Ese lenguaje nominal sin acción alguna refleja una mente poco dinámica que cree que lo serio y lo científico es hacer equivalencias o jerarquías entre conceptos expresados con sustantivos abstractos, cuando lo elegante, lo estilístico y lo real consiste más bien en lo contrario: en que los conceptos parezcan en el papel tan vivos como en la realidad las cosas que ellos representan.
Para conseguir eso nada mejor que poner el verbo, la acción, en el centro de la frase disponiendo y gobernando con manos de malabarista.
La expresión verbal está viva como el mundo y tiene más que decir que un nombre. El nombre de Dios, con ser el más grande, es poco para Él y por eso no se debía pronunciar. Es mejor referirse a Él mediante lo que hace.
Para conseguir eso nada mejor que poner el verbo, la acción, en el centro de la frase disponiendo y gobernando con manos de malabarista.
La expresión verbal está viva como el mundo y tiene más que decir que un nombre. El nombre de Dios, con ser el más grande, es poco para Él y por eso no se debía pronunciar. Es mejor referirse a Él mediante lo que hace.
4 comentarios:
Interesante reflexión Jesús. Un saludo.
(Es) Muy interesante. Gracias por (ofrecernos) esta lección.
Salud.
Don Epifanio:
El abuso de la sustantivación está haciendo estragos.
Interesante reflexión.
25 neutonios.
Me alegro de que te interese, Álvaro.
Gracias a ti, Clochard.
Dyhego, sí, está haciendo "estratagación". 25 neutonios verbales y conjugables.
Publicar un comentario