jueves, 31 de marzo de 2011

Argumentum angelicum probabilioris (argumento angélico de los más probable)

Ayer pude haber muerto dos veces.

La primera fue en casa: me subí en una escalera de mano, pero al bajar  puse por despiste los pies en la parte sin peldaños y me caí al suelo y por poco me doy en la nuca con el filo de la mesa y en la sien con  el pico de la plancha, que estaba en vertical.

La segunda fue al salir de mi portal. Una bici conducida por un niñato a toda velocidad por mi acera casi me atropella. La evité lanzándome a la carretera por donde en ese momento pasaba un coche que, también, casi me atropella.

Yo sólo soy consciente de esas dos ocasiones de muerte. Seguro que hubo más: ¡de la de virus, inicios inexorables de cánceres, de la de balas, atracos, infecciones y terremotos. etc. que me habré librado cada día sin saberlo!

Pero tiremos por lo bajo: supongamos que sólo corro peligro de muerte unas dos veces al día. Como tengo cuarenta y tres años, he estado a punto de morir, redondeando, unas 32.000 veces o, por decirlo  con más optimismo, ¡me he salvado treinta y dos mil veces de la muerte!

Pero ¿quién o qué me ha salvado? No puede ser por casualidad, porque por casualidad o chiripa uno se salva una o dos veces, no treinta y dos mil. Además, la chiripa no es causa de nada.

Tiene que haber una causa, es más, un agente constante y benévolo que me haya salvado tantas veces de la fácil muerte que me aguarda en cada esquina y cada instante.

Y a ese agente yo lo llamo ángel. Y lo quiero un montón.

13 comentarios:

La'badesa dijo...

Bien pensado, el trabajo que se les viene encima a los ángeles de la guarda con los mortales normales casi es tan tremendo como el que tienen con los más raritos: escaladores, guardiaciviles, aficionados a las motos, maquinistas y tó eso.

José María JURADO dijo...

Pues no sé para qué quieres tanto a ese ser malévolo que te priva de la vida eterna y la contemplación infinita de Dios. ¿No será un demonio?

Jesús Cotta Lobato dijo...

Mujerárbol, yo creo que el ángel de los escaladores, guardias, etc han hecho unos cursillos especiales y están más entrenados aún que los nuestros. Pero los nuestros, como ves, tampoco están mancos. Un abrazo.

José María, no me priva de la vida eterna, sino que no me priva de la vida terrena. Los demonios quieren privarnos de las dos. Un abrazo.

lolo dijo...

Creo que cada segundo con vida está sostenido por Dios. Si es nuestro ángel quien nos salva de los peligros que conocemos, habrá también otro para salvarnos de los que ni siquiera sabemos que lo son. Lo cual nos da una idea del milagro que supone seguir vivos.

Dyhego dijo...

Don EPIFANIO:
La reflexión que usted propone hoy invita a una respuesta capciosa: ¿estarán despistados los custodios cuando alguien muere o no les dará la gana salvarlo...?
Les llegamos a poner nombres a los custodios de mis hijos,pero no sé si se acordarán.
25 neutonios.

Blimunda dijo...

A lo largo de mi vida han surgido personas tan buenas conmigo...que yo los considero mis ángeles.

lolo, por ejemplo, es un ángel.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Lolo, del milagro y de la gran inversión que hace Dios en nuestra vida, porque, como has dicho, no tenemos sólo un ángel, sino dos.

Don Dyhego, no me sea usted puntilloso. Cuando un ángel no puede salvar a un niño de la muerte, ya lo ha salvado antes miles y miles de veces. El primero que se entristece por la muerte del niño es su ángel. Y bella costumbre la de usted la de ponerles nombre a los custodios de sus hijos. Los de las mías también los tienen y ellas sí los recuerdan. 50 neutonios seráficos.

Blimunda, qué suerte tenemos de tener, además de los invisibles, ángeles visibles y besables. Un beso para ti y para Lolo, ángeles míos también.

Micotta dijo...

Tengo yo Muy olvidado a mi ángel de la guarda, no le rezo nunca desde que soy mayor. Tu entrada me recuerda que debo pensar más en él y en los de mis hijos. Trabajan duro cada día.
Pienso que el día de nuestra muerte, no es que el ángel haya fallado sino que ese día termina su misión.
Besos a ti y a tus 3 angelotes carnales.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Micotta, sí, háblales del ángel a tus hijos. Sean los ángeles tus aliados en tu lucha cottidiana. Y esperemos que la misión de los ángeles en nuestro caso dure mucho y que el último día de su misión sea muy, muy tarde.

Anónimo dijo...

Compartiré un secreto con usted.Además de las innumerables veces,que sin saberlo,me habrá salvado mi Ángel de la guarda,yo siempre le encomiendo una misión extra."Que encuentre aparcamiento,cerquita de casa".Y le digo así:"Ángel de la guarda búscame un sitito en la calle mía"...je,je .Hay veces que funciona,y mis hijas se ponen muy contentas,le damos las gracias.Otras,las menos,no funciona,pero igualmente le decimos:"Hoy has tenido más tarea con...alguno de la familia"...y nombramos a aquel que se ha salvado de algún accidente...En fin es muy divertido.Si quieres que funcione,hay que rezarle con Fe.Me alegro de que el suyo estuviera atento a sus movimientos.Un abrazo,AnónimoE.

Jesús Cotta Lobato dijo...

AnónimoE, le confiaré también yo mi secreto: antes yo reclamaba sus servicios para que no se me escapara el autobús y ahora para que nos encuentre aparcamiento, como usted, y casi nunca falla. También mando al mío a ayudar a los que están más desesperados. Reciba usted mi complicidad y admiración.

maca dijo...

precisamente leo ésto después una serie de sincronicidades que me llevan a interesarme especialmente por los Angeles. Me gustaría saber más acerca de ellos.El ´dia uno de abril iba a ir a una conferencia pero por no abandonar visiblemente una clase me la perdí.Macarena

Jesús Cotta Lobato dijo...

Los ángeles son inagotables: nunca sabrás de ellos lo suficiente. Si te interesa el asunto, es quizá porque ellos se interesan por ti.