas estrellas
Es el mejor regalo que le pueden hacer a un poeta: bordar un verso suyo y, encima, acertar con su favorito.
Gracias, pues, también a Blimunda por su atrevida delicadeza, a Siete Soles por su nobleza y a sus dos donceles por estar tan agraciados con pecas y simpatía.
Y a todos buenas noches. Y buenos días.
7 comentarios:
El más noble origen, desde luego. No todo el mundo es bendecido con una concepción así. Las manos de Blimunda cuando borda también son benditas. Y no me extraña que no se pudiera dormir.
Jesús, creo que el verso no lo elegí yo,nada más leerlo me eligió él a mí para quedarse conmigo ya para siempre.
Pero nunca pensé que pudiera considerarse un atrevimiento(aunque ahora que lo dices te entiendo, a veces me lanzo así y no preveo las consecuencias, solo hago las cosas porque quiero).
Y qué alegría conocerte. Bendito insomnio.
GRACIAS POR TODO.
Qué Belleza de imagen esa luna roja asediada por tan encendidas flechas.
Lolo, por suerte casi todas las concepciones son así. O al menos así quiero creerlo. Y el verso bordado es precioso.
Blimunda, más que atrevimiento, quiero decir originalidad a la hora de hacer un regalo a un desconocido. Esos son los mejores regalos. Y me encantó que coincidiéramos en nuestros mutuos regalos: rosarios y poesía. Buen comienzo, sí señor. Y mis bendiciones para tus sueños.
¡Que torpe! Esta mañana, con la caraja, no reconocí al gran Cotta en el Jesús de rosarios y Patricio.
Me alegra saber del encuentro de dos grandes poeta y poetisa.
Saludos
Gracias a ti por hacer nos pensar. Un valor poco usual hoy en día.
Saludos.
No cogé ventaja, pues sí, fue un agradable encuentro. Un abrazo.
Siete Soles, nos hicimos todos pensar a todos. Los anfitriones de la casa tienen esa virtud. Un abrazo, amigo.
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