Mis alumnos de Proyecto Integrado están aprendiendo a hacer discursos en público. Una de mis alumnas, que he bautizado como Pentesilea, nos arengó en su discurso contra programas como Gran Hermano y otras bazofias consistentes en mostrar intimidades de personas cuya intimidad no es precisamente limpia o educada o refinada.
La alumna citó varias máximas de personajes célebres sin citar a sus aún más célebres autores y a casi todos los alumnos les sonaron a chino. Sin embargo, citó varias frases célebres de los protagonistas de esos programas donde el que la lía es el que gana y, ¡tachán!, todos los alumnos las conocían todas.
En concreto se me quedó grabada la siguiente perla de una mujer de no sé qué programa de esos. Hela aquí, agarraos a la silla:
Me pones tó burraca.
¡Oh, musas, venid en en nuestro auxilio!
Me sentí como un caballero andante sin dama ni lanza luchando contra los dragones coprófilos de lo más infame de la tele.
Por fortuna, mis alumnos son capaces de distinguir entre la cultura que la escuela les ofrece y la incultura que la tele expele. Ahí estamos los padres, los profes y, en general, todos los hombres de buena voluntad recalcando con toda la gracia posible la distinción.
2 comentarios:
Don Epifanio:
Necesitamos a un nuevo Cervantes que ponga en ridículo a toda es fauna borreguil y deslenguada.
25 neutonios cervantinos.
Don Dyhego, seguro que usted en clase hace de Cervantes. 25 neutonios antiborreguiles.
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