Después de las Navidades, Patricio me saludó efusivamente, para agradecerme el carrito del bebé. Ha hecho de Baltasar en la cabalgata de una asociación vecinal y me enseñó las fotos orgulloso, con esa sonrisa luminosa y franca de los negros. ¡Eso es integrar, sí señor!
Entonces me hizo una petición: que Nieves, la que le ha conseguido el carrito, y yo fuéramos los padrinos del bautizo de su hijo. Me pilló tan de improviso, que no supe decirle que no. Pero desde que me lo ha dicho estoy temblando. Para mí, ser padrino de un bautizo no es solo enchaquetarme para acudir a la ceremonia. El bautizo crea para mí un vínculo para siempre con mi apadrinado. Ya soy padrino de dos niños encantadores y este sería el tercero y no voy a dar abasto.
Así que ando dándole vueltas al asunto. Reconozco que mi parte más egoísta tiene un poco de miedo de que Patricio y su familia ponga demasiadas esperanzas en mí. Yo solo sé dar clases, escribir, comprarle rosarios y buscarle un carrito. Ni siquiera le puedo ayudar a encontrar un trabajo.
En fin, amigos, que tengo la tentación de decirle el próximo lunes que no puede ser, que prefiero que las cosas sigan como antes. Pero me parece a la vez tan feo darle ese chasco. Y estoy hecho un lío.
14 comentarios:
Para estas cosas viene genial eso de "más vale una vez colorado que ciento amarillo", jaja. Aunque luego quién es el guapo que se lo aplica cuando le pillan de improviso...
A mi me pasan mucho estas situaciones, por eso intento aprender a responder con alguna broma que me haga cambiar de tema, o decir que me lo tengo que pensar.
Ser padrino de un crío conlleva un enorme compromiso. Y no solo por tener que comprarle cosas cada dos por tres al niño, que sería casi lo de menos aunque también importa.
Lo peor es que, teniendo en cuenta que Patricio se encuentra en una situación muy particular (imagino que sin familia, sin recursos, y posiblemente sin papeles) podría ponerte en algún compromiso mucho más serio llegado el caso.
Yo si fuera tú no me lo pensaría más. Le agradecería la deferencia, le haría algún regalillo más para quedar bien, pero me negaría a ser padrino de su hijo alegando que es una responsabilidad demasiado importante que no estás preparado para asumir.
Si Patricio, por muy buena gente que sea, ha tenido la cara de meterte en semejante embolao, yo tendría la misma cara para salir de él.Asi de claro.
Que siempre estás a tiempo de poder seguir ayudando en lo que puedas, pero porque quieras y puedas, no porque te hayan obligado.
Puedo parecer borde, pero después de haberme metido en muchos líos similares, la experiencia me dice que en estos casos lo que mejor funciona es el sentido común.
Suerte, un saludo. Ya nos contarás.
María.
¿Recuerdas, Cotta, cuando un día Eresmicruz dijo que ,al echar a volar un pájaro, sintió que Dios lo estaba mirando?
Pues creo que estás en la misma situación.
María y José Miguel, muchas gracias por el consejo. Está lleno de sentido común y de prudencia y de experiencia. Todo lo que decís es precisamente lo que me frena. Esta noche lo consultaré con mi almohada. Recibid mi abrazo.
Blimunda, mi corazón me está diciendo lo que tú me estás aconsejando. Es la razón la que me detiene. Un beso.
No soy yo quién para aconsejar, don Epifanio.
25 neutonios.
Dyhego, gracias por los neutonios. Reciba usted los míos.
No se meta usted en esos líos...que lo ha calao el Patricio este,y le da donde más le duele...El primer comentario es sabio.No se trata de escurrir la responsabilidad,"???"sino de SENTIDO COMÚN.Lna.
Lna, muchísimas gracias por el consejo. Sigo hecho un lío y lo pensaré todo el lunes por la mañana, justo antes de verlo. Le pediré inspiración la Espíritu Santo. Un beso.
Jesús, pienso lo mismo que María...Un Gran Abrazo
Sefa, muchas gracias por el consejo. Un abrazo.
Perdona que me meta en este peliagudo tema.
Que apadrines al crío de Patricio sería tan inoportuno como que lo hicieras con el hijo de un señor que coincide contigo, tomando café por las mañanas, en el bar de junto al centro de trabajo.
Para nosotros, los católicos, el bautizo debe significar algo más que el rito social en el que lo hemos convertido desafortunadamente.
Que Dios te ilumine y guíe.
D. Jesus, yo me equivoqué en la elección de los padrinos de mis hijos. Bueno se equivocó mi parienta, pero que le vamos a hacer. Algunas personas cambian y te defraudan pero seguro que a más de uno le gustaría tenerte como compadre.
Un abrazo.
No cogé ventaja, precisamente por eso, porque el padrino contrae unas obligaciones, es por lo que ando dándole vueltas a la cabeza. Gracias por el consejo. Un abrazo.
Naranjito, nunca se sabe si fue error o acierto el haber elegido esos padrinos. Dios dirá. Y muchas gracias por tus amables palabras.
Puede que Patricio no sepa en qué consiste ser padrino. Tal vez podrías explicarselo tú.
Animo, Cotta. Acertarás.
Lolo, ¡por fin! NO sé por qué demonios tu comentario llegaba a mi correo y luego no había manera de publicarlo en mi blog. Mañana creo que veré a Patricio. Por una parte, me parece dejarlo en la estacada si le digo que no, pero por otra tengo un miedo horrible a que esa nueva relación que se establece con su familia me complique la vida. Y a la vez me parece muy egoísta ese sentimiento. Por otra parte, si como padrino tengo que encargarme de la formación cristiana de su hijo, no sé cómo voy a cumplir con esa obligación sin relacionarme más con su familia. Como ves, estoy hecho un lío. Creo que hablaré con él y le preguntaré qué entiende él por ser padrino. Y ya te contaré. Gracias por tu perseverancia.
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