miércoles, 28 de noviembre de 2012

Del cara dura idealista

¿No estáis, como yo, hasta el gorro de quienes se niegan a rascarse el bolsillo para el pobre con el argumento de que lo importante es la justicia social y no la caridad?

Mientras llega la justicia social, ¿qué va a comer el pobre?

Es un tópico que reseñé en mi Topicario, pero que nunca me canso de rebatir.

Caridad no es antónimo de justicia social, sino dos cosas distintas. Caridad es rascarte el bolsillo para el que tiene una necesidad a tu lado. Se puede luchar por la justicia social y a la vez ayudar al prójimo.

Me enferma la cara dura de quienes, creyéndose más puros e idealistas, desprecian a quienes ayudan a los demás con su tiempo y su dinero.

Mientras haya hombres, habrá necesidad, por mucha justicia social que haya. Por tanto, siempre será necesaria la caridad.

Ah, sí, ese es uno de los problemas de nuestro tiempo: que la caridad, que significa amor, amor del bueno, el real, el que actúa, ha caído en descrédito.


10 comentarios:

Dyhego dijo...

Don Epifanio:
Siempre hay que tener presente eso de: obras son amores, que no buenas razones...
25 neutonios razona2.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Don Dyhego, hoy sabía que usted y yo íbamos a estar de acuerdo, porque es usted un buen realista. 25 neutonios reales.

lolo dijo...

Pues mira, Cotta, hoy no sé qué comentar. Porque tienes tanta razón y me siento tan mal...

Jesús Cotta Lobato dijo...

Lolo, este comentario tuyo me ha encantado.

Olga Bernad dijo...

Pero este tema, querido Jesús, tiene también su lectura a la inversa. Dando por bueno que la caridad, como la compasión, serán necesarias y buenas siempre, quizá el rechazo hacia ellas venga -simplificando- por la cara dura que supone ayudar con lo que sobra (Marquesas de Serafín en rastrillos para sus pobres, etc.) mientras no se hace nada porque la situación cambie. La diferencia fundamental es que la sed de justicia entiende la justicia como solución, mientras que la caridad es, siendo buena, remedio momentáneo. Yo creo que el problema no es tanto defender la justicia (que es buena) o la caridad (que también lo es) sino la cara dura con la que pueden manosearse ambos conceptos.
Un beso.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Olga, aquí no estoy totalmente de acuerdo contigo. La caridad no pretende ser una solución, sino un acto de amor. Por otra parte, cualquier solución que demos al problema de la pobreza siempre será momentánea. La justicia social misma, fíjate si es momentánea, que no soluciona los problemas del ser humano ni los solucionará jamás. Aun en el improbable caso de una sociedad donde nadie pase penurias económicas, siempre habrá gente con penurias afectivas, con soledad, con necesidad de que lo saquen de sus adicciones, etc. Y siempre será por tanto necesaria la solución momentánea de la caridad.
Por otra parte, las marquesas que dan lo que les sobra ya hacen algo bueno y mejor que los que ni siquiera dan lo que les sobra. Creo que la cariad, aun cuando se manosee, es buena, mientras que la justicia social, no. Pero no me hagas mucho caso porque en esto soy muy visceral. Encantado de hablar contigo, Olga.

Olga Bernad dijo...

Claro que te hago caso, Jesús, eres visceral en esto porque estás convencido de lo que dices, y la verdad es que yo coincido en que la caridad siempre es buena y necesaria, pero lo que creo es que has enfrentado una realidad buena (persona caritativa) a un esperpento (supuesto idealista sin escrúpulos). Y eso no es del todo justo, pues toda postura, llevada al esperpento es igualmente ridícula (e injusta). Hay un poquillo de "trampa" en el planteamiento, si bien retóricamente ayuda a comprender la idea final, que es buena. Es desde luego una lástima que caiga en descrédito lo único que nos salva, que es la capacidad de ponernos en el lugar de los demás y hacer algo por ellos, y tener la esperanza de que también lo harán por nosotros cuando nos haga falta. Pero no entiendo la necesidad de hacer caer en descrédito para ello otra cosa también muy necesaria como es la búsqueda de justicia, independientemente de que haya o no caraduras idealistas como habrá caritativos de domingo y céntimos. Solamente eso, ya sabes que a mí también me encanta hablar contigo,-)

Jesús Cotta Lobato dijo...

Olga, es cierto que he contrapuesto la cosa buena de la caridad con el esperpento del cara dura idealista, pero no he contrapuesto la justicia social con la caridad. Lo que vengo a decir es precisamente que no son antónimos. Tienes razón en una cosa: podría haber contrapuesto el esperpento de la señorona que da al pobre una moneda y el cara dura idealista. Pero es que me cae mucho más simpática la señorona que el idealista, porque este no da nada y la señorona con anillos sí que da. Y es un placer charlar contigo.

Anónimo dijo...

Caridad es que "no se entere tu mano derecha de lo que hace tu mano izquierda" y de esa cada vez hay mas.
Justicia social es la que se publica " a los cuatro Boletines Oficiales..." y que últimamente recorta mas que da con la excusa de la crisis.
Si dar unas monedas en cada semáforo tranquiliza la conciencia burguesa de cualquier católico radical, se lo deben mirar. Dar lo que nos sobra, lo que no nos sirve, lo que no nos interesa...es "reciclar", e intentar justificarnos.
Caridad es darse, darse entero, siempre, en cualquier momento a todos. Y para eso no hay que irse a las misiones, ni a una barriada marginal... Estamos rodeados de gente que nos necesita, que nos necesita mucho mas de lo que le damos, mucho mas tiempo del que le dedicamos, con mucha mas energía y dedicación que le prestamos.
¿Tendrán que ponerse en los semáforos vendiendo pañuelos para que los veamos?

Jesús Cotta Lobato dijo...

Anónimo, tienes toda la razón y lo has expresado muy bellamente. Pero fíjate que en toda virtud hay grados. Entre el egoísta radical a la madre Teresa, que se dio por entero hasta el final, hay muchos grados intermedios. Y, por lo que dices, podría dar la impresión de que rechazas al que da a otro lo que le sobra para tranquilizar su conciencia. El que hace eso hace poco, pero hace algo. Y estoy seguro de que Dios también lo valora. Gracias por tu valiosa aportación.